R.P.G. El Despertar De Las Bestias.

CAPÍTULO 49

Capítulo XLIX

La tragedia se hace presente ante Eris.

Unas nuevas bestias habían emergido, con el tercer despertar y con la barrera repelente del pueblo destruida por un lado las bestias comenzaron a invadir el pueblo donde Raúl y los demás estaban combatiendo con unos nuevos enemigos.

Bestias se estaban acercando a la casa de Raúl siendo atraídas por algo.

– Si no vienes conmigo ahora morirás junto con todos en el pueblo –dijo el hombre extraño.

Eris se dió cuenta que la sustancia que había arrojado atraía a las bestias.

– ¿Qué has hecho? –Eris preguntó asustada.

El hombre extraño estaba por tomarla por la fuerza cuando una bestia salió por la ventana; la bestia era un cuadrupedo con un pico de ave del tamaño de un perro grande.

La bestia atacó al papá de Raúl encimandose mordiendo un lado de la escopeta y destrozándola de una mordida. Eris reaccionó de inmediato y le disparó con su Magnum, la cual solo hizo que se le quitará de encima.

El hombre extraño estaba por usar su habilidad de parálisis, pero como si se tratase de un reflejo, Eris le disparó con la Magnum y le dió en una bolsa que tenía la sustancia que atraía las bestias.

Desesperado, el hombre extraño intentaba quitarse el líquido con sus manos, pero la bestia con pico de ave ya lo había matado devorandole media cara.

Eris, que ya se sentía acostumbrada a esos sucesos, se junto con los padres de Raúl para buscar un sitio seguro.

– Estoy segura que mi hijo sería muy feliz contigo –dijo la mamá sintiéndose aliviada por un momento.

– ...tenemos que salir de aquí –dijo Eris algo distraída.

Un ruido raro se escuchaba bajo tierra, justo debajo de Eris, la madre lo notó y como fuese un instinto materno protector se puso en el lugar de Eris y por debajo de la tierra salió una bestia con un grueso taladro en la punta de la nariz que salto y perforó a la mamá.

El papá y Eris quedaron en shock, pero Eris tomó al papá por la fuerza y se lo llevó a la cochera.

– ¿Cómo pudo haber pasado esto? –un gran coraje invadía al papá.

– Debemos controlarnos y... –Eris no podía terminar la oración.

La bestia con pico de ave estaba por romper la puerta de la cochera cuando un sonido extraño hizo que se alejará la bestia de la puerta.

De inmediato tomaron el carro que estaba ahí y abrieron la cochera para salir de lugar.

Ya estaban saliendo y la bestias poco a poco estaban invadiendo la casa.

El papá veía con gran tristeza como todo lo que quería lo estaba perdiendo por las bestias. Paró el carro.

– Tengo que ir por mi mujer, aunque ahora sea un cuerpo sin vida no puedo abandonarla.

– No diga eso.

– Las bestias no te seguirán están siendo atraídas todas a la casa. No te culpes y por favor haz que mi hijo sea el héroe que salve el mundo de las bestias.

El padre se bajó del carro y fue directo a la casa. Eris lo siguió pero escucho el sonido que escucho cuando estaba en la cochera y cuando miró fijamente arriba vio una bestia que era como una cabeza flotante con tentáculos, de un metro de diámetro y ojos espeluznantes los cuales cambiaron de forma y con la simple mirada paralizó a Eris. El papá se dió cuenta y protegió a Eris como su esposa lo hizo, tomando el lugar de ella.

La bestia lo mordió y le desgarró el cuello al papá.

Eris no gritó ni nada, solo salió huyendo del lugar a pie sintiéndose avergonzada asustada y sin saber cómo le explicaría a Raúl lo sucedido.

A Eris ya le había tocado ver morir a gente importante a su cargo; compañeros, familiares, amigos y compañeros. Pero nada se comparaba con esto y apesar de que no los conocía bien, sintió igual que cuando perdió a sus padres.

Eris se quedó en un parque sola mientras las demás personas buscaban refugio y decidió enfrentarse a las bestias y demás enemigos que venían por ella a solas. Fue difícil pero decidió separarse del equipo por el bien de todos.