R.P.G. El Despertar De Las Bestias.

CAPITULO 4

CAPITULO 4

Se reanuda el juego

Arnoldo, junto a los refuerzos, estaban buscando rastros del asesino en la estepa. Pasaban por la vegetación cuando una bestia salió de repente por la parte de atrás, inmediatamente un agente le apunto con su rifle, pero Arnoldo lo detuvo antes de que disparara y mató la bestia con su cuchillo.

- No usen sus armas en las bestias -ordenó Arnoldo -. El ruido podría atraer al asesino. Aunque este herido todavía no sabemos que es capaz de hacer.

- Estas exagerando -dijo uno de los agentes cuestionando la autoridad de Arnoldo -, solo es un hombre.

- Sus ordenes son obedecer mis ordenes -dijo Arnoldo imponiendo su autoridad.

Los agentes no quedaron muy convencidos por Arnoldo.

Mientras tanto en la enfermería de la comisaria. Eris cuidaba de Betty. Betty estaba consiente acostada.

- Muchas gracias por cuidarme, pero estas perdiendo tu tiempo -dijo Betty en un tono sincero.

- ...¿Pero qué estas diciendo? ¿Otra vez tiene que ver con eso que creas que deberías estar muerta?

- No te he dicho bien el motivo del por que debería de estar muerta

- No hace falta -dijo Eris para que no recordara sobre su trauma.

Betty aun así decidió contarle la verdad.

En aquel día que fue cuando surgieron las bestias, ella tenía que ir a la escuela pero ella se había ido de "pinta" con otros compañeros que se iban a fumar. A la hora que surgieron las bestias, habían surgido a la mitad de la ciudad, el veneno de la niebla que salió de esa zona alertó a los ciudadanos pero lo que vino enseguida fue una sed de sangre de las bestias que arrasaban con todas las personas. Betty fue llevada a un lugar seguro pero su familia no sobrevivió, tiempo después se enteró que su familia había llegado a la escuela por ella pero murieron tratando de encontrarla.

- No se supone que debo estar viva -dijo Betty apretando su única mano fuertemente.

- Ellos estarían felices por que te salvaste -dijo por reflejo Eris.

- Desde entonces me había querido matar pero siempre me he acobardado. Por eso estoy aquí, es mas fácil dar la vida sacrificándome por alguien mas.

- ... -Eris entendía en parte lo que decía pero no soportaba la idea de que muriese.

- Deberías ir a casa de Raúl, ya que esta a punto de cometer la mayor estupidez de su vida.

- ¿Cómo sabes?

- Poderes psíquicos

Eris de inmediato fue para la casa de Raúl.

Mientras tanto, Arnoldo y los refuerzos llevaban horas buscando a David, hasta que hallaron algo que los dejó intrigados. Era un pequeño campamento que le pertenecía a David. Inmediatamente Arnoldo fue a esculcar.

Lo único que halló que le pareció interesante fue un cuaderno escrito por David tipo diario y se lo guardó.

- Ya se esta siendo tarde vámonos -dijo Arnoldo de una manera tranquila.

- Regresará aquí, será mejor ocultarnos y emboscarlo cuando vuelva -dijo un agente.

- Si se hace de noche los emboscados seremos nosotros -dijo Arnoldo seriamente.

- No tengo que hacerte caso, yo he sido policía hace mas tiempo que tu. Esto no es un jueguito de los que tanto te gustan. Aquí hay personas en peligro de muerte.