El tiempo comienza a correr y con ello, los sentimientos a florecer. (Dorian)

25 0 0
                                    




- ¡He extrañado ésto, no sabes cuánto!- Pudo haberme gustado a lo que él hace referencia, pero luego posó su brazo en mis hombros, que cargan su bien proporciona carne y hueso.

- Sí. No sabes cómo lo extrañé yo.

- No te va la ironía, primor.- Con su otra mano libre, apachurró mi nariz, pero no sólo eso porque los libros que tenía en su mano, pegaron en mi cara.- Lo siento, lo siento.

- Aja.

- ¿Qué haremos mañana? No hemos visto películas ni nada de eso... ¿Quieres ver una?

- Lo que tu quieras. Para mi todo está bien si estoy a tu lado.- Me pegué a él y recargué mi cabeza en su pecho, cual en movimiento anda por caminar hacia mi casillero.

- ¡Eso ni tu lo crees, qué odiosa! - Reímos.

- Bueno. Suena lindo.- Quitó su mano sobre mi y yo aproveché para abrir mi casillero y sacar o meter lo que no me sirve. Lo que utilizaré son mis libros de biología, de matemáticas y de literatura. Lo que no, lo he sacado y metido como quepa mejor en mi pequeño espacio.

- He comprado mucho helado.

- ¿Qué? ¿por qué?

- No dejo de comprar desde que dejaron de hablarse.- Mi acción, la de estirar mi mano para meter mi último cuaderno quedó a la mitad. Parpadee un par de veces para ver si algo mal está conmigo. Pero no , no fue así.- Tuvo la esperanza de no ser odiado por ti o pedirte perdón con ello... A su manera.- Metí el cuaderno en su lugar y después de haber cerrado mi casillero, me giré con algo de lentitud para verlo por fin.- Jordan.- Saludó, mirándome y sosteniendo una sonrisa con su boca. No era real y no sé por qué me la da si no la merezco después de haberlo tratarlo sin cortesía, después de haber sido cobarde y no llamar o enviar texto o buscarlo.

- ¡Eso no es verdad!- Acusó y una manos atravesó por el medio para señalar al "mentiroso".

- Claro que lo es, Andrew. No dejaste de pensar en Jordan.

- ¿Yo?, ¿o tú, Jack? - El modo de burla con lo que lo dijo, ni Jack ni yo lo tomamos así. Fue como una balazo que silenció a todos cuando el disparo salió. Los ojos de Jack fijados en lo míos y los míos en los suyos, fueron el momento de acaparar la indirecta.- Yo... Amm. Jack... Tengo que irme. Los veo luego.- Besó mi coronilla, luego besó la mejilla de Jack y con eso dejó un rastro de fuego por su huida cobarde al saber que ha causado una incomodidad y en vez de hacerse cargo, se larga dejando la carga a otros.

- ¿Te acompaño a tu clase? - Preguntó mientras me hacía paso. Pero no lo hice, no quiero hacerlo cuando tengo la oportunidad en mano ahora que quizá quiere saber de mi.- ¿Quieres dar una vuelta conmigo? - Asentí y él ahora sí sonrió. Creo que conoce lo suficiente de m como para saber que un silencio otorga más que mil palabras.- ¿A dónde quiere ir?

No puedo creer que no tenga nada que decir, o bueno sí tengo. Peor ahora estoy en blanco, estoy perdida al tenerle, al saber que tengo la oportunidad, saber que tengo la necesidad de acercarme a él nuevamente.

- ¿Quieres ir afuera?

- Hace frío afuera para ti. No quiero que te enfermes.

- No hay problema, quiero ir.

- Yo te sigo.

Agregó mientras mis pies seguían un camino que ya es muy usual para ellos. Los pasos de Jack fueron mis acompañantes durante el corto trayecto silencioso. No me gusta la situación de los silencios, o no con ellos, pero no tengo bien las palabras que deseo expresarle de corazón. Es como si algo dentro de mi me hiciera retroceder con cada frase de disculpa o algo convencional que aporte a la conversación muerta. La que en parte yo me encargué de matar.

Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora