Vientre en Alquiler #1

41.

NARRADOR

Después del encuentro con Andrew todo fue más tétrico en la vida de los Cameron y con ello el reciente entierro de Josh plagado de periodistas molestos para la familia.

Fernanda era interceptada por los periodistas al entrar y salir del trabajo incluso se metían a la oficina donde ella se encontraba lo cual la llevo a renunciar y  evitar los dolores de cabeza que eso le causaba, Carlos la convirtió en su asistente y eso estaba más que bien para ella aun que él planea hacerla dueña del bufete también. Por otro lado Javier era aún un incógnita sobre su futuro.

Solo se sabía que Javier estaba aun en esa celda de aislamiento, también se le concedió permiso para el entierro de su padre, fue recibido como nunca pensó pues su madre lo abrazó tan fuerte como cuando él era un niño que acababa de lastimarse.

Era un jueves por la mañana cuando Fernanda enviaba todas las invitaciones a sus conocidos y a los de Carlos para su boda y dejaba las invitaciones en blanco que su novio le pidió agregar, por la tarde iría a dejarle su invitación al doctor Garrido y sobre todo a pedirle que él la entregue en la iglesia ya que sin su esfuerzo ella hubiera muerto en el aborto espontáneo del pequeño Sebastián.

—¿Fernanda qué haces? —preguntaba Erin—, ¿Aún haces eso?

—Claro que sí.

Erin quería contarle todo a su hija luego que Carlos y las demás le pidieron decirle la verdad, pero esa verdad no salía ¿Cómo decirle que su padre vivía luego de abandonarlas?

—¿Sabes algo? —Pregunto Fernanda—, Carlos me pidio estas tres invitaciones más pero no se para quienes serán...

Carlos habia apartado esas invitaciones para Harris y su familia.

—Y-yo debo c-contarte algo... —susurro Erin.

—¿Mamá estas bien?

Erin tomo la mano de su hija y la guió a su pequeña sala.

—Es tu padre.

—Mamá ya no hables de él.

—El está vivo mi amor. —Ella tomo impulso ya no debía retroceder—, yo te dije que el murió porque no soportaba verte guardar rencor, aún así, él pueda que lo mereciera.

—Entonces Cuéntame. —prosiguió Fernanda con su corazón destrozado—, dime la verdad.

—Yo lo busque a él muchas veces pidiéndole que te viera pero el se escondia de mí, un día supe porque nos dejo...

»Lo vi salir de su trabajo y lo seguí pensando que por su ardua carrera trabajaba mucho ya que por eso me abandonó en un mediocre departamento, y lo vi con una hermosa mujer que salía de una enorme casa y él la besaba con amor y en un momento dado beso el estómago de aquella mujer.

En ese momento Fernanda lloraba soltando bruscamente la mano de su madre.

—¿HIZO OTRA FAMILIA?

Erin asentía al grito de su hija, no tenía fuerzas para decirle que bajará la voz, debía seguir contándole.

—Él es un médico en el centro maternal Cooper, se llama Harold Harris.

Erin no soporto más la mirada de su hija, corrió hasta su habitación y atrás de ella toby, el sintió que debía de proteger a su dueña de su hija luego de ese grito. 

Fernanda tomaba su pelo con sus manos temblorosas, sudaba y lloraba. ¿Cómo pudo ser tan desgraciado?¿Realmente podría verlo a la cara?

¡Por supuesto que sí!