Capitulo 46

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EVAN
Un silencio ensordecedor coronaba la habitación en la que mi madre llevaba ya un mes sin abrir los ojos ni dar indicios de siquiera despertar. Mi mirada se perdía en el rostro placido y empalidecido de mi madre. Un sentimiento de anhelo florecía dentro de mi cada que me encontraba en aquella habitación con mi madre. Las máquinas hacían el trabajo de mantener con vida a mi madre y parecían alargar aquello a lo que no veía fin.
-¿Es que nunca piensas despertar?- Dije mientras me mantenía sentado en el sofá frente a la cama de mi madre. Lancé un suspiro resignado a que ese día tampoco sería el día en que volvería a ver la mirada de mi madre.
Me levante del sofá, le di un beso en la frente al inmóvil cuerpo de mi madre y salí de la habitación cansado y deseando que todo el desastre de vida que había comenzado a llevar parara y es que después de la segunda semana en que mamá no había siquiera mostrado indicios de despertar, se llegó a la conclusión de que alguien debía mantener sus negocios y la empresa en pie. Mi abuela se había ofrecido para ello, sin embargo sabía que su cabeza aún no se encontraba apta para sobrellevar todo el trabajo que la empresa de mi madre implicaba y aunque hubiese deseado que Harry se hiciera cargo de la empresa familiar, sabía dentro de mi que aquella responsabilidad era algo que yo debía hacer, después de todo era el patrimonio que mi madre había formado para mi, así que al final opté por tomar la responsabilidad, claro que aconsejado y guiado por la ayuda de Harry quien se rehusaba a poner pie fuera de New York sin mi madre despierta y en sus cinco sentidos. Camine por el pasillo hasta la sala de espera donde me encontré a Harry charlando con el médico, me pare en seco cuando vi la expresión de mi padre, el médico parecía explicarle algo y mi padre no hacía más que negar con la cabeza mientras la desesperación se hacía presente en su rostro.
-¿Qué sucede?- Dije acercándome a la conversación, el médico lanzó un suspiro y me observo de tal forma que no pude más que presagiar malas noticias.
-Evan, hemos hecho todo lo que pudimos, pero tú madre no parece querer reaccionar, su estado es crítico y no quisiera tener que decirte esto pero, consideramos un fuerte posibilidad de que tu madre no despierte- Sus palabras sonaron como eco dentro de mi, Harry se acercó a mi y pasó su brazo sobre mi hombro brindándome el apoyo que sabía en ese momento necesitaba.
-Hijo, lo lamento mucho- Dijo mi padre mientras veía como su rostro se ensombrecía de una tristeza inminente.
-Pero aún no es seguro, todavía hay posibilidades- Dije con la esperanza de que no me dijesen lo que sabía vendría a continuación.
-Evan, hemos valorado la situación de tu madre desde hace un mes, su estado es cada vez peor, su cuerpo no está absorbiendo los nutrientes necesarios, sus órganos internos comienzan a tener fallas, es cuestión de tiempo para que ocurra algo fatal.- Dijo el médico de la manera más atenta que le puedes decir a un chico que su madre está al borde de la muerte.
-Quisiera no ponerte en esta encrucijada, pero piensa en la posibilidad de no hacer sufrir más a tu Madre.
-¿A que se refiere?- Dije temeroso de la respuesta del médico, Harry dio un pequeño apretón a mi hombro, lo cual me hizo entender que lo que escucharía sería tal vez la cosa más fuerte de mi vida.
-A qué tal vez sea mejor desconectar a tu madre.- Quede shock un momento y luego una repentina ira se apoderó de mi.
-¿matarla? Me está pidiendo que decida matar o no a mi madre?- Dije alzando un poco más la voz y sacándome del agarre de mi padre. 
-Se que es una decisión extremadamente complicada, pero tienes que considerarla, tú y tu abuela son los únicos que pude  tomarla.
-NO, NO Y NO, ME REHUSO A MATAR A MI MADRE.- Dije y con el enojo corriendo por mis venas, salí del lugar haciendo caso omiso a los llamados de Harry para que regresara.
Subí al auto e hice conducir al chofer sin lugar fijo, mi celular no paraba de sonar y yo no podía hacer más que enfurecerme más por toda la situación. ¿Cómo se atrevía aquel médico de pacotilla a pedirme que desconectara a mi madre cuando está aún estaba respirando?. Dentro de mi no paraba de maldecir a aquel médico charlatan que no lograba rescatar a mi madre de aquel abismo al que caía lentamente. Mi celular seguía y molesto por aquel ruido tome l llamada sin siquiera ver la pantalla.
-Quién es?- Dije sin siquiera una pisca de tacto.
-Evan ¿estás bien?, te escuchas molesto.- Dijo La voz inconfundible de Kath.
-Lo siento Kath no ha sido un buen día.
-¿necesitas hablar?.
-No, mejor dime ¿que sucede?.- Escuche un largo silencio antes de volver a escuchar la voz de mi amiga.
-¿crees que puedas venir a mi casa? Hay algo que necesito decirte. 
-Si ahora tengo tiempo libre.
-Entonces, te veo en unos minutos- Dijo y colgó.
Después de unos minutos de viaje llegue hasta la casa de Kath, su muy amable ama de llaves abrió la puerta de esta dejándome entrar a la residencia.
-La señorita lo está esperando en su habitación- me dijo el ama de llaves y acto seguido subí hasta la habitación de Kath, me dirigí hasta la puerta que venía conociendo desde hace años, di dos toques y una ligera voz contesto.
p-Adelante- Dijo Kath, entre y enseguida vi la habitación que hacía mucho que conocía, vi a mi amiga recostada en su cama con el edredón cubriéndole la mitad del cuerpo. Su mirada se clavó en mi en cuanto fui visible, me alerté un poco al percatarme de la palidez y los ojos cansados de mi amiga.
-¿Qué sucede? ¿Estás enferma?- Dije con la preocupación desbordando por mi ser, me acerqué hasta la cama y me senté en la orilla para mirarla más de cerca.
-No realmente, yo.. necesito hablar contigo- Mire extrañado a Kath, no sabía lo que esta me diría sin embargo su semblante no pintaba para algo bueno y yo ya no podía soportar más malas noticias el día de hoy.
-Kath..
-Evan necesito que me dejes hablar, lo que te tengo que decir es muy importante.- Sin decir más asentí, estos últimos meses había sido un amigo de Mierda y lo menos que podía hacer era escuchar lo que mi amiga tenía para decirme.
- Recuerdas el día de la fiesta, que te emborrachaste y bueno terminaste aquí en mi casa?.
-Suena como a todas las fiestas a las que he ido.
-Evan, hablo enserio, la más reciente.
-Lo recuerdo.- Dije tras ver su mirada mezclada con temor e indecisión.
-Ese día que despertaste en mi cuarto te dije que no había pasado nada, pero si pasó- Si palabras me dejaron pasmado.
-¿Que.. que quieres decir?.
-No quisiera agobiarte con esto pero.. no puedo no decirte- las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Kath, mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte y jamás hubiese estado preparado para lo que mi amiga me diría después.
-Evan ese día tuvimos relaciones y yo.. Mierda fui tan tonta, estoy embarazada.- Sentí como si balde de agua fría me cayera encima. Tenía que ser una broma, aquello no podía ser verdad. Por mero instinto me levante de la cama y me vi dando vueltas en mi mismo lugar digiriendo todo aquello.
-Evan..- ¿Qué Mierdas se supone que haría?, esto era demasiado para mi, mi madre estaba apunto de morir y yo había sido lo suficientemente idiota como para acostarme con mi mejor amiga, embarazarla y no recordar absolutamente nada.
Me paré en seco intentando llegar a una conclusión, pero mi cabeza se sentía cada vez más abrumada, sentía que la respiración me faltaba y la inmensa habitación comenzaba a parecerme un cuarto cada vez más pequeño.
-Yo.. no se que decirte, ahorita yo.. Mierda no puedo digerir todo.- Sin decir más salí de la habitación Corriendo como un vil imbecil, salí de la casa y sin esperar al chofer me eche a correr por las calles sin un rumbo fijo, me sentía asfixiado, todo a mi alrededor me hacía querer huir y perderme, no saber más de todo el dolor, la preocupación, la angustia, quería desaparecer, tenía tan solo 17 años y no tenía ni la más mínima idea de cómo lidiar con la posible muerte de mi madre y un próximo hijo en camino. No supe cuanto me alejé de la casa de Kath, hasta que me detuve por mero cansancio, había corrido más de la cuenta. Visualice un café que se encontraba a unos pasos de donde me ya hacía parado, agitado y cansado, fui hasta el lugar y tras pedir una bebida, busqué un asiento lo más alejado posible de las personas. Saque mi celular, vi llamadas perdidas de Kath, de mi padre, de Dylan y de Cameron, una pensada recorrió mi corazón al leer el nombre de Cameron en la pantalla, era un completo imbecil. Algo dentro de mi hizo que le marcara a Cameron, en aquel momento por alguna razón ansiaba escuchar su voz.
-¿Evan?- Dijo camero del otro lado de la bocina después de contestar tras dos timbres.
-Hola Cam.
-¿Dónde te metiste?, el tío Harry está buscándote.
-Yo... Mierda..- Dije y las lágrimas comenzaron a salir y el llanto de hizo presente.
-Evan, ¿Qué sucede?.
-Yo... Cam... me han pedido que tome en consideración desconectar a mi mamá- Dije entre llanto, vaya imagen que debía estarle dando a los comensales de aquel lugar, sin embargo mi vida estaba echa un desastre y yo no sabía cómo lidiar con ella.
-Evan..
-Cam.. mi vida es un desastre y la he jodido..-
-Evan, entiendo que te sientas así..
-No, no lo entiendes, Cam.. yo.. Mierda soy un idiota.
-¿Hay algo más?- Debía decirlo, debía decirle a Cam el gran error que había cometido.
-Kath... esta.. embarazada y es mío.- Silencio, un enorme silencio hizo que mi corazón se detuviera por unos segundos.
-¿Qué le has dicho?.
-¿como?.
-A Kath, ¿Qué le has dicho?- Su voz parecía calmada pero notaba ese ligero temblor que hacía cuando aguantaba el llanto, no quería hacerla llorar, pero tampoco podía no decirle, mi cabeza no podría con ello.
-Yo... he salido corriendo, no pude más sentí que me asfixiaba.
-¿Eres un idiota o que?.- Las palabras de Cam me dejaron perplejo.
-Mira entiendo que estés pasando por mucho, pero tú también debes entender que Kath seguramente debe estar muerta de miedo, Evan, tu madre pasó por algo así, por respeto a ella y por el amor que le tienes, ve y busca a Kath y dile que estarás a su lado en la decisión que tome, no la dejes sola, te necesita- Y entonces caí en la cuenta de que me había comportado como un imbecil.
-Cam.. Gracias.
-Eres un idiota Evan..- Dijo Cam con la voz entre cortada y acto seguido cortó la llamada.
Me levante del asiento y salí del café, no podía resolver aún la situación de mi madre, pero aún así no debía dejar que Kath pasara por esto sola, Cameron me había abierto los ojos, de alguna forma Cam lograba que entrara en mis cinco sentidos,haber lastimado  a Cam era  tal vez de lo que más me arrepentiría el resto de mi vida.

El hijo de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora