CAPÍTULO 50

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Capítulo L

El coraje de Raúl.

Las bestias invadían el pueblo poco a poco, mientras Raúl se enfrentaba, junto a Arnoldo, una mujer relacionada con Osnar.

Unas bestias con forma de gorila atacaban a Raul.

— Encarguense de la mujer —dijo uno de los agentes ahí presentes, mientras sacaba un rifle.

El agente disparó a quemaropa a la bestia pero ningún disparo fue efectivo.

— ¡Estás cosas son más resistentes de lo que parecen mejor corran! —gritó Raúl.

La bestia atacó al agente que le disparaba, de un golpe lo arrojó a más de 5 metros de distancia.

La bestia saltó para rematarlo cuando fue atraído por Raúl que usó su nueva habilidad la cual se lo trajo a la fuerza, ya estando con él, le dió un par de cortes con su espada y lo arrojó lejos usando su onda de choque.

— Estás bestias son muy duras —dijo Raúl.

— ¿Qué habilidad es esa? —se preguntó Arnoldo.

— Es un brazo casi invisible muy largo que saco —explicó Raúl.

Las otras bestias en forma de gorila atacaron.

Unos disparos de un arma de grueso calibre se escucho, las bestias retrocedieron. Era Roy que había llegado.

— Vine para ayudarles ya que tenemos todo el pueblo siendo atacado por un montón de bestias y ocupamos que se desocupen aquí.

— ¿A dónde se fue la mujer? —preguntó Arnoldo.

La mujer estaba escapando. Raúl fue tras ella cuando una bestia voladora en forma de un insecto gigante se presentara.

La mujer corrió más rápido al verlo. La bestia escupió hacia donde estaban ellos mandandolos a volar de una explosión.

— Tú conoces bien esas bestias —Raúl le dijo a la mujer.

— Ya la tengo en la mira —dijo Roy apuntandole a la bestia.

— ¡No seas estúpido!

Roy le disparó a la bestia provocando una fuerte explosión.

Después de un breve tiempo, Raúl se recuperó y fue a agarrar a la mujer que estaba recuperándose.

— Ahora me dirás todo lo que sabes de Osnar.

— ¿No preferirías ir personalmente con él? —invitó a Raúl.

Raúl estaba pensando en esa posibilidad cuando otro enemigo apareció dejando con un leve corte en el brazo a Raúl.

— Se acabó el tiempo este lugar es peligroso, tenemos que irnos ya —dijo el hombre que rescató a la mujer.

— No los dejaré ir... —dijo Raúl furioso.

— Tu gente está siendo masacrada no tienes opción.

— Ya sabes dónde estamos. Nos encontraremos muy pronto. Te estaremos esperando.

Los dos se fueron mientras Raúl y los demás detenían las bestias mientras arreglaban las protecciones.

— Estás bestias son peligrosas, no sabemos nada de ellas, hay que tener cuidado —dijo Raúl.

Una bestia muy grande estaba cercas de ellos; tenía forma de un armadillo de 6 metros de largo.

— Yo me encargo de esta bestia —dijo Raúl.

— Se ve muy peligrosa —dijo Arnoldo muy preocupado.

— No quiero que ninguna bestia quede viva en el pueblo.

Raúl enfrentó a la bestia.

La bestia lo miró e hizo un movimiento extraño. Raúl se puso en posición de defensa y espero su posible ataque.

La bestia expulsó un rayo de su boca que hizo volar a Raúl y cortar el brazo artificial.

— Ese rato pudo haberme matado. Me dió en la altura de la herida de mi corazon —ke mencionó a Arnoldo que estaba cercas.

— Ese rayo parece ser una acumulación de gas dentro de el.

Raúl empezó a atacarle por los lados tratando de encontrar un punto débil. La bestia tenía una cola gruesa que podría alcanzarlo en cualquier parte de su cuerpo.

— Es muy resistente —dijo Raúl frustrado.

Raúl veía como es que bestias entraban a montón y escuchaba gritos por el pueblo que no se podían oír desde donde estaba. Soltó una irá tremenda y atacó con su espada un costado de la bestia la cual se hizo blanda y la bestia soltó un quejido.

— La piel de la bestia parece reaccionar al dolor —analizaba Arnoldo —. El dolor lo hace vulnerable.

— Está cosa es muy difícil de causarle dolor y el efecto de su cuerpo no dura mucho —se quejó Raúl.

— Se cómo vencerla rápido —se ofreció a ayudar Roy.

Raúl distraía a la bestia mientras Roy se acercaba para usar su habilidad de toque doloroso.

La bestia había cargado su rayo de nuevo y le disparó a Arnoldo.

Arnoldo había bloqueado el rayo con su espada la cual quedó en mal estado.

Roy tocó a la bestia usando su habilidad y Raúl la atacó con su espada cuando se hizo vulnerable.

La bestia soltó un fuerte grito de dolor y Arnoldo aprovecho y usó su habilidad de embestida con su espada en la boca para matarlo.

La bestia dejó de moverse.

— ¿Hay noticias de mi casa? —preguntó Raúl.

Arnoldo hizo una llamada a Eris por radio pero no respondía.

Raúl hizo una llamada al celular de sus padres y no contestaban.

— ¿Qué está pasando? —dijo furioso y preocupado Raúl.

— Lo último que supe es que bestias estaban siendo atraídas a tu casa por alguna razón —dijo uno de los agentes heridos.

— ¡Tenemos que ir allá! —contestó rápido Raúl.

Las reparaciones fueron rápidas ya que los enemigos con habilidades necesarias estaban. Y solo quedaban las bestias que habían dicho entrado.

Raúl llegó lo más rápido posible a su casa solo para ver la tragedia que había ocurrido. Sus padres habían muerto y Eris no estaba.

Un coraje inmenso sintió el cuerpo de Raúl, se contuvo lo más que pudo y liberó su furia en las bestias que quedaban en su casa.

Las bestias en forma de gorila, la cabeza flotante, la bestia que se encontraba bajo tierra y una bestia felina con gran boca cayeron ante el modo rabioso de Raúl.

Raúl se sentía exhausto pero la ira que tenía no se acababa.

Arnoldo llegó y se acercó a Raúl tratando de calmarlo. Pero Raúl tomó la poción azul que tenía èl y se la rocio en sus ojos para recuperar su energía.

— No dejemos que nadie más caiga —dijo Raúl empuñando su espada con coraje.

R.P.G. El Despertar De Las Bestias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora