Vientre en Alquiler #1

13.

Maratón 2/?

Recuerden que el maratón esta dividido en caps pequeños.

PRIMERA VEZ QUE CARLOS Y FERNANDA SE CONOCEN.

— Carlos, hijo debes acompañarme hoy a mi club.

La señora Lourdes era fanática de la lectura, desde pequeña ella leía libros ya de adultos. Siempre decía que su escritor favorito era un secreto que solo alguien muy inteligente podia descifrar, su hijo mayor lo sabía pero tampoco lo decía.

Carlos era un niño educado y muy reservado, sabía mucho como su madre. Pero odiaba con todo su ser el club de su amada progenitora, no le agradaba que señoras cuarentonas y una que otra joven utilizará su mejillas como plastilina o como masa. No, definitivamente no eran elásticas.

Con todo su pesar se despidió de su hermano menor, dos años para ser exactos, recogió su abrigo y se encamino al auto de su madre. Ella, por su parte iba de lo mejor animada, contaba a su hijo que había encontrado una mujer casi de su edad con sus mismos gustos y que eran muy amigas.

Pensaba en que Javier le conto a lo lejos ese tema. Ya que era él quien acompañaba a su madre la mayor parte del tiempo, pero enfermo de viruela y el mayor debía ir.

— ¿Qué libro toca hoy?. —preguntaba el niño con desdén.

— El Perfume. —su madre miraba el camino.— Mientras estoy en el club te dejaré con la hija de mi amiga, ella se mantiene en la sección de cuentos con tu hermano.

Al llegar Erin Santini esperaba fuera del local con una niña bajita, piel de porcelana de cabellos oscuros. Carlos no sabía si eran negros o café.

— Lou, ¿Cómo estas?

— Bien, gracias Erin.

Las dos señoras se saludaban de forma cordial...

— Erin, este es mi hijo mayor.

— ¿Kevin no?

— Es Carlos. —El niño molesto le dice su nombre real.— Se estan atrasando.

Las dos mujeres se alarma pero es más la risa que la preocupación. Lourdes en ese momento ve a Fernanda y sonriendo le dirige la palabra.

— ¿Crees jugar algo con este hombre complicado?

— Puede con un gruñón nivel Dios.

— Las escuché

Lourdes sonrió al ver palidecer a la muchachita mientras la madre de esta le daba un beso.

Fernanda miraba a Carlos de forma divertida, al quedarse en el vestíbulo del club. Muchas mujeres vieron la presencia de los pequeños, a Fernanda no le molestaba que jalaran de sus mejillas pero a él si. Aterrado tomo la mano de la niña.

— ¿Quieres que te lea algo, señor gruñón?

— Claro Wonka, ¿Qué me leeras?

Carlos reía mientras la niña trataba de no reir y actuar enojada, pero era imposible.

— ¿Te gusta El principito?

Carlos asintió, los dos se sentaron en la alfombra afelpada de color verde claro. Ella le leía despacio y claro, iban a estar cuatro horas en el lugar y eso ya no empezaba a molestarle.

Carlos la observó durante la media hora que ella leyó sin darse cuenta que él no la escuchaba. Su cabello era café y su piel blanca, ojos oscuros. Sus labios eran pequeños y sus cejas muy pobladas.

Era la niña más bonita que pudo haber visto, se imagino que si la comparaba con las hijas de los socios de su padre. Ella resultaría hermosa a la par de esas niñas fresas. Fernanda notó que no le ponía atención y sorprendida lo saco de su nube.

— Me llamo Ana Fernanda Santini. —Decía recordado que no se presentaron.— Y no soy de tu clase social.

— Carlos Daniel Cameron. —Sonreía como niño en tienda.— No me interesa de que clase social seas. ¿Amigos?.

— ¡Amigos!

Fernanda lo abrazó energéticamente, lo cual provocó en él un cariño que iba a ser exclusivo para ella.

Tiempo después los padres de Carlos y Javier decidieron ayudar a Erin Santini con el futuro de su hija. Tanto económicamente como moral. Carlos se había distanciado de Fernanda al ver el favoritismo y amor fiel que le profesaba a su hermano menor. Javier no la quería y no lo haría nunca como Carlos, la trataba bien lo cual ocasionaba ilusión en la chica. Soñaba ser novia de Javier. Pero claro, eso no iba a suceder.

Carlos se dedicó a su carrera pues rechazó la profesión de su padre, era amante de las leyes y justicia. Logrando becarse y enfilar sus metas a una Universidad de Londres, graduado con honores volvio a su país y levantó su propio bufete de abogados.

Dijo volver por su familia, pero no era la verdad. Tenía todo lo que deseará pero él quería a cierta muchacha que se había logrado apenas graduar de secretaria. Ella era su pieza faltante a su rompecabezas y la sobrante de su hermano. Volvió para conquistarla.

Por otro lado Fernanda Santini no logró entrar a la Universidad, lo cual obligó a buscar trabajo de lo que se había logrado graduar. Ella era la sombra de Javier Cameron, su amor platónico y mejor amigo. Creía tener todo para enamorarlo. Lo que ella no sabia era que el chico que de verdad merecía su amor y el cual la amaba se había ido a Londres.

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Hola.

Así como este capitulo hay más donde explican el pasado de estos personajes.

Es vital que sepan todo lo que pasó y por supuesto pasarán.

Pregunta.

¿Estarían dispuestas a leer la historia de Lauren?

Si

No.

Comenten no muerdo :D