Vientre en Alquiler #1

30.

NARRADOR

Fernanda se encontraba en la sala de espera junto con Carolin del hospital Cooper, mientras pasaban las horas ella se preguntaba sí asi se había sentido Carlos cuando ella estaba en cuidados intensivos entre la vida y la muerte.

Se levantó de su asiento y sin que Carolin sintiera ella se dirigió a la cafetería en busca de algo que te calme el hambre voraz que tenía, ella no llevaba dinero suyo pero si agarraba de la billetera que tenía de Carlos compraría algo delicioso ya que el no se molestaría con ella.

— ¿Está rico el pastel, eh?

Samuel Garrido estaba frente a ella con su almuerzo en las manos, ella por su parte sonrió al recordar los cuidados que él le dio en su estadía.

— Creo que el bebé también lo disfruta.

— ¿Puedo sentarme a comer contigo?

— Claro.

El doctor tomó asiento frente a ella, él ya sabía el porque ella estaba allí. Las noticias acapararon la gran noticia de los Cameron.

— Supongo que ya sabe...

— Sí, las noticias vuelan. —Él la miraba sincero— pero eso es conveniente.

—¿Por qué?

— Todos saben que tu novio es un gran abogado al cual su hermano queria acabar por envidia. —Realmente el doctor no mentía— Y como los noticieros dicen que Carlos es un excelente abogado sus casos y asesoramientos se dispararan hasta la cima.

— Comprendo, ¿Cómo le ha ido a usted?

El amable doctor le contaba el como pasaba de sus días alegremente, mientras que Harold Harris volvía a ver a su hija. Contemplo como era con un vestido color naranja y zapatillas blancas con su cabello agarrado en una media cola y sonrió al verla con vida y con su enorme vientre.

— Creo que puedo llevarte con tu novio.

— ¿Es en serio?

Garrido río por ver la expresión realmente alegre de la muchacha, se levantaron de la mesa y se dirigieron al área de emergencia. Se encontraron a una Carolin alarmada con un policia buscando a una chica embarazada.

— ¿Dónde estabas?

Carolin estaba muy preocupada, pensaba que algo le habia pasado.

— Tranquila, ya vuelvo.

— ¿A donde se dirige, señorita?

El policía le preguntaba con cierto tono prepotente el cual disgusto a Samuel Garrido.

— Ira a chequeos maternales, ¿Algún problema?

El policía entendió la indirecta, y no hizo más que asentir. El y Fernanda tomaron un atajo hasta llegar a otra sala donde decia emergencias y suturaciones, su estómago se contrajo y el bebé se removió.

— Ven, él debe estar en una habitación.

Dicho esto buscaron en las habitaciones, decidió buscar un colega que le diera referencias.

— ¡Reyes! —saludo amablemente—, ¿Dónde estan los Cameron?

— ¡Garrido amigo! Uno esta en la habitación dos quince y el otro en dos diez.

— El de la herida de arma blanca.

— Dos diez, compa.

— Gracias.

Se dirigieron a dicha habitación encontrando a Carlos con rostro pálido y con dolor.

— ¡Cielos! ¿Estás bien?

— Hola cariño, si lo estoy—. Estaba más calmado sin Javier cerca— ¿Cómo va doctor?

— Muy bien hijo, tú por lo visto no.

Carlos sonrió levemente por el dolor.

— Bueno los dejo solos.

El doctor le indicó a Fernanda que la esperaría afuera por el atajo que tomaron.

— ¿Cómo va ese bebé?

— Asustado como yo.

Carlos paso la mano en su vientre haciendo que el bebé se moviera.

— Aveces creo que el bebé piensa que somos sus padres.

— Creo lo mismo, Fernanda.

Platicaron un rato más, hasta que el doctor Garrido entró informando que la policía interrogaria a Carlos. Ella junto al doctor se dirigieron hacia Carolin donde juntas se despidieron del doctor.

— Tenemos que ir con las demás.

— Claro, tomemos un taxi.

Carolin paró a un taxista indicando a donde llevarlas, pero como el doctor le dijo la noticia vuela y el señor pregunto si eran de la familia a lo que una molesta Fernanda le respondio.

— Llegue al lugar solicitado y deje de preguntar.

Al llegar a la estación de policías encontraron a Lourdes sentada alejada de los demás, y por su parte Celia ligaba con el agente López.

— ¡Oh niñas! —Corrió a recibirlas—, ¿Cómo les fue en el hospital?

— Pues mas o menos, Lou.

(…)

Las horas pasaban y ellas esperaban por el veredicto sobre el caso de Lauren, tomaban café cuando Lourdes Cameron fue llamada por una secretaria. Luego de media hora regreso con los ojos hinchados.

—¿Qué te han dicho? —Preguntaba Fernanda asustada.

— Irá a juicio porque Javier y mi esposo han testificado en su contra. —Ella aún lloraba—, y Paul Castro es su abogado.

Fernanda maldijo en sus adentros a la competencia de su novio sabiendo que este no trabajaba de manera limpia y legal.

— Yo seré el de Lauren.

Las tres voltearon a ver hacia la voz muy reconocida.

Carlos Cameron estaba de pie en la entrada con un policía...

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Hola.

Hace mucho que no escribo notas de autora.

SE BUSCA UN CARLOS CAMERON

Quiero conocer como se imaginan a Carlos ya que muchas han dicho que Andrew no va con él.

Si no hay comentarios sobre posibles candidatos Andrew se queda.

Hasta luego...