34.

5.6K 372 77
                                    

NARRADOR

Carlos miraba atónito a su novia, pues no daba credito a que en ese momento iba a dar a luz. Toda la familia se acercó incluyendo Lauren cuando Fernanda gritaba de dolor.

— Tranquilizate —le pedía Lourdes—, es normal el dolor. Debemos llevarte al hospital.

— ¡No! —Grito la embarazada—, no voy a ningún lado hasta que me digan que estaremos bien.

Lauren corrió hasta el agente López.

— Fernanda Santini dará a luz, dice que no va a ningún lado si no le aseguran su vida.

López pensando que solo era un ataque de nervios no se acercó pero miraba a los presentes hasta a la prensa dejar de tomar notas y más bien ayudar a la pobre chica, nervioso se acercó a juez.

— La joven esta presentando trabajo de parto, no quiere irse si no le llevamos protección señor.

Y al escuchar eso el jurado que escuchaba junto con el juez y este también se vieron las caras y uno de estos habló.

— Es nuestro deber proteger la vida, debe ir al hospital o se desmayara.

El juez vio a su jurado y todos asintieron positivos.

— López lleven a la muchacha y a la familia al hospital, nadie más que ustedes deben estar con la familia. Seguridad las veinticuatro horas para detener el plan de los culpables si es que lo ejecutarán estando presos.

La prensa que se encontraba afuera del recinto se sorprendió al ver a los agentes salir a paso ligero con Fernanda en brazos seguidos de la familia atrás.

—¡La chica esta en labor de parto! —, gritaban muchas reporteras— ¡Tomen fotos!

— ¡Abran paso! —El agente López gritaba a los camarógrafos.

Carlos era uno de los más fotografiados de la familia, ellos se fueron en un auto manejado por Carolin y Fernanda en una camioneta con enfermeras que habían llegado por si pasaba algún incidente.

Carlos llamaba a Samuel Garrido.

— ¿Hola?

— Doctor vamos para el hospital, Fernanda está presentando dolores y contracciones...

— Calmate, Carlos, estaremos listos.

—- Gracias doctor.

El camino era una eternidad para Fernanda, el dolor era inmenso y sí ella algún día se quejó de su regla mensual este dolor era quince veces más fuerte.

— Ya casi llegamos, debes calmarte. —Le pedía una enfermera amablemente—, todo saldrá bien.

Al llegar a la emergencia del hospital Garrido ya estaba afuera con tres enfermeras más y una camilla, policías ayudaron a subir a la chica que no gritaba demasiado pero sudaba y estaba roja.

— Que alegría verte.

Garrido trotaba al lado de la camilla, Carlos venía atras de ellos con Carolin, Celia, Erin y su madre.

— ¡Aquí no pueden entrar!

Un doctor familiar para Erin las detenía después que dejó entrar a Carlos.

— Mueve tu trasero de mi camino, Harris. —Lo miraba desafiante Erin—, ella me necesita.

— No pueden entrar, es zona exclusiva.

— ¡Que te muevas carajo!

— Erin, debes calmarte. —Le pedía Lourdes— Ya vendrá Carlos.

Vientre en Alquiler #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora