Vientre en Alquiler #1

48.

FERNANDA SANTINI

—Ven, vamos a bailar amor.— Me toma de la cintura Carlos.

La balada era suave y él guiandome mi mano a su hombro, mi otra mano en la suya y una de él en mi cintura. Él me sonreía y sus ojos brillaban.

—Te amo, Carlos.

—Yo te amo aún más.— Aseguró él.

Nos paseamos por toda la pista con los presentes viendome y suspirando de la emoción, pero para mi solo eramos él y yo en ese lugar.

—No sabes la emoción que tengo en este momento.

Él sonrio ante mi confesión y me beso una vez más.

La balada termino y todos aplaudieron, posteriormente todos tomaron asiento y me llene de alegria sabiendo que vendría mi parte favorita.

CARLOS CAMERON

Los meseros comienzan a servir la comida y sidra de mora a los invitados.

Venía la parte favorita de ella, las fotos con todos los presentes...

Esto estará cansado.

Fuimos de mesa en mesa con nuestra copa de sidra de mora (ya que a la hermosa novia se le metio a la cabeza que no quería lo mismo de las bodas en la suya, cambio, añadio y quito) Pero que más da mientras ella esté feliz soy capaz de traerle a Bruno Mars para que le cante.

Mientras el grupo de música que pidio Fernanda toca un blues finalmente llegamos a la mesa que ella evitaba.

La mesa de Harris.

—Muy bien todos con su copa arriba, va el flash.— anunciaba Declan.

El ambiente era tenso y mi primo también lo sintio, al finalizar la media hermana de Fernanda habló.

—Gracias por la invitación.

Fernanda sonrió y la anime con un movimiento sutil en su espalda para que hablará con ellos, pero no obtuve nada así que me tocó a mí.

—No, gracias a ustedes y más a usted doctor. —Lo vi sorprenderse—, por traer a mi esposa a la iglesia.

—Era mi deber traerla sana y salva.

La esposa del doctor sonrió alegremente.

—Estás muy hermosa. —Dijo la esposa y el doctor al mismo tiempo.

Harris se acercó y la abrazó tan fuerte como pudo, la hija de él y su esposa me sonrieron calidamente y busqué con la mirada a Erin. Ella estaba con mamá sonriendo también viendo la escena.

Fernanda al separarse tomo mi mano buscando confort y seguridad.

—Gracias. —Respondió.

Al terminar las fotos y otras más de nosotros solos en el jardín, regresamos a cortar el pastel, brindamos de nuevo y los presentes también brindaron.

—Quiero hacer un brindis —, pidió Lauren—. Quiero brindar por ustedes y para que sea próspero su matrimonio. ¡Por los novios!

—¡Por los novios!

Carolin, mamá, y varias personas entre ellas mis colegas hicieron sus bridis mostrando sus buenas intenciones con nosotros, la música y más aperitivos fueron lo solicitado en la tarde y noche de la fiesta de nuestra boda.

—¡Felicidades Carlos! —gritaba alegremente una vez más Celia.

—Son nueve veces con esta que me felicitas.

—Justamente por eso, Carlitos, hay que celebrar a más no poder.

Se acercaba la hora de irme con Fernanda al aeropuerto para nuestra luna de miel.

—¡La novia va a lanzar el ramo ya!

Todas las mujeres presentes se pusieron atrás de Fernanda gritando y riendo.

—Esta bien... a la una, a las dos —,gritaba ella dandoles la espalda— ¡A las tresss!

Y el ramo de rosas blancas y verdes voló y todas peleaban por alcanzarlo hasta que dio a una persona...

Verónica, la novia de Declan.

—Hijo, es hora ya de irte con Fernanda. —Decía mi madre viendo la hora.

—Claro, ahora le diré.

Pero al irle a hablar a Fernanda mis colegas me han interceptado el camino, ¿Porqué no hablarles? Me quedan pocos minutos pero una vida entera con mi esposa.

FERNANDA SANTINI

Carlos iba a decirme que ya debemos irnos a nuestra luna de miel, pero sus amigos le han pedido unos minutos para charlar. No me molesta porque lo tendre solo para mi tres semanas.

¡Iremos a Roma!

Como ha cambiado todo...

Aún recuerdo la boda de Javier y Carolin, esa boda que pase mal, que ese los «declaro marido y mujer» me había lastimado desde lo más profundo de mi corazón y pense que me ahogaria en las lágrimas de mi tristeza.

Luego el que haya tenido al hijo de ellos fue un caos y aun que ese hermoso bebé no guardaba culpa alguna, los padres sí.

Toda esta parte de mi vida me hizo madurar, me hizo ver que también la gente que te quiere puede llegar a lastimarte y otra puede quererte plenamente y no herir nada interno como externo.

En esa misma boda y posteriormente su celebración había renegado de mi vida completamente, culpando al ser supremo de mis malos ratos, de mis desgracias y mi actitud derrotista. Hasta que una persona que creía ciegamente en mí y me amaba por sobre todo (y yo aún más ciega sin darme cuenta) me había invitado a bailar.

Acepté.

Con solo ese acercamiento de él, sus mano en mi cintura y otra en mi mano y su susurro suplicando que dejara el enfermizo amor que tenía, era una clara señal que él estaba dispuesto a todo conmigo, luego sus invitaciones a cenar y aquel beso que me dejo temblando a pesar de ser en la frente después de comer una pizza y no un restaurante elegante que tenía planeado.

Carlos fue limpiando mi corazón y le dio paso a un amor de verdad, uno de esos que te lleva hasta adrenalina, peleas y besos apasionados. Fue él que me dio ese pequeño y lindo tip de vida.

Apreciarse a sí mismo es la clave de todo...

No todo va ser como tu quieras que suceda, hay obstáculos que debes pasar inteligentemente y otros en los que necesitaras ayuda extra.

Porque la vida no se detiene por nadie y si te caiste debes levantarte decidida a que tal vez caigas de nuevo pero ya sabras que es estar abajo y querras levantarte.

—¿Fernanda?

—¿Si cariño? —reaccione—, ¿Pasa algo?

—¡Es hora de irnos!

Él celebro brincando.

—¿De verdad? —me puse de pie para brincar con él.

Me dio un beso suave y apasionado, no importando los demás.

—¿Y si nos vamos? —atrape su corbata para acercándonos más—, ¿Le parece señor Cameron?

—Hmm, definitivamente señora Cameron. —me beso de nuevo—, Roma nos espera con los brazos abiertos.

Agarro su mano para ir a la salida despidiendonos de todos y todas.

Mamá y Lourdes son las últimas en darnos un enorme abrazo para salir en el auto de recién casados.

Mi vida esta completa...

FIN