CAPITULO 34

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CAPITULO XXXIV

El final de los Skulls

Arnoldo les explicó su plan, y rápidamente después Eris curó a Mónica, aunque tenía marcas de quemaduras en la cara que no se les pudo quitar.

Mónica no supo como reaccionar a la razón de que la salvaron. Raúl y los demás le explicaron rápidamente el plan y aceptó sin dudar.

Eris podía, con uso de su habilidad, hacer que la mente y cuerpo reaccionará y de estar el cerebro en buen estado revivir a la persona si no había pasado tanto tiempo. Ella se quedó preparada para usar su habilidad en la cabeza de Raptor.

Sin perder más tiempo pusieron en marcha su plan.

· Arnoldo, que se sentía un poco mejor, uso su habilidad de niebla paralizadora en el agujero de la ventana, que gracias al ataque de Raúl era más grande, para paralizar a los tipos de afuera.

· Eris junto a Mónica, con uso de sus habilidades, controlaban la habilidad y brazo de Raptor, que se encontraba muerto, para hacerlo muy delgado y alargarlo para poder abrir la puerta desde el otro lado.

En cuanto abrieron la puerta se fueron a buscar la cabina para manejar el vehículo donde estaban. En eso se encontraron con el hombre que le había robado la espada a Raúl, Tavo. Raúl lo vio con gran rencor.

Mientras tanto los vigilantes del pueblo de los Skulls vieron a lo lejos helicópteros del ejército que venían hacia ellos.

En otro lado, los dos hombres que se encargaban de lo prisioneros secuestrados estaban a punto de interrogar al jefe, que se estaba despertando atado en una silla, cuando recibieron una llamada de que se aproximaban enemigos.

— ¡Imposible! No hay manera que no hayan encontrado.

Uno de los helicópteros se posicionó y apuntó al vehículo gigante con un lanzacohetes, a lo cual informaron a su superior.

— ¡Cambien de posición y activen el escudo!.

Poco a poco el vehículo fue avanzando y activaron el escudo, pero este no parecía funcionar a lo cual reportó por radio a sus compañeros.

— ¿Qué rayos esta pasando? —se preguntó el hombre que estaba por interrogar al jefe.

— Je je je je —el jefe se rió sin decir nada.

— ¿Y tú de que te ríes? Acaso... —el hombre recordó algo importante —. ¿No tenias uno de los collares de la prisión en tus manos?

El jefe se volvió a reír.

El jefe, cuando estaba escondido en el vehículo, al ver al hombre que tenían escondido supo que de ahí venia el escudo a lo cual el jefe le había puesto el collar para que no volvieran a usar su habilidad y sean rastreados.

El vehículo, el cual estaban Raúl y los demás, fue impactado por el disparo de un lanzacohetes. El vehículo perdió el control y se volcó.

Los Skulls entraron en guerra con los militares que venían en camionetas y demás.

Raúl y los demás se encontraban heridos por el impacto, salieron como pudieron del vehículo para escapar. Cuando de repente los detuvo Tavo, que se encontraba levemente herido, y le mostró la espada que le robó a Raúl.

— Tenemos que irnos —dijo Eris.

— Váyanse ustedes —dijo Raúl sin ver a sus amigos.

Eris iba tras él pero Arnoldo la detuvo con su habilidad y se la llevó junto a Mónica a un lugar seguro, después de decirle a Raúl:

— Te había dicho que si seguías obsesionado estarías solo y pienso cumplirlo —dijo Arnoldo

Tavo comenzó a usar su habilidad con la espada de Raúl para atacar desde lejos. Raúl intentó acercarse a él con su habilidad, al acercarse Tavo lo arrojó a otra parte.

— Estas demasiado herido para hacerme algo —dijo de manera burlesca Tavo.

— No pienso irme sin mi espada.

Tavo empezó a usar su habilidad con la habilidad de la espada para potencializar su ataque. Raúl apenas podía esquivar los ataques que de acertarle uno podía morir.

— Puedo sentirlo estas a punto de rendirte.

— Si quieres darme tendrás que ser más rápido —dijo Raúl mientras intentaba acercarse.

Tavo fue más rápido cada vez hasta que, le había dado en el brazo a Raúl. El brazo derecho de Raúl salió volando y Raúl, atormentado de dolor estaba en posición fetal.

— Pudiste vencer a nuestro líder y nuestra comunidad esta a punto de desaparecer pero te pudrirás en el infierno a partir de ahora —dijo Tavo mientras lo veía desde lejos.

Un ruido como alarma sonaba desde la espada y Tavo no supo que hacer. Raúl se le quedo mirando mientras que una poderosa explosión acababa con la vida de su enemigo sin importarle que la explosión le había llegado.

Al escuchar la explosión Eris se escapó del cuidado de Arnoldo y fue con Raúl, pero soldados estaban rodeando el área y no la dejaban pasar.

— Alto ahí, no puede pasar —dijo uno de los soldados apuntándole con su arma.

— ¡Déjenme curarlo el no tiene nada que ver con los Skulls! —gritó desesperadamente Eris.

Los soldados sometieron a Eris.

...

Tiempo después en un cuarto de hospital Raúl estaba recobrando la conciencia.

— Eres un tipo realmente increíble, haces honor a tu leyenda dijo un tipo que estaba junto a él —. Espero y que te guste tu nuevo brazo.

Raúl vio su brazo y no podía creer lo que veía. Tenía un brazo mecánico bastante funcional.

— Es cortesía, por habernos ayudado.

— ¿Qué paso con mis compañeros y el jefe?

— Tus compañeros están mejor que tú, en cuanto te vieron que te ibas a recuperar se fueron. En cuanto el jefe... tuvo una pelea con sus captores... no pudo lograrlo.

— ...eso no puede ser cierto —dijo Raúl con la mirada baja.

— Te interrogaremos un poco y podrás irte a tu casa.

Raúl accedió y tuvo un triste largo camino.


R.P.G. El Despertar De Las Bestias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora