Ocultos.

Que se explique lo que no tiene explicación

¡NO ME JODAS, JORDAN! ¡TIENES QUE IR! ¡SOY CAPAZ DE IR HASTA TU CASA, SACARTE DE LAS MALDITAS GREÑAS ASÍ ESTÉS EN PIJAMA Y LLEVARTE  POR LAS BUENAS O MALAS!

Mataría por haberla visto gritarme todas esas cosas en mi cara. Sus facciones debieron haber sido un poema grato del que representó mil y una emociones.  

Mi hermano no te dejará, así que deja de molestarme. No puedo, no querrá. 

Respondí enviándole esas palabras para que dejara de insistir y sepa que esa es una de las razones del por qué no quiero ir. 

No sabes de lo que soy capaz. No has conocido los trucos que tengo debajo de la manga para convencer a la gente de todo lo que yo diga, linda. :)

Está loca y ahora lo confirmo más. 

- ¿Se puede? - Preguntaron atrás de mi. Giré mi cabeza la que estaba recargada sobre la cama, para mirar su cuerpo

No querrá. Deja de joderme. 

Asentí. Dejé mi celular a un lado para mirar entrar a Jack hacia mi habitación. Se veía tan guapo arreglado de ese modo que podía tomarle una foto si fuera fotografía o tuviera una cámara como la de Dorian. 

- ¿Cómo estás, Jack? - No me paré aún cuando él llegó y se sentó en el borde derecho de mi cama.- No te había visto.

Llevábamos buenos días sin vernos, ni siquiera en el instituto lo vi. No he querido preguntar nada, mas no quiere decir que no me importe, porque de que su ausencia no pasa desapercibida.

- Estoy bien. He estado ocupado, ya sabes. Mi madre prepara algunos preparativos para una ceremonia. 

- ¿Se va a casar?

- No, Jordan. No es por eso.- Rió también él, pero yo dejé de hacerlo. Hubiera sido lindo ir a una boda, a bailar, a comer aunque no me gusten las bodas.- ¿Quieres ir a una boda, o qué? - Preguntó haciendo una cara de entre sorpresa y alegría. Levanté mis hombros. Aproveché el estar parada y decidí acostar mi cabeza en sus piernas con mucho atrevimiento. No me importó ahora, simplemente quise hacerlo y a él pareció no molestarle. 

- No, pero... Bueno...- Él es amigo de Lance. Él podría convencer a mi hermano de que me dejé ir a la fiesta, así que...- Me gustan las fiestas.- De verdad sí me gustan, puedo divertirme, bailar y hacer lo que quiera porque sé que no muchos se acordarán de mi bailes ridículos. Además, los mensajes de Danielle que no ha secado, me hacen recordar que tengo una oportunidad de ser una chica un poco más normal que sale de vez en cuando y puede divertirse con los amigos de su hermano, con mi amiga loca con la que no he tenido muchas oportunidades de salir fuera del instituto y ahora sí que sean salidas verdaderas.

- ¿De verdad? Yo creí que eras...

- ¿Diferente? - Pregunté con gusto al verle la cara roja por mi pregunta.- ¿Rara?, ¿antisocial?, ¿amargada?

- Eso nunca lo he creído.- Dejó de mirarme para mirar hacia la ventana, y evitar mis ojos profundos que sólo quieren hacerlo sonrojar más.- Es sólo que... Me preocuparía verte fuera de mi alcance.

- ¿Por qué  fuera de tu alcance? No es como si tuvieran que marcar líneas para prohibirme cosas. - Fruncí el ceño. Él dejó de evitarme para hacer contacto conmigo y acariciar mis cabellos, despacio

- No, no pienses que lo digo con un motivo de control, es sólo que no podría cuidar de ti, Jordan. Y eso es algo para lo que nací, para cuidarte siempre, así el destino cambie y no esté a mi favor.