CAPITULO XXIV
El renacimiento de Raúl.
Sus armas ya estaban listas para atacar pero sus mentes parecían no estar listas para ello.
Llevaban un rato de camino y Raúl empezó a sacar plática.
— ...llevamos mucho tiempo en el camino, vaya que a estos vehículos les rinde la gasolina
— No usan gasolina. Son motores de hidrogeno. Perfectos para la escases de gasolina —explicó Arnoldo.
— ...¿y dime tu nueva habilidad de que se trata? —preguntó Raúl curioso.
— Pronto la verás en acción, solo te diré que va bien con mi espada —presumió Arnoldo.
— ...¿Y qué hacemos ahora?
— Iremos por provisiones al pueblo de Rio chico.
— He oído que se mantuvo bien después de haber sido atacado por las bestias.
— Si y ahora gracias a ti ese pueblo y otros... y todo el mundo en general esta mas seguro con el repelente.
— ...si
Raúl se quedó viendo la ventana como si algo le preocupara y Arnoldo lo notó y empezó a sospechar.
Ady, que era una de las agentes vio en el camino unas bestias y les informó.
— Señores tenemos 3 perros cocodrilos cercas, creo que podemos pasar sin que nos noten.
Arnoldo aprovecho la oportunidad para ver algo.
— Vamos tras ellas —dijo Arnoldo.
— ...no desperdiciemos el tiempo en eso —dijo Roy que se encontraba en el vehículo con ellos.
— Quiero ver algo. Yan acompáñanos —Arnoldo le hablo a otra compañera que estaba con ellos.
Arnoldo, Raúl, Eris y Yan bajaron del vehículo cercas de las bestias.
— ¿Qué habilidad tienes tú? —Raúl le preguntó a Yan.
— Puedo detectar en cualquier ángulo en un radio de 15 metros bestias de todo tipo.
— Ya veo, eso es muy útil.
— Era la única que sobrevivió de mi pueblo justo cuando subí de nivel desarrollé esa habilidad que me sirvió para mantenerme viva hasta que ellos me salvaron —contó Yan.
— Y te uniste a ellos según veo.
— No tengo a donde ir así que acepté.
Llegaron al lugar y una de las bestias se percató de su ubicación.
— Muéstranos lo que tienes Raúl —dijo Arnoldo ordenándole a Raúl que atacara.
Raúl se mantuvo a distancia de la bestia la cual solo lo miraba.
— Idiota —dijo Arnoldo en voz baja.
Eris al escuchar a Arnoldo no podía comprender que es lo que le pasaba.
La bestia se le dejo ir a Raúl y cuando quiso usar sus flamas Raúl usó su paso veloz para atacarle con su otra habilidad y arrojarlo para rematarlo. Ya muerta la bestia Arnoldo se acercó a Raúl.
— ¡Muy mal! ¡así no se pelea! —expresó enojado Arnoldo.
— Le gané y lo hice de manera segura.
— Perdiste tu oportunidad de matarlo de un golpe. ¿Acaso quieres darle oportunidad al enemigo para matarte? —dijo Furioso Arnoldo.
Raúl sintió incomodidad, nunca había visto a Arnoldo así.
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R.P.G. El Despertar De Las Bestias.
MaceraA causa de una fuerza misteriosa el mundo fue invadido por bestias, convirtiendo la vida de la personas en un "juego" en donde el "subir de nivel" puede volverse una locura.