R.P.G. El Despertar De Las Bestias.

CAPITULO FINAL

Capitulo final

La evolución del mundo.

Eris era llevada a lo más profundo de la niebla donde una luz roja parpadeante se veía.

- De ninguna manera haré lo que digas -afirmó Eris en todo momento.

- Cambiarás tu forma de pensar al verlo, como todos -dijo el hombre con gran seguridad.

Raúl, que solo tenía un solo brazo y estaba acompañado de Arnoldo, siguieron la luz la cual los llevó a el nido de Osnar.

Yacía ahí un cuerpo moribundo, pálido, y bien arreglado joven sentado en las raíces de un árbol muerto.

El hombre había llegado con Eris en la presencia de Osnar.

Eris sintió un horrible escalofrío era como si un moustro se hubiese comido a un niño para usar su piel.

- ¡Ahora hágalo señor, vuelva a tener la fuerza que tenía!

Raúl estaba apunto de intervenir cuando Arnoldo lo detuvo.

Raúl vio a Arnoldo, el cual señaló a un punzante que estaba cercas dirigiéndose hacia detrás del hombre.

- ¡El reino del hombre se acabó! Ahora la tierra es para la nueva vida.

El punzante que estaba cerca le encajo una de sus extremidades al hombre.

- ...¿Qué...? ¿Por qué me trata de esta... forma? -el hombre agonizaba - vamos señor yo le he servido bien todo este tiempo... Le he arreglado el pelo y cortado las uñas de hasta los pies... Si esta es una especie de castigo de su parte lo entenderé pero por favor no desaproveche está oportunidad que le estoy dando...

El punzante, que estaba bajo el control de Osnar, lo decapitó y Eris se alejó de el.

Eris se puso en posición de ataque junto con Raúl y Arnoldo.

Vieron con cuidado a Osnar. Su escencia era realmente aterradora.

- ¿Qué es esta extraña sensación? No puedo acercarme a atacarlo... Es como si ya estuviera muerto -pensó Raúl.

Raúl observó que sus amigos les sucedía lo mismo, no podían atacarlo, solo lo veían sin bajar la guardia.

Bestias de diferentes niveles se acercaban a ellos, los cuales parecían estar en trance.

Raúl estaba más conciente pero se le hacía muy difícil moverse.

- ¡Eris tienes que dispararle! -Raul le gritó a Eris la cual se recuperó del trance.

Eris disparó su magnum, el disparo fue bloqueado por un Golem.

El disparo hizo que Arnoldo recuperará el sentido.

- ¡Raúl encárgate de él, nosotros te cubrimos de las bestias! -gritó Arnoldo.

Unos parásitos cubrieron a Osnar. Los parásitos, que protegían el cuerpo de Osnar, también lo hacían moverse a su voluntad.

Los ataques de Osnar eran devastadores. Raúl apenas se podía defender con su espada sosteniendola con su única mano.

Arnoldo estaba paralizado, no era capaz de ir en contra de Osnar y decidió bajar la guardia y ocultarse.

Eris miraba y esperaba tener la oportunidad de darle un disparo certero con su magnum.

El pecho de Osnar brillo y expulsó una energía tan poderosa que atravesó todo el bosque. Raúl pudo evitarla.

Eris observó lo invencible que era Osnar. Su mente se sentía débil, Arnoldo ya no tenía control de si mismo y a Raúl le pasaba lo mismo. Era cuestión de tiempo antes de que quedarán al merced de Osnar.