Vientre en Alquiler #1

17.

FERNANDA SANTINI

Dicen que la vida es hermosa y que se tiene que vivir.

Pero...

¿A qué le llamas vida?

¿Eres feliz?

¿Haz logrado más de algo que soñabas?

¿Han estado orgullosa de ti?

...

Mamá me terminaba de ajustar mi vestido maternal, se mostraba seria. Hace meses que la última cena de los Cameron fue un asco y Lourdes organizó una para esta noche, le rogó tanto a mamá que aceptará ir y le prometía que nada malo pasaría de nuevo.

Tengo un mal presentimiento y el bebé no deja de moverse y me causa dolor, el tampoco esta feliz. Al igual hace mucho que no le veo la cara a Javier y a su padre, está noche Carlos no estará y es lo que me tiene más asustada. Debido a lo bajo que cayó su bufete viajo a Londres y Estados Unidos para reestablecer los lazos que su trabajo logró y que por razón desconocida se cortaron.

— Lista, vamos el auto ya esta afuera.

— Mamá.

— Vamos, no haré una pelea como Rocky.

Mamá sonreía de mala gana. Pero no me quedo de otra que obedecer, se que no queria dejar plantada a su amiga pero queria patear unos cuantos traseros que estaran presentes...

Al salir el auto no era del chofer de Lourdes, era Carolin con su mirada avergonzada que nos esperaba en la calle tiritando del frio que había.

— Buenas noches, listas para la cena ¿Verdad?

— Buenas noches. —Mamá la vio con odio.— Más que lista cariño ¿Dónde dejaste a tu cuna de billetes llamado esposo?

— ¡Mamá!

Carolin se puso más roja que el tomate, era un volcán. Pero no de ira si no vergüenza.

—Tra... Tranquila, no pasa nada.

Las tres subimos al auto en silencio, el camino inspiraba a abrir la puerta y salir corriendo.

Le hará mal al niño, idiota.

Suspirar se quedaba corto para lamentarme, arrepentirme no podía, llorar era patético. Me sentía desprotegida por primera vez no tendría al castaño sonriente a mi lado y me dijera que todo iba a estar bien en esta noche.

El corazón está despertando querida, se está enamorando de verdad.

Pensarlo era un castigo como mis tacones bajos que me herian siempre en la oficina y me obligaban a optar por zapatillas aún más bajas.

— Auch, no te muevas tan brusco.

Mamá y Carolin me voltearon a ver sorprendidas.

— ¿Está bien mi bebé?

— ¿Cómo que tu bebé?

Esto era hostigante mientras ellas discutían algo me decía que no iba a estar bien, el bebé se mueve suave y feliz. Pero lo de ahorita fue muy brusco y casi logra que me haga pipi del dolor.

— Llegamos.

Carolin salió corriendo de su asiento para ayudarme a salir, cosa que agradezco por que el bebé me tiene inútil estos días.
En la entrada estaba Javier, Lourdes y Lauren esperando nuestra llegada.

— Fernanda, que bueno verte.

— Hola, Javier.

El bebé me volvía a dar un fuerte golpe, me aguante el dolor para que Javier no viera que algo andaba mal. Como hace mucho que no conozco ya a este Javier no se que podría hacerme, él puso una mano en mi vientre y su propio hijo no se movió ni hizo nada, cuando Carlos pone su mano el bebé se mueve suavemente.