CAPITULO XX
Sueños rotos
Un gran estruendo había sucumbido la mansión y una alarma sonaba desde el laboratorio del sótano.
Anderson mantuvo la calma y le dijo a Eris:
— El repelente necesita de una gran concentración de la sustancia de la niebla para que sea efectivo el efecto —Anderson abrió un cajón de su escritorio y sacó una mascara de gas —. Las tuberías que traen la niebla de los depósitos no son muy resistentes. Esta sacudida debió romperlas desde el sotano. Será mejor que te vayas por la salida de emergencias que hay al final del pasillo bajando las escaleras de emergencias.
— No pienso irme sin mis amigos.
— Tienes que irte, tu vida es importante.
Eris tomó la mascara pero se mantuvo afuera de la oficina.
Mientras tanto el jefe se veía acorralado por khan.
— No sabes lo difícil que será para mi ahora que en vez de manos tenga garras. Desde ahora me será muy difícil limpiarme después de usar el baño —balbuceaba Khan.
— Hmph...Te daré la piedad que estas exigiéndome —dijo el jefe muy seguro de si mismo.
Khan se abalanzo sobre el, el jefe tomó sus brazos a tiempo y lo arrojó con todas sus fuerzas hacia el tronco de un árbol dejando a khan con un gran daño. El jefe se acercó a él y cuando estaba cercas para comprobar si estaba vivo todavía, Khan le desgarró la mitad de la cara.
— ¿Es que no entiendes que nosotros los X somos guerreros inmunes al dolor?
El jefe estaba sufriendo de un gran dolor mientras se tocaba la herida. Khan aprovecho el momento para rematarlo pero el jefe se olvido de su dolor y lo tumbó y estrelló su cabeza varias veces en una roca mientras gritaba furioso pero aun se quería levantar y el jefe le piso la cabeza aplastándola y terminando con su vida.
— ¿Señor ya podemos entrar al perímetro? Hemos estando esperando por mas de media hora —se escuchaba por su radio.
El jefe, que les había dicho a Raúl y Arnoldo que los refuerzos aun no llegaban, permitió que el resto de agentes entraran.
— Si ya pueden pasar. Tiren a matar —dijo el jefe por radio —... —el jefe se sentó a esperar y deseaba alcohol, pero para beber y no para atender sus heridas.
Raúl sintiendo gran fuerza y mucha energía subió de un brinco desde el agujero que había dejado su habilidad al segundo piso.
Mónica dejo a Reptil encargándose de Arnoldo mientras ella investigaba que había pasado con su otro compañero.
— ¿Sigues vivo?
— Mejor que vivo.
Mónica planeó atacarlo disparándole varias veces, estaba en una distancia en cual aun con la habilidad del paso veloz no podría esquivarlas.
Mónica disparó pero Raúl la alcanzo usando su habilidad 2 veces seguidas.
— ¿Cómo...
— Mejoré mi habilidad primaria.
Raúl puso su mano frente a ella y uso su habilidad de onda de choque la cual la empujó hasta más allá de las escaleras del salón principal. Reptil vio como Mónica fue arrastrada y Arnoldo aprovecho para paralizarlo y golpearle la cabeza con la macana para dejarlo inconsciente e irse a arrestar a Mónica que seguía con vida.
— ¡Que poder! —dijo impresionado Arnoldo mientras le ponía unas esposas a Mónica.
— Que puedo decir —dijo apenado Raúl.
De repente vieron una niebla oscura que subía desde el sótano.
— ¿Qué es eso? —se preguntó Arnoldo.
— Eso es niebla venenosa, tenemos que salir de aquí —dijo Mónica.
— ¿Qué hacen con la niebla? —preguntó Arnoldo
— No hay tiempo tienes que salir de aquí —dijo Raúl —, ya que soy nivel 3 ahora iré por Eris solo.
— ¡No te tardes! —dijo Arnoldo y se fue con Mónica de la mansión.
Raúl llegó a la oficina de Anderson y vio a Eris afuera.
Eris al verlo sintió una energía pesada en el pero aun así le alegraba que estuviera bien y se acercó.
— ¿Y Arnoldo?
— Salió de la mansión ya a salvo —le explicó a Eris— ¿Y Anderson? —preguntó Raúl.
— Tenemos que irnos de aquí antes de que sea demasiado tarde.
— No quiero volver a pasar por esto, debo asegurarme que no volverán a acercarse a ti.
— En su oficina —dijo Eris apuntando a la puerta junto a ella.
Anderson se encontraba sentado en su escritorio y al verlo le dio la bienvenida.
— No esperaba que me causaras varios problemas pero mira, ven siéntate tengo grandes planes para ti que se que te gustaran.
— He venido a acabar contigo.
— Lo que estoy haciendo aquí es traer la paz al mundo y junto contigo podemos hacerlo.
— La paz que buscas es solo un estúpido sueño como el mío.
— En estos tiempos todos soñamos con la paz ¿Por qué dices que es un sueño estúpido?
— ¿Cuál es tu sueño?
— Es volverme el más grande héroe de nivel 100 de este mundo.
En ese momento Anderson tiro la copa que tenia en las manos y perdiendo el control poco a poco dijo:
— Lo tuyo no es mas que un sueño infantil ¡¿Cómo osas comprarlo con el de la paz mundial?!
— Los 2 sueños no son más que una fantasía estúpida —dijo firmemente Raúl.
Anderson le arrojó su escritorio con todas sus fuerzas, sacó su pistola y se preparó para disparar pero Raúl era más rápido con su habilidad y lo empujó con su onda de choque hacia el pasillo.
— Eres nivel 3 maldito bastardo, NO DEJARÉ QUE UN INMADURO COMO TÚ SIGA VIVIENDO EN ESTE MUNDO —dijo realmente furioso Anderson.
Anderson sacó su manopla con filo y se abalanzó sobre el. Raúl lo había golpeado y arrojado de nuevo a su oficina.
— ¡Basta ambos! —Eris quiso intervenir.
— Eris tu debes ser el símbolo de paz del nuevo mundo pase lo que pase —dijo Anderson con gran determinación y dispuesto a morir en el siguiente ataque.
Eris se dio cuenta de lo que quería hacer Anderson y quiso detenerlos pero ya era muy tarde, Anderson le había encajado en el pecho a la altura del corazón a Raúl mientras que Raúl lo golpeó con todas sus fuerzas en la cara mandándolo a volar por la ventana de su oficina y acabando con su vida al estrellar su cabeza en el frio suelo.
— El solo quería una vida tranquila con su familia —dijo Eris sintiendo lastima por él.
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R.P.G. El Despertar De Las Bestias.
MaceraA causa de una fuerza misteriosa el mundo fue invadido por bestias, convirtiendo la vida de la personas en un "juego" en donde el "subir de nivel" puede volverse una locura.