Girls Like Girls » MoonSun.

Capítulo 33

Solar

Después del receso regresé al salón, pero para mi sorpresa Moonbyul no estaba ahí. Supuse que había ido al baño o a otro lugar, así que me acomodé en mi pupitre mientras sacaba la libreta correspondiente a esta clase. Todos ya habían llegado, incluso el maestro estaría por venir, pero Moonbyul seguía sin aparecerse. Sana lucía deferente, como si estuviera más apagada así que fui donde ella, tocándole el hombro para llamar su atención una vez que se sentó.

─Hey, Sana. ¿Y Moon?

─¿Uhm? No... no sé. ─Me respondió con desánimo e incluso noté preocupación en su voz.

─¿Estás bien?

Sana asintió con la cabeza, y luego se ocupó dándole ojeadas a su cuaderno. Percaté que no quería platicar, así que sin ánimos de ser una molestia me regresé a mi asiento.

Al rato el maestro comenzó con su clase, pero no dejaba de preocuparme por Moonbyul. Sin pensarlo ni dos veces saqué mi celular, manteniéndolo bajo la mesa para que el maestro no me descubriera.

Solar:
Moon, ¿dónde estás?
Ya comenzó la clase.

Envié el texto, pero no lo respondió, ni siquiera marcaba el 'visto'. Insistí enviándole más mensajes, todos en vano porque hasta que acabó la clase continuaba sin responderme. Durante el almuerzo traté de llamarla y nada. realmente comenzaba a afligirme por esto. Había considerado pasar a su casa, pero si ella no estaba allí entonces también preocuparía a su madre. Nayeon tampoco sabía lo que pasó, de hecho a todos los que le pregunté parecían no tener ni idea de su paradero.

Busqué con qué distraerme en casa, partiendo por mis quehaceres y tareas, ya que así el tiempo pasaría más rápido y no me impacientaria tanto por una respuesta de Moonbyul. Cada vez que el teléfono sonaba literalmente corría a revisarlo, pero eran mensajes de todo el mundo menos de ella.

En eso de las ocho de la tarde mi celular sonó, alertándome de inmediato. Una sonrisa apareció en mi rostro cuando en la pantalla se iluminó el nombre de Moonbyul, y sin más distracciones me apresuré a contestarle.

─¿Hola?

─Solar, hola. Perdón por no contestar, estaba durmiendo.

─No te preocupes, me habías preocupado.

─Lo siento, y también lo siento por haberme ido sin avisar.

Moon sonaba algo cansada, lo que me hacía pensar que tal vez estaba enferma y por eso se había ido. Me paré de la cama, y empecé a dar vueltas por la habitación mientras sostenía el celular contra mi oreja.

─Uhm, tranquila, está todo en orden. ¿Pasó algo malo para que te fueras?

─Algo así, me golpeé en el pasamanos de la escalera.

─¿Qué? ¿Y estás bien?

Fue inevitable sonar preocupada, pues si se saltó las clases por culpa de aquel golpe debió ser más grave de lo que me imaginé.

─Sí, solo me lastimé el labio. ─Respondió con tranquilidad, pero al percatarse de que no me conformaba con esa respuesta prosiguió─ Estoy bien, Solar, en serio.

Suspiré, e instintivamente asentí aunque ella no podía verme.

─¿Y tus padres ya revisaron tu herida? ¿Te han ayudado a curarte?