Capítulo 18 | El día siguiente.

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Josh estaba de un humor un tanto gracioso. Desde que le había mencionado el hecho de que Kyros y yo estábamos saliendo, hizo que pareciese un cómico fracasado que aparecían por la TV allá por el año 2000.

—Sabía que entre tú y el chico del fútbol de mano habría algo —rió mientras reposaba su cabeza en el sofá— ahora mismo llamo a Mark para que sepa de esto.

—Graham, cierra la boca. T-tan s-s-solo estamos saliendo. Tenemos casi diez horas de que acepté ser su novio, tampoco es como si lo nuestro fuera la gran cosa —dije un poco a la defensiva. —Y por cierto, ¿Qué tiene que ver Mark conmigo? ¡Es un adicto al sexo ese chico!

—Por eso, hermano. Tiene preservativos por doquier. Mira que en Londres cuestan más de 4 libras, te haré el favor de comentarle tu caso y, ¡seguro que te regala muchos!

Él continuó riendo mientras yo vaciaba las sobras del cereal de chocolate para niños que Josh había comprado. Abrí el refrigerador y percibí un olor desagradable. Probablemente eran los extraños alimentos que mi amigo castaño cocinaba.

—Eh, que apesta algo del frigorífico —expresé poniendo mi dedo índice y el pulgar sobre mi nariz.

—Seguro y es la leche. Iré a comprar en un par de horas.

Mientras decía eso, escupía el cereal que, en efecto, sabía horrible por la leche en mal estado. En otros días probablemente le hubiera gritado al fan de los cómics, pero hoy no me enfadaría. No valía la pena. Estaba de buenas pues Kyros había enviado un mensaje de texto en la aplicación de mensajería instantánea:

K: Hey, buenos días. Espero que tengas un gran día. Te quiero.

 Aunque tenía por lo menos una hora y media en mi móvil sin ser leído pues estaba noqueado por el sueño, le respondí de inmediato después de leerlo

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Aunque tenía por lo menos una hora y media en mi móvil sin ser leído pues estaba noqueado por el sueño, le respondí de inmediato después de leerlo.

Yo: Suerte con tu entrenamiento. También te quiero, chico distraído.

Me sonrojé de pensar en su sonrisa y en sus hermosos ojos viéndome. Lo mejor era que Josh no estaba al tanto de eso, sino, le daría material para su molesto bullying por lo menos para un mes. Me senté a un lado del castaño y perdimos la noción del tiempo viendo el televisor.

—Iré con mis padres a pasar año nuevo a Madrid. El abuelo y su esposa italiana han citado a mi madre en España y tendremos que ir —manifestó mi amigo, con un tono un poco disgustado.

—Ten por seguro que será grandioso pasar nochevieja en otro lugar que no sea la lluviosa y gris Londres.

—Tal vez pero, mate ¿y qué hay de ti? Deberías escaparte con tu chico a algún lugar. Ya sabes, deambular por la vida nocturna de alguna ciudad europea —hizo una cara entre pícara y burlona.

—Sabes que no lo haré. Prefiero pasar los últimos diez segundos del año en mi sofá que estar en algún bar gay y lo sabes.

Después de hacer la limpieza en el pequeño departamento, recibí otro mensaje del chico de Grecia. Estaba exhausto y no queriéndolo aceptar, quería verle. No es que lo ame de un día a otro, pero era cierto que estaba empezando realmente a sentir algo por él que no podía describir.

Perdido en sus ojos [Gay] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora