Mi vida era tan sencilla, tan normal y estable que no necesitaba de más. Pero de repente, un día de la nada, un día común, un día por finalizar con normales actividades que probablemente a mucha gente le parezca aburrido, monótono, rutinario u ordinario que yo llevaba constantemente día a día, sin querer hacer algo más que saliera de mis alcances tan finitos, tan necesitados y tan sencillos, llega mi madre diciendo que tiene una mala noticia.
Y vaya que fue mala.
"Tenemos que hablar", y así como suene para las parejas amorosas, así sonó para mi. Ese día recuerdo haber bajado de mi cueva para encontrarme a Doanal en la sala de estar junto con mi madre sosteniéndole de la mano con fuerza.
"Tienes que irte"
"Lo siente. Pero es necesario".
Y sé que lo fue. Sé que así como para mi fue difícil despedirme de la persona que siempre veló por mi para ella sería quizá el doble de arduo dejar ir a su bebé, a su niña rebelde de pelos traviesos que nunca dejaron ser domables, igual a mi, o eso decía ella.
Fui ingenua al creer que estar aquí, en un pueblo cualquiera y sin nada interesante, mi vida sería igual de simple que en la ciudad. Pero como muchas veces o como la mayoría de las veces que intentó predecir algo resulta todo lo contrario a lo que mis palabras dicen, este caso no era la excepción.
No ha sido estático, no ha sido inamovible, no ha sido típico y mucho menos normal. Hay muchas cosas que me han sucedido, que a mi mente le es difícil creer en todas esas cosas extrañas que me han pasado.
No he querido contarlo. Lance lo sabe, pero una cosa de varias que he vivido y que prefiero simplemente olvidar, aunque muchas veces la curiosidad mata mi razón. Aunque muchas de las veces hasta yo quiero indagar el tema de los hechos, de mi vida, creo en que existe algo que me impide querer ir más allá de una verdad sencilla. De una verdad que no quiero saber por mis hipótesis no van a salvar mi cordura de tan momentáneos sucesos extraños de entender.
- Jordan.- He tenido días malos aquí y definitivamente hoy no era un día un bueno. No me siento suficientemente lista como salir y afrontar a una persona a quien no deseo verle ni la sombra.- Jordan.- Desperté de mi ensoñación al oír la voz de Lance fuerte. Teniendo mi atención asentí. Pero poco duró porque en cuanto él giró su llave para apagar el motor del auto, me fijé por su ventana y por la mía para comprobar que habíamos llegado en menos tiempo de lo que pensaba. Probablemente sea porque mi cerebro se está acostumbrando a tan larga distancia siendo recorrida muchas veces.- ¿A dónde dices que fuiste con Danielle? - Por una razón buena, por la razón de escucharle su voz un poco distante a mi respeto a la afectividad, no quise voltear a verlo. Me limité a mirar por la ventanilla algunos alumnos que a lo lejos del enorme estacionamiento dejan sus coches a distancia del carro de mi hermano.
- Al centro comercial del centro, ¿por qué?
- ¿Estas completamente segura, Jordan? - Lento. Tan lento dijo las palabras, tan claras y precisas como para que mi mente captara algo detrás de ellas.
- ¿Qué sucede?
- Te hice una pregunta.
- Y yo la contesté, Lance. Fui con Danielle al centro comercial.
Es claro que estoy mintiendo porque no fui ahí con ella, en vez de eso fui tontamente por mi caja, una que abrí llegando a mi casa en cuanto Dorian me llevó o la estación de autobús sin ser necesario decirle que allí me dejara. Sólo llegamos, frenó y sin decir una palabra más, ninguno de los dos, bajé y caminé los pasos restantes a la butaca para esperar el camión que me dejaría a veinte minutos lejos de mi casa Lo último que escuché fue un motor rugir con violencia detrás mío.
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Ocultos.
Vampire- Nada de esto es real.- Murmuré muy segura de mi aunque frente a mis ojos tuviera la real y cruda veracidad. Mis manos temblaban, mi ojos comenzaban a nublarse, mi boca a secar, mi corazón a golpear con rudeza mi pecho y mis oídos a taparse para q...