Quiero matar a todos lo que aceptaron su locura... (D)

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Los nerviosismos de los presentes, sobre todo los de mamá, no me hacían sentir mejor. Yo no aportaba nada y eso me frustraba porque soy parte de esto y ninguno de esos hombres tercos que acusa a la mujer sin razón me dejan hablar. Sólo gritan cuando tiene un idea, pero si no es tan buena es rechazada enseguida por lo restantes. 

La mano de mamá la comencé a acariciar para bajarle el temor. Sé que tiene miedo y que está temerosa por mi y eso no lo puedo soportar. Desde la noche del año nuevo, todo volvió a ser como lo era; estresante, tedioso, gritos por aquí, gritos por allá, todos estaban muy estresados y cansados de no dormir, de pensar y pensar en Milla y todo lo demás.

India veía la ventana desde hace como dos horas. No ha parado de acariciar su cadena colgada sobre su pecho mientras susurra cosas que ella cree que sólo entiende... Pero que en realidad sé qué significa sin siquiera saber esa lengua. Y cada vez que lo repetía quería ir y decirle que ya parara porque sólo nos pone más nerviosas. 

Liza había preparado té para todos nosotros, para los presente pocos que pensaban y pensaban en qué día ella vendrá... Estaban organizándose y tratando de entender a los demás, tomando en cuenta sus sugerencias para proteger Copa cuando eso suceda. Cosa que no pasaría en mucho tiempo, porque Milla es una perra inteligente y el tiempo aquí es el peor enemigo de ambos bandos. 

- ¿Quieren más té?

- ¿Tienes más galletas?

- Claro que sí, linda. - Volvió a irse para su cocina. Pero no era suficiente tenerla a ella y a una restante cerca. 

- Mamá, ¿me prestas tu teléfono?, no traje el mío y quiero llamar a Ryan... 

- ¿Para qué? - Buena pregunta, no pensada respuesta. 

- Sólo quiero, decirle algo... 

- Espera, voy por él. 

- Sí... 

En cuanto ella se fue me levanté como torbellino aprovechando el tiempo poco que mi madre salió de nuestra vista para acercarme a India. 

- Tenemos que decirles el día que va a venir.- India dejó de jugar con su cadena y hablar en susurros para mirarme con mucha sorpresa.- Sí, yo también sé cuando vendrá, pero no quise decir nada porque pensé que tú lo harías... Pero al ver que decides guardarte un secretito que mortifica a la familia yo tendré que hacerlo. 

- Eres mucho más poderosa de lo que yo imaginé. 

- No sé a lo que te refieres, pero sólo quiero ayudar en algo. Me siento inútil sólo ser una maldita damisela en apuros. No quiero serlo. Quiero ser mi propio guardián.

- No sé si ellos quieran arriesgarte. Y la verdad yo tampoco quiero hacerlo, cariño.- Su mano arrugada y gordita envolvió mi mano.- Aunque ahora que no soy la única que piensa igual, he pensado en una opción.

- Pero.

- Pero llevará tiempo. 

- ¿Qué es? 

- ¡Vengan aquí! - La anciana les habló a las personas que al parecer no escucharon nuestra pequeña platica porque están sumergidos en su duelos de conversación. 

- India, dice el imbécil de Lance  que probablemente sea en dos semanas... ¿Por qué mierda crees eso? Dile que es estúpido. 

- Lance eres un estúpido y Andrew... Tú también lo eres.  

- ¡¿Y yo cómo por qué?!

Apagó el cerillo con el que había encendido su pipa con la hierba que la tranquiliza. El humo que expulsó primero cayó en mi y luego se esparció por alrededor de mi cabeza. 

Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora