Parte final de la historia.

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¡Santísima mierda!

¡MIERDA! Volví a gritar dentro de mi cabeza, dentro de mis pensamientos, de mi cerebro que no dejaban de sentir un dolor punzante y al parecer inquebrantable, tanto por mi cuerpo, por mi cabeza y sobretodo por mis extremidades. Es extraño saber que nada de ellas hace caso a mis órdenes de levantarse, o ya como mínimo lograr abrir mis párpados. Pero poco puedo, o mejor planteado, nada puedo. 

- Tuvo suerte de que estuvieras cerca.

Voz. 

Una voz. 

Esa voz.

Yo escuché una voz antes de perder el conocimiento, antes de dejar de sentir el dolor, un quemar por mi cuerpo.

- ¿Dices que estaba tirada?, ¿Desmayada? - Esa voz sí me daba gusto oír, sin embargo no como suena ahora, dolida, triste, desesperada. 

- Percibí algo extraño dentro del bosque...- Se calló una voz gruesa que no reconocía por más que intentaba recordar dónde es que la he escuchado por al menos una vez.- Una luz roja permanecía intensa. Decidí buscarla, no muy cerca de tu casa  claro.- Volvió a pausar.- Pero conforme me acercaba a la luz ésta se desvanecía. Es como si intentara mantenerse sólo para una persona.- Un silencio bastante fuerte se paró entre los hablantes. El silencio duró más de lo esperado sin que nadie dijera nada, hasta que él comenzó de nuevo.- Y entonces, escuché los gritos de tú hermana.

Mis gritos. 

  - ¡AYÚDENME! ¡AUXILIO!.- Es estúpido gritar, es más estúpido hacerlo porque el dolor no me lo permitía, pero al menos tenía que intentar algo para que alguien se apiade de mi dolor. Del dolor que ahora seguía ese mismo, pero en mis piernas.- ¡LANCE! ¡AUXILIO!.- Si eso no me parecía lo más estúpido, ésto lo era. Él ni siquiera está en casa, ni siquiera escuchaba mis gritos, ni siquiera vendría por mi.  

Sí, ya los recuerdo. Lo que no sé es ¿por qué gritaba?, ¿qué hacía que ese desgarre de garganta no me importara?

- ¿Cómo es que estabas en el bosque?

- ¡Lance, cálmate! - Un golpe final remató lo escuchado. Un sillón siendo bruscamente movido se presentó. Por más que intente abrir mis ojos, éstos no querían ceder y eso comenzaba a irritarme, a desesperarme porque deseaba ver qué está pasando allá afuera, frente a mis párpados cubriendo mi visión.

- Fue nuestro día de cacería.- Regresó aquella voz firme y gruesa, a diferencia de un principio es que ahora tenía un leve tono de cansancio...Espera, Jordan... Dijeron cacería... ¿Cacería?, ¿Cazar animales?.- Yo permanecí más tiempo fuera. Es ese el motivo de que la encontré.

- A tiempo.- Una mano inesperada, invasora, tocó mi mejilla izquierda muy suavemente, como si el toque que me daba temiera volverlo más tosco y lastimar la parte que rosa. La voz provino de algo cerca de mi, de alguien muy cerca de mi y esa voz la reconocería perfectamente, es de Jack. 

- ¿No viste a nadie cerca?, ¿algo que indique quién pudo haber sido o cómo es que le hizo eso? 

- Está reaccionando, Lance.- Fue suficiente para sentir como parte de lo que sea donde esté acostada se haya sumido.

- Jordan.- Susurró con derrota.

- Lance.- Articulé. Traté de que mi voz sonara lo más creíble posible de que estaba en buenas condiciones, aunque la verdad el cuerpo lo sienta como si algo grande y pesado me hubiera pasado por encima durante un buen tiempo y por varias pasadas. 

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