CAPITULO 16

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CAPITULO XVI

Formula secreta

Ya era muy noche y la fiesta continuaba. Raúl y Arnoldo estaban en una casa cercana al centro de la fiesta.

Raúl se encontraba vigilando en el patio. Ya se sentía adormilado. Raúl estaba teniendo una extraña visión de unos ojos bestiales que lo veían. Esos ojos le pertenecían a un cuerpo que Raúl no le encontraba forma alguna. De repente se escuchó un ruido y Raúl volteo rápido muy alterado y vio que se trataba de Arnoldo con unos taros de cerveza de la fiesta.

— Las cervezas están buenas. Toma te quitará algo de tus nervios —dijo Arnoldo dándole a Raúl un taro de cerveza.

— ¿Nadie te siguió?

— Los pocos guardias que están buscando, están buscando en calles alejadas de la fiesta. Fue una buena idea escondernos cercas de la fiesta.

— ...si —Raúl se notaba alterado.

— ¿Qué te sucedió? No estabas alterado hace rato que sabias que nos estaban buscando —dijo al ver que estaba viendo al suelo.

— ...¿recuerdas el momento anterior de cuando subiste de nivel?... ¿no recuerdas haber oído un rugido dentro te tu cabeza? —dijo con la imagen de los ojos de su visión.

— ...sinceramente no lo recuerdo bien pero, en foros que he visto en internet hablaban de eso.

— ¿Qué es lo que decían?

— Lo mismo que tu, que escucharon rugidos al subir de nivel, incluso han formado una teoría que habla de un ser que es el creador de las bestias. Ellos lo llaman "El Espíritu Bestial Monstruoso".

— Su nombre suena aterrador.

Los dos estaban disfrutando de sus cervezas.

Ya era muy tarde y los dos se quedaron dormidos sentados en una mesa en el patio cuando:

— Levántense —una extraña voz les hablaba a Raúl y Arnoldo. Debemos irnos ya.

Los llevaron a los 2 hacia uno de los camiones para regresar a otro pueblo.

Ya estaban sentados en los asientos cuando Arnoldo sintió un escalofrio por saber lo que les esperaba allá.

— No te preocupes, no estaremos mucho tiempo allá, tenemos que ir a la mansión que dijo Eris.

— ¿Planeas robar un vehículo llegando?

— También un repelente.

Ya iban de camino al pueblo.

Mientras tanto Eris que se encontraba en la mansión desde anoche, buscaba con afán a Anderson. Una de las sirvientas al verla le dijo que la estaban esperando en el comedor para almorzar, a lo cual la llevó para allá.

Ya estando en el comedor Eris vio que Anderson se encontraba en la mesa con algunos de sus hombres los cuales ya consideraba de su familia e invitó a Eris a sentarse.

— Señor podía hablar con usted... a solas —Eris estaba nerviosa por ver que había varias personas cercas.

— Entiendo. Almorzaremos en mi salón privado.

Anderson dio la orden para que mandaran los platos hacia su salón y pidió permiso para retirase de la mesa.

— Señor espere tiene cosas que hacer —dijo Khan tratando de que no hablaran entre ellos.

— No digas estupideces lo demás puede esperar a que termine de almorzar.

Una vez dentro del salón, se sentaron a la mesa donde ya estaban sus platos listos. Eris tomó de su vaso de agua y pensaba en lo que iba a decir.

Calma, recuerda que es importante que le saques la formula del repelente esta tarde. No puede ser tan difícil, las personas confían rápidamente en mi solo tengo que ir despacio y llegar al tema.

— ¿Y de que me querías hablar?

— ...quería decirle lo mucho que significo para mi la noche de ayer. Me sentí como si estuviera con mi familia, algo que no sentía desde que... bueno estaba con mi familia... cuando estaba viva antes de las bestias.

— Comprendo tu dolor. Yo también perdí lo poco que tenia cuando paso todo esto. Digamos que no era la mejor persona del mundo. Solía hacer cosas ilegales para ganarme la vida.

— ¿ilegales?

— Me avergüenzo de ello, pero cuando supe que toque fondo era demasiado tarde. Ya lo había perdido todo. Ahora todo lo que tengo ha sido gracias al repelente que descubrí y decidí que cambiaría la vida en este mundo.

— ¿Qué lo hizo cambiar su vida?

— Lo que hacia dañaba las familias y al ver el daño que hice vi a mi familia también.

— Si lo hace sentir mejor, pienso que su objetivo de hacer un mundo de paz es hermoso, aunque algo cuestionable —dijo al ver sus cicatrices provocadas por la tortura.

— Perdóname. Necesitaba gente que no le tuviera miedo al dolor ni al sufrimiento propio, pero ahora ya no es necesario hacer eso. Te prometo que no volverá a sufrir nadie más.

Anderson ya se retiraba de la mesa y Eris tenía que tomar riesgos para que le dijera de que esta hecha la formula.

— ¿Y como obtuviste la formula repelente? —dijo intentando mantener la calma.

— ...ahora que eres parte de la familia y un miembro muy importante del nuevo mundo creo que te puedo mostrar como se hace. Pero esto es algo que no se lo he mostrado a ninguna otra persona ajena a la producción de la formula.

— No es necesario eso yo solo quería saber...

— Tienes curiosidad, y eres la persona indicada para dirigir a estas personas para cuando no este. Cualquier otro, es capaz de atentar hacia mi persona. Pero tú solo curas y al mostrártela me quitaras el peso de encima de ser la única figura publica que conoce el secreto.

— Es un honor.

Khan se encontraba espiando atrás de la puerta y escuchó lo que le dijo. Se puso en alerta máxima y se marchó antes de que salieran.

Anderson llevó a Eris al sótano de la mansión el cual había un pequeño laboratorio con puertas de seguridad de las cuales se ocupaban tarjetas. Había solo unas pocas personas trabajando. Anderson le mostró en un documento los 2 ingredientes esenciales para la elaboración del repelente. Eris no se esperaba ver lo que era uno de los ingredientes.

R.P.G. El Despertar De Las Bestias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora