R.P.G. El Despertar De Las Bestias.

CAPITULO 27

CAPITULO XXVII

El nido de Osnar

Equipo del equipo 1:

· Raúl.

- Armadura antibestias.

- La Chingona 2.0.

· Arnoldo.

- Armadura antibestias.

- Espada gigante.

- Macana metálica.

· Eris.

- Armadura antibestias.

- Cañón de mano.

- Subfusil perforador de plasma.

Raúl y Arnoldo se dispusieron a entrar a la neblina a buscar el laboratorio que describió David en su diario y para eso tuvieron que pasar por dentro de la niebla.

El lugar se veía muerto, había pocos rayos del sol en esa espesa niebla. Los árboles no tenían ya hojas encima y solo podían ver a unos metros de frente.

— Guarda tu repelente. Con el hecho de respirar aquí nosotros reaccionamos como repelente —explicó Arnoldo.

Raúl cerró su repelente y al ver el lugar dijo:

— Si se acerca una bestia no la veremos hasta que sea demasiado tarde. Hay que ir con cuidado.

— Atento si oyes algo raro.

Eris por su parte estaba explorando el pueblo con Yan.

El pueblo estaba repleto de insectos bestiales y cadáveres en total descomposición.

— ¿Estas bien Eris? —Yan le preguntó al ver muchos cadáveres.

— Si, yo ya he visto muchos lugares así, estaré bien.

Paso un rato y Eris empezó a escuchar algo extraño.

— "debes irte ahora"

— ... —Eris volteó con Yan — ¿escuchaste eso?

— ...Creo que no fue nada —dijo Yan algo asustada.

De repente de donde se escuchaba la voz vio que salía alguien. Eris y Yan estaban muy aterradas.

— Disculpen estaba hablando solo otra vez —dijo Roy mientras salía de una esquina.

— ¡Casi nos matas del susto! —gritó Yan.

— ¿Que hacías por acá? —preguntó Eris.

— Estaba revisando el pueblo con mi velocidad, pero no veo nada extraño. ¿Y ustedes a donde iban?

— Vamos al lago.

— Esta a unas cuadras por allá —Roy les indicó el lugar —. Pierden su tiempo no encontraran nada.

Eris y Yan aún así decidieron seguir. Roy las acompañó.

Mientras tanto Raúl y Arnoldo se encontraban cercas del laboratorio. Se dieron cuenta cuando vieron camionetas militares abandonadas.

En el camino vieron hongos de distintos colores y formas creciendo por todos lados.

— Nunca había visto esos hongos —dijo Raúl curioso.

— Crecen solo dentro de la niebla y son muy peligrosos.

— ¿Qué hacen?

— Tienen efectos al consumirlos tan letales y poderos que podrían volver tu cerebro en un liquido que se saldría por las orejas o al comerlo podría volverte una bomba.