Capitulo 19 La Cenicienta (1/2)

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-Ohh pequeña y dulce Isabell claro que lo harás o no saldrás de aquí jamás.

Lo miro aterrada sus ojos están rojos de coraje jamás lo había visto tan molesto.  

Pero de pronto sus ojos cambian volviendo a su normalidad y es cuando veo que hay especial en en ellos.  Algo que jamás había visto antes. 

Sin más se quita de encima y se pone una camisa eso me desilusiona me gustaba mas así.

También me pongo de pie y voltea a verme.

-Quiero que quiere todo limpio
¿De acuerdo?

Estoy parada aún lado de la cama con la vista abajo y tomado mi muñeca con mi otra mano balanceándome.

-Y..yo no se limpiar.

Digo eso con un hilo de voz sin dejar de mirar al suelo.  Resse se acerca agarrando con suavidad mi barbilla para que lo vea.

-Ay Isabell más vale que lo hagas a menos que quieras quedarte aquí a hacerme compañía.

-No puedes hacer eso.

-Pruebame.

No dice más toma el pomo de la puerta y sale dejándome allí. 

Me siento en la cama pongo mis manos en la cara y empiezo a llorar.  Me siento tan la y no entiendo nada.  Se supone que soy fuerte y jamas lloro pero todos tenemos nuestro punto limite.  

Siempre  soy fuerte pero ya no puedo mas solo soy una chica de 17 años ya no puedo mas.

Siempre  soy fuerte pero ya no puedo mas solo soy una chica de 17 años ya no puedo mas

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También vienen a mi muchas preguntas pero la principal es:

¿Pero que mierda le hice para ser tratada así?

Siempre eh sido buena hija nunca le hago daño a nadie.
Soy una excelente estudiante ¿Y me pasa esto?

Así estoy por un rato pensando en mil cosas y es cuando reacciono.

Me levanto y miro la ventana me acerco para checar si se puede abrir, después de todo yo soy una experta en bajar ventanas.

Pero es inútil la ventana está atorada me lleva la Chin#*@$ da......

Giro el pomo de la puerta y para mi sorpresa está abierta

¡Genial no me encerró me hubiera vuelto loca!

Bajo las escaleras y me dirijo a la salida no hay rastros de el así que  intento abrir la puerta de la entrada pero no se puede. 

Maldito está si la cerro,  escucho un ruido así que voy hacia el llegó a la cocina,  entro y está ¿cocinando?  No sabía que cocinaba bueno en realidad no sé mucho de el.

-Tengo que ir a casa.

Sin voltear a verme.

-Terminas y te vas.

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