En el juego no sólo está un sentimiento. Juegan más de cinco (Dorian).

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- Cada vez tengo más ganas de que veas todo lo que hemos logrado por ti, por ustedes... Pero tiempo al tiempo. Las cosas no se deben forzar. O bueno, no en su mayoría.

- Hay veces que te siento como una completa extraña, madre.- Rió suavemente en sincronía con  mi fuerte carcajada. 

- Somos una familia extraña cariño, por si no te has dado cuenta. 

- Sí, lo somos.

Iniciando con ella y sus grandes ganas por vivir la vida siempre con una energía increíble, siempre con las ansias enormes de quererse comer al mundo con nosotros, con Lance, con Donal y conmigo como si no existiere un mañana. Cada cosa que hacíamos en familia ella se encargaba de decirnos siempre disfruten del momento como si mañana el mundo se les fuera a acabar. Así es ella, haciendo de cada cosa un enorme panorama lleno de vida, de alegría y de amor en donde las cosas de algún modo o de otro saldrán a delante de cualquier obstrucción por más fuerte que parezca porque, o se olvida o se acostumbra. 

Donal, quien era el neutro de la relación siempre se encargó de cuidar de ella, de velar cuando sus trabajo le exigía estrés, cansancio, días y noches encerrada en su despacho o viceversa. Pero siempre ha estado para ella, en las buenas o en las malas y eso se lo agradezco. Siempre siendo el mediador de la situaciones para que la casa no se volviera un confuso continuo de problemas. Él demostró ser bueno para mamá y a eso le debía yo el respeto. 

Y luego está Lance, mi hermano que mi héroe desde pequeña siempre fue. Siendo él quien cobijaba de mi, quien me cuidaba cuando nada creía bueno, quien me animaba cuando ni yo podía  hacerlo, quien me ama aún conociendo lo difícil que puedo ser. A quien no tengo ahora por mi culpa. No debí mentirle, nunca debí hacerlo porque ahora reparar los daños grandes serán peligrosos ya que será tratar de caminar en un suelo tierroso lleno de granadas por doquier. Pero espero que sepa que nunca lo hice con la intención de molestarlo a él porque yo jamás pensaría en dañarlo. 

- Bueno mi amor, como siempre es un gusto saber de ti, de saber que están bien.- Cerré mis ojos con dolor. Mis dedos dolieron por la fuerza con la que sostuve el teléfono.- Comunícame a Lance, amor.

- No está en casa, ma.- Me duela saber que por mi culpa él no sea capaz de entrar a su casa. Sólo por culpa de una arrimada que arruina sus días con tan sólo verla. 

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Te dejó sola?! ¡Ay ese niño me va a oír!

- Salió a trabajar. Algo surgió en el gimnasio y él tenía que ir. Es eso, pero no creo que tarde. 

- ¿Qué pasa Jordan?

- ¿Qué pasa de qué?

- No le des más vueltas y dime por qué tu y él no me quieren comunicar con el otro cada día que quiero hablarles. Por qué ahora tengo que llamar directamente a los celulares de cada uno para poder hablarles porque, o están ocupados o no están en casa. 

- Nada, mamá no exageres. 

- No, no exagero, es la verdad. Llamé haces cuatro días y él me dijo que te estabas bañando, llamé la semana antepasada y él me dijo que estabas dormida, llamé ayer y me dices que estaba ocupado, llamo ahora y me dices que no está... ¿Qué sucede?

Como lo dijo suena a que han pasado días de que él y yo no nos dirigimos la palabra, para mi suena a años. Desde aquella discusión en la sala no hemos hablado desde entonces. Cada vez que tiene la oportunidad de irse lo hace e incluso sin hablarme, simplemente deja la comida, o dinero para que encargue comida, y de ahí en fuera, ni vernos ahora hacemos. 

Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora