Capitulo 65: Tenemos que hablar

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-Mary: Tienes 38°C de temperatura ¿Cómo se les ocurre mojarse en la lluvia como si nada?

Estamos sentados en el sofá, ambos estamos enfermos debido a la mojada, pero había valido la pena.

Aunque bueno mi cabeza dolía, no podía dejar de estornudar y mi nariz no dejaba de escurrir.

-Resse: Fue mi culpa, yo la convencí de hacerlo.

Mary estaba parada frente a nosotros ella había llegado y nos había visto mojándonos, al final resulto que si nos afectó esa simple mojada.

-Mary: ¡Oh tu ni digas nada, que igual te enfermaste! Pero tú tienes 37°C, pero no se preocupen que yo tengo un remedio buenísimo, para la gripe, solo espérenme aquí. No se levanten, necesitan descansar.

-¡Oh no Mary! Ese remedio tuyo no, sabe horrible.

Ella solía darme un "remedio" cuando era niña y enfermaba de gripe, me lo daba a escondidas de mis padres, pues según ellos las medicinas son mejor, pero la verdad es que es remedio era muy efectivo.

-Mary: Pues no me importa se lo van a tomar - Nos mira seria – Ambos lo harán.

Sale de la sala para dirigirse a la cocina mientras yo doy un gran suspiro de frustración, pero Resse me abraza.

-Es mejor que no preguntes que es, pero debes saber que sabe horrible. Aun así es mejor que te lo tomes o la harás enojar y tus orejas sufrirán. Debo admitir es un remedio buenísimo pero su sabor no lo es.

-Resse: Lamento que te hayas enfermado por mi culpa.

-No fue tu culpa. Pero bueno valió la pena, siempre vale la pena si es a tu lado.

Sin más nos besamos, los dos tapados, ambos enfermos. Amaba a Resse, no me podía imaginar una vida sin él.

Nos separamos un momento al darnos cuenta que necesitábamos respirar.

-¡Oh vamos! dime un poema, nunca me has dicho ninguno.

Lo miro con ojos suplicantes y este sonríe acariciando mi mejilla.

-Resse: Yo no sé poemas, solo recuerdo uno que hice de niño por parte de la escuela, el día de San Valentín.

-Entonces dímelo, anda te lo suplico. Te aseguro que me va a gustar y será nuestro poema, no importa como sea.

El rueda los ojos es obvio que no quiere hacerlo pero al verme aun con ojos suplicantes termina por aceptar.

-Resse: A ver está bien, espera era algo así;
"Te has vuelto cada sueño en mi almohada, mi café de las mañanas, la sonrisa que se me escapa sin querer, una respuesta anticipada, mi amuleto de batalla, mi pasado, mi presente y mi después.
Te amo más que ayer"

Días Después

Ahora ya estamos bien, el remedio de Mary nos ayudó, además nos obligó a descansar y eso nos ayudó a mejorar más rápido.

Una vez de eso seguimos con el entrenamiento, al mismo ritmo, sin descansos, pero debo admitir que he aprendido muchas cosas, tengo buenos reflejos y ahora ya se defenderme mejor.

Resse dijo que ahora debía aprender a usar algo más que mi cuerpo para defenderme pero nunca pensé que fuera esto,

-¿Una pistola? ¿Estás loco?

-Resse: Vamos, es necesario, por favor solo tómala, te enseñare a usarla.

-No estás loco, no lo hare. Aun no olvido que tú me amenazaste con una hace tiempo, además mi padre te disparo con otra pistola. No quiero por favor no me obligues.

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