Capitulo 49 Concurso fotográfico

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Estoy en el restaurante de comida italiana en el que Resse me ha traído un par de veces.

Él se encuentra enfrenté de mi mirándome fijamente yo solo evito mirarlo estoy molesta miro hacia un lado con mis brazos cruzados.

-¿Que van a ordenar?

El mesero se acerca a pedir la orden está parado con la libreta en la mano, el menú ni siquiera lo toque.

-¿No se quizás la verdad?

Sé que no debería desquitarme con el mesero pero estoy molesta.

El mesero se me queda viendo extrañado y Resse suspira pero no me dice nada.

-Solo dos lasañas y vino para dos por favor.

Una vez que el mesero anota lo que Resse pidió se despide con una sonrisa y se va, yo sigo sin mirarlo.

Aún no sé cómo fui tan estúpida como para venir con él.

¿Cómo pude venir con un mentiroso? Y ahora delincuente o qué sé yo.

-Isabell por favor ya no estés molesta sé que me pase no debí dejarte pero yo solo.

-¿Pero qué? Por favor dime la verdad no más mentiras, no me digas que fue una urgencia familiar dime ¿Por qué huyes de la policía? ¿Qué hiciste?

El suspira pesadamente y se pasa una mano por su cara después me mira fijamente.

-Está bien, tienes razón huyó de la policía.

Mi boca se abre al igual que mis ojos, es decir yo tenía el presentimiento pero ahora me lo acaba de confirmar.

Tomé un poco de aire y volví a preguntar.

-¿Por qué?

Sin pararse​ se acerca más al centro de la mesa para estar más cerca de mi yo hago lo mismo.

-Me están buscando, cometí errores en el pasado no tuve el mejor ejemplo de padre el me enseñó a hacer cosas que yo antes veía como tener poder, dinero fácil y me gustaba eso. Cuando era niño siempre quise ser como mi padre así que me enseñó a ser una copia exacta de él.

No podía creer lo que decía pero a la vez aún no me explicaba todo.

El mesero llegó con nuestra orden los dos callados solo nos mirábamos yo aún intentaba procesar lo que acaba de decir.

Una vez que el mesero nos empieza a servir el vino en copas de cristal ya se iba a ir pero lo detuve del brazo.

-No espera deja la botella la necesitaremos.

Escucho como Resse suelta una risilla pero se tapa la boca con su mano volteando al lado opuesto.

El mesero deja la botella, se va yo agarro mi copa y me la tomo de un trago después vuelvo a servirme más.

-Está bien, ahora si dime estoy lista.

Digo eso con la copa de vino en mi mano.

-Bueno en pocas palabras, tú y yo nos parecemos más de lo crees.

Lo miro confundida pero continua hablando.

-Me refiero a tus padres, es decir ambos hemos sido unos títeres siempre haciendo lo que ellos quieren han manejado nuestras vidas.

Le doy otro sorbo al vino pero sin querer me la terminó, este vino está delicioso así que me sirvo otro.

-¿Oye no es demasiado? Si ya sé que solo van dos pero tú no estás acostumbrada a tomar debes hacerlo pausado o se te subirá muy rápido.

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