R.P.G. El Despertar De Las Bestias.

CAPITULO 21

CAPITULO XXI

EL RESPIRO

Raúl después de haber eliminado a Anderson se tiró al suelo totalmente herido por el golpe al corazón que le había dado. Eris al verlo fue a atenderlo. Al ver la herida sintió un horrible trauma. La herida, que estaba justo en la zona del corazón parecía muy profunda pero su corazón seguía latiendo. Eris uso su habilidad curativa soplando despacito el pecho de Raúl, esperando que su habilidad curara una herida tan grave como la suya. La herida de Raúl poco a poco iba cicatrizando dejando una marca.

Eris veía que la niebla parecía al humo de un incendio, el cual se mantenía en el techo e iba bajando, pero si lo inhalaba tan siquiera un poco podría morir en segundos.

Raúl empezó a reaccionar y al ver la situación dijo:

— ¿Qué haces aquí todavia? tienes que salir

— No me iré sin ti —dijo Eris llorando.

Raúl tomo la mascara de gas de Anderson y se la puso a Eris y usando su habilidad de manera seguida fue a la salida más segura en sus condiciones.

En cuanto a Arnoldo y Mónica ya se encontraban a salvo y se había esparcido la noticia que Anderson había muerto por lo cual los guardias que quedaban se retiraron.

— Tardaron un montón —dijo Arnoldo muy cansado.

— ¿Nosotros? el jefe se tardó un montón en darnos las ordenes —dijo una de sus compañeras.

— ¡¿Qué?!

Antes de que fuera a reclamar al jefe Raúl había llegado sin playera cargando a Eris en sus brazos, la cual bajo con cuidado y al abrir la boca poca niebla salio de el y dijo antes de caer:

— Han roto mi espada.

Pronto Arnoldo, Eris y compañía se acercaron. Eris trató de ayudarlo.

— Su pecho esta fracturado le daré respiración de boca a boca.

— No te arriesgues todavía puede tener niebla adentro de el.—dijo uno de sus compañeros.

Sintiéndose impotente Eris decidió sacrificarse, hasta que de un de repente Raúl empezó a reaccionar.

— ¡Raúl!... ¿es-es-estas con vida todavía? —gritó Arnoldo.

— ...estoy bien es solo que la habilidad de Eris que uso para curarme consumio mucha de mi energía. No puedo... ni man...tenerme ... despierr —-Raúl se había quedado dormido.

— ¿Cómo es posible que siga vivo si había niebla venenosa dentro de él? —se preguntó Arnoldo.

Cambiaron de tema cuando el jefe apareció, tenia vendada parte de la cara y los felicitó por el trabajo.

— ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué nos mintió?—Arnoldo le preguntó al jefe refiriéndose a los refuerzos que estaban cercas.

— Esto no es nada a comparación de lo que nos espera con Osnar tenía que probarnos que somos capaces de enfrentar este tipo de cosas sin ayuda.

— ¡Casi morimos solo por un experimento suyo!

— Yo también arriesgue mi vida —el jefe les mostró sus heridas.

— ... —Eris y Arnoldo quedaron en shock.

— Han salvado al mundo. Tómense unas vacaciones —dijo el jefe.

— ¿Qué vamos a hacer con el pueblo de Anderson? —dijo uno de los compañeros.

— ...hablaré con ellos y los convenceré de llevar la paz al resto del mundo. Ellos me escucharan —se ofreció Eris.

Un rato después, con las medidas de seguridad adecuadas, sacaron el cadáver de Anderson de la niebla. Mónica sintió que su mundo se desmoronaba al confirmar que Anderson había muerto.

— Serás juzgada por delitos de traición a la humanidad —dijo exagerando el jefe.

A los días siguientes el mundo tomo un gran respiro por el repelente de bestias que estaban distribuyendo. Las cosas mejoraron para la humanidad por un tiempo. Pero todavía quedaba un pendiente del cual no podían ignorar... Osnar.