El hijo de Harry Styles

Capitulo 53

EVAN
Los meses pasaron rápidos y sin inconvenientes, los padres de Kath no habían tomado del todo bien la noticia del embarazo y aunque al inicio parecía que un ataque al corazón los mataría por la noticia, con el paso de las semanas, la situación se había hecho un tanto más ligera. La madre de Kath insistía en que debíamos casarnos, sin embargo mi madre en conjunto con el padre de Kath, le habían estado haciendo ver que el matrimonio no era factible si ambos no sentíamos que así lo queríamos. Harry, en contra de lo que realmente quería, había tenido que regresar a Londres un par de semanas después de que mi madre había sido dada de alta por completo, con la promesa de que regresaría pronto. Desconocía por completo cuál era el plan que mis padres tenían o como pensaban llevar su relación con sus dos hijos en distintas ciudades, sin embargo esperaba que realmente lo solucionaran. Kath se mantenía distante después de el día que mis padres se enteraron, solo nos veíamos unas cuantas horas a la semana y en las citas mensuales al ginecólogo apenas y cruzábamos palabra,mi cabeza asumió que aquel distanciamiento por parte de Kath se debía a mi rechazo por esta aquella tarde en el auto y aunque me fastidiaba un poco la reacción de mi amiga ante aquella conversación, entendía que necesitaba espacio. La escuela se había vuelto una revista de chismes tras la filtración de la noticia del embarazo de Kath, mucho se decía y nada resultaba remotamente verdad, al inició había decidió ignorar los chisme, Kath me había pedido que así lo hiciera, pero aquello llegó a mi límete cuando los insultos hacia Kath se hicieron presentes, una semana de suspensión me gane tras propinarle una paliza a un idiota que se había creído lo suficientemente valiente para insultar a Kath en mi cara, después de aquella pelea Kath decidió tomar no regresar al año escolar y terminar sus estudios desde casa.
Dylan se mantenía muy seguido en contacto conmigo, hablábamos un par de cosas triviales hasta que yo preguntaba por Cameron, mi hermano se limitaba a decirme que estaba bien, poco me decía de su vida y así entre respuestas cortas sobre Cameron y la indiferencia de Kath llego el invierno a la ciudad.
-Lamentó seguir preguntando por ella- dije al teléfono a mi hermano mientras terminaba de prepararme para ir al trabajo en la empresa de mi madre.
-Entiendo que quieras saber de Cameron, pero deberías darle tiempo, lo que sucedió con Kath, bueno.. tú entiendes.- Dijo Dylan.
-Si.. por eso tampoco he intentado buscarla, Jodi nuestra relación y no tengo cara para buscarla.
-Evan... Cam.. Ella es una chica que luce fuerte por fuera, pero por dentro... bueno.. a lo que voy es que es más sensible de lo que parece y le tomará un buen tiempo recuperarse de esto.- Las palabras de Dylan tenían lógica y aunque sabía que tenía razón, deseaba con todo mi ser poder verla y hablarle de nuevo.
-Pero cambiando de tema, ¿Papá ya te ha dicho que iremos para las fiestas?- Comento mi hermano, supuse en un intento de aligerar la conversación.
-Algo me comentó mamá, ¿vendrán solo tu y el?. -Pregunte mientras tomaba mis llaves del auto para dirigirme al garage del edificio.
-La abuela también ira, la tía Gemma aún no es seguro, está embarazada por tercera vez y no sabe qué tan conveniente sería viajar en avión en ese estado.
-Entiendo, me dará gusto verlos y estoy seguro que a mi madre también.
-Bueno, verme siempre alegra la vida de las personas- Lance una carcajada ante la afirmación de mi egocéntrico hermano y aunque me hubiese gustado contra debatir aquello, debía manejar para irme al trabajo, por lo cual me despedí de mi hermano y tras colgar la llamada, subí al auto y manejé como había sido costumbre desde hace meses atrás, hasta el edificio de mamá.
Llegue dos minutos antes de la hora de entrada, tomé mi lugar en el cubículo que se me había sido así ganado, mi trabajo era como asistente de proyectos, por lo que debía ayudar a gestionar todo para los lanzamientos de las colecciones, pasarelas, etc. Mi Jefa era una mujer un tanto más joven que mi madre y aunque normalmente gozaba de un buen carácter, si las cosas no eran hechas tal y como ella las había ordenado, su tranquilidad y dulzura se transformaban en furia desmedida  y ansiedad constante.
-¿Has hecho hecho los catálogos de alta costura que se entregarán en las distintas tiendas?- Preguntó mi jefa en cuanto hube puesto pie en mi cubículo.
-Los termine ayer, ya los mande ha revisión- Mi jefa asintió con una sonrisa, me entregó unos papeles y tras darme unas cuantas indicaciones me dejo trabajar a solas en mi cubículo. Las horas de trabajo pasaron más rápidas de lo que hubiese imaginado, cuando mi hora de salida se acercaba, vi entrar al piso y al pasillo, a mi madre en su falda de tubo y stilettos negros. Me sonrió ligeramente y sin acercarse a mi cubículo, fui directo a la oficina de paredes de cristal de mi Jefa, charlaron unos minutos sobre algo y minutos después mi madre salió de la oficina y se dirigió a mi cubículo.
-Le he pedido a Nina que te dejara salir temprano hoy, hoy tenemos una cena importante- mire extrañado a mi madre, no me había mencionado nada acerca de una cena.
-¿cena con quién?- pregunté mientras guardaba mis cosas en la mochila que había traído.
-Ya lo verás, mientras tanto ve a casa, cámbiate y vístete formal, la reservación es a las 8, nos iremos juntos de la casa- Dijo mi madre y tras darme una pequeña caricia en la cabeza camino de regreso por donde había venido. Confundido hice lo que mi madre había dicho, llegue a casa y me percaté de que la abuela ya se encontraba arreglada, tras saludarla, fui hasta mi habitación y me nutre enseguida al baño para darme una ducha, no tarde mucho en arreglarme, un buen traje, una camisa y una corbata fueron los ítems que seleccioné para lucir formal, tras arreglarme el pelo,asegurar las sientas  de mis zapatos y ponerme perfume, salí de la habitación Para encontrarme con mi madre en un vestido negro que le lucia muy bien, mi abuela llevaba un conjunto Channel en un azul marino que le sentaba bastante bien.
-Supongo que es hora de irnos- dije y extendí mis dos brazos con el afán de escoltar a mi madre y mi abuela, ambas tomaron mis brazos y nos dirigimos al elevador para posteriormente llegar al garage del edificio, donde la camioneta con el chofer ya listo nos esperaba. El trayecto fue un sin fin de interrogantes sin respuesta, por más que mi abuela y yo buscábamos sacar de mi madre la razón de la repentina cena, mi madre solo respondían un ya verán o pronto lo sabrán, sin dar siquiera una pista de la razón de todo aquello.  La camioneta se paró frente al restaurante Daniel, el favorito de mi madre, bajamos de la camioneta y en cuanto hube puesto Pie en la acera, me percaté de dos figuras conocidas, mi padre y Dylan ya hacían parados vestidos en un pulcro traje esperando nuestra llegada al pie del famoso restaurante.