- Me puedes pasar la pasta.- Miré a Lance. Me extendió el tazón para que pudiera cogerlo de la manera más cortante posible.- Gracias.
- De nada.
Regresé mi vista al plato después de haber recibido el recipiente. Mirar hacia otra parte es una opción, pues la tensión está muy presente entre ambos, como ya es costumbre entre él y yo. Desde el viernes pasado ha estado estresado y sé que mi encierro equivocado con Dorian tiene algo que ver con ésto. No lo culpo, no cuando lo vi tan preocupado queriendo acabar con cualquier cosa que le diera indicios de querer matar a alguien que supiera el más mínimo detalle de mi.
Aquel viernes fue a buscarme como loco por toda la escuela, o eso me dijo Jack quien fue el que me trajo a casa porque Lance se quedó junto con Ryan a arreglar un "asunto". Y eso asunto tiene que ver con Dorian quien no se movió ni un centímetro detrás de mi cuando es que ellos entraron. No tengo idea de cómo es que lo hicieron, lo único de lo que tengo certeza es que los cuatro no pueden permanecer en una sola habitación, o los cinco, juntos sin que comience una gran batalla verbal de palabras tan incoherentes que harían parecer a cualquiera como un loco maldito.
- Mamá llamó ayer.- Habló. Por primera vez dentro de muchas horas vuelvo a escuchar la voz que cada noche llegó a relajarme.- Preguntó por ti. Pero estabas dormida y no te quise despertar.- Sonrió y eso hizo que yo lo hiciera con él... Una de las cosas bonitas que tiene Lance, es la sonrisa sincera y llena de amor que regala sin intención. Bueno, eso y sus ojos, y su pelo y su piel y todo su maldita imagen de la que yo no tengo relación alguna.
- ¿Qué te dijo?
- Quería hablar contigo...- Paró y dejó de de jugar con su comida para mirarme. Sentí cómo es que una mano invisible se posó entre la platica para mediar la situación. Creo pensar que él recuerda que la última vez que ella y yo hablamos y las cosas no terminaron como quería él o ella, porque yo estoy acostumbrada a ser así.- También dijo que el trabajo se les está tornando difícil. Que Donal y ella no han tenido mucho tiempo libre y que...- Su tostada la pasó enseguida de que sus palabras terminaran de salir. Eso me hizo pensar que lo hizo adrede para tomarse tiempo y hacer las cosas más fáciles para él.- Es muy probable que se tarden en llamar.
- Oh.- No puedo decir más, no tengo idea de qué decir ante lo que a él le costó trabajo comentarme. Es más, ni siquiera me imaginaba algo así. No es que el fin del mundo se acerque, pero el que mi madre no llame en un tiempo largo o corto, me pone... Mal, triste dado que no la he visto por mucho tiempo, no años, no medio año, pero sí los días suficientes para echar de menos a la mujer que me dio la vida y con la que siempre compartí la mayor parte de mis días de mi vida, ¡diablos! Quiero creer que eso no me importa, pero por supuesto que lo hace, es mi madre. Sin embargo, siempre he sido "madura" en situaciones que lo requieren y eso es lo que se necesita ahora; no ponerme dramática ante un asunto prioritario donde ellos necesitan apoyo.- ¿Sólo dijo eso?
- Lo de siempre, que nos cuidáramos, que el dinero llegara.- Rodé los ojos al escuchar eso.- Que me hagas caso.- Negué mientras reía dejando que un poco de agua saliera por mi comisuras. Él lo dice de broma para que así lo interprete, pero la realidad ambos sabemos que va por otro lado.
- Sí, me imagino.
- Y que nos ama.
- ¿No sabes...
- ¡Hey, hey hey! - Escuchamos, pero a diferencia de Lance, fui yo quien me puse algo alerta ante aquella voz que no recocí...- ¡Ya llegó la reina, bitch! - Relajé mis cuerpo al verlo pasar por la puerta de la cocina. Venía cargando dos bolsas que de inmediato llegaron a la mesa.- ¡¿Cómo estás mi amor?!, y a ti no te hablo, Lance... Tú dejaste de serlo desde que tú hermana llegó.-Andrew besó mi coronilla. Me rodeó para sacar de la alacena de los trastes un tazón hondo donde previamente le vertió bastante pasta de la que Lance y yo comíamos.
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Ocultos.
Vampire- Nada de esto es real.- Murmuré muy segura de mi aunque frente a mis ojos tuviera la real y cruda veracidad. Mis manos temblaban, mi ojos comenzaban a nublarse, mi boca a secar, mi corazón a golpear con rudeza mi pecho y mis oídos a taparse para q...