Ocultos.

Te quiero, te tengo, te tendré.

- Mamá quiere hablar contigo.

- Hola

- Hola, mi niña linda.- Quería sonreírle. No se lo merecía pero en mí surgió la necesidad de hacerlo porque es agradable escuchar su voz después de un largo tiempo.

- ¿Cómo están? 

 Está de más ser dura con ella. Pero tengo buenas razones para hacerlo. Una de ellas es que se la ha pasado hablando sólo con Lance, y no es que eso sea malo o me moleste, no del todo puesto que yo la he tenido bastantes más años. Pero el problema está en que cada vez que tomo el teléfono, casi arrebatarlo de Lance, ella se excusa diciendo que tiene trabajo que hacer, que me cuide y que me ama. Y cuando le pregunto a Lance qué es lo que le dijo, él se guarda todo, diciendo sólo que me ama y que tiene trabajo qué hacer. El colmo. Siempre hemos sabido que la genética entre mi madre y mi hermano es fuerte, pero para que digan prácticamente lo mismo, eso es confuso, eso me molesta. 

- Muy bien amor.- Un suspiro salió de su voz. Eso significa que ella está preocupada.- Hemos tenido buen trabajo Donal y yo. Él me ha dicho que te manda muchos saludos y que está feliz de no tener que guardar su comida.- Ahora sí reí, de vergüenza. Donal al dejar su comida en la camioneta, el almuerzo que debería ser ingerido por él, era consumido por mi cuando me llevaba a la escuela de vez en cuando, cuando había tiempo. Ahora debe estar feliz de no tener a una ratilla husmeando su carro en busca de comida.- Pero es mentira, él extraña cada defecto de ti. Los dos extrañamos cada cosa de ti y contamos los días o meses para que la familia Brawn vuelva a estar junta.- Miré de reojo a mi hermano quien venía atento a la carretera que enfrente de él aparece. Iba serio, en estado serio permanente. Peor una media sonrisa no evitó mostrar ese hoyuelo en la parte derecha de su mejilla, uno que heredó de mi madre. 

- Yo también te extraño.

- Jordan...- La voz de mi Loren se escucha diferente. Probablemente sea el trabajo, el estrés de éste o el cansancio acumulado. Sé que está cansada y que hay algo que le pesa pues su voz me lo hizo saber. Sin pronunciar palabra, le di a entender que estaba escuchando, así que ella siguió.- Por favor toma las indicaciones que Lance te da.- Por indicaciones ella se refería a órdenes. Y por el favor ella se refería a que habría consecuencias si no hacía caso. Tardé en responder, era necesario pensar, aunque bueno, yo al menos no tengo nada qué pensar. Yo no estoy haciendo nada malo. Y además de ello, ella no está aquí para reprender mi comportamiento y aunque tiene él una imagen de virrey, no es suficiente para mi maldito pensamiento tonto.- Jordan.- Habló con voz firme, como imaginándose mis pensamientos.

- Sí. De acuerdo. 

- Eso espero, Jordan Brown.

- Cuídense...- Susurré dejado que las palabras se las llevara en realidad el viento, el poco que entraba al auto. 

- Ustedes también... Los amamos.

Cuando despegué el teléfono de mi oreja para bajarlo y sostenerlo en mis manos, me di cuenta que estaba Lance aparcando en su lugar exclusivo. Al mirar por mi ventana vi algo que no esperaba ver, no del todo, no a él. Andrew, el maldito loco con sus amigas de siempre con quien en frecuentes ocasione he encontrado comiéndose las bocas. A Wes sin nadie, con su mirada dirija a Ryan quien en esta ocasión me sorprendió al verle con una chica también. No lo he visto hablar con muchas niñas dentro del campus, pero no dudo que tenga su maldito pegue al igual que todo ellos. Y ya por último estaba Jack, él tenía puesto su brazo en los hombros de una chica que me daba sólo su perfil, pero que no hacía falta saber más porque con ese simple pose, sé que es bonita. Las ocho personas reían con alegría a excepción de Wes quien solo sonreía.