Kyros salió por la puerta del edificio a eso de las once menos diez de la noche. Nos quedamos dormidos en mi habitación y además, ésta estaba hecha un desastre pues, le pedí ayuda para decidirme sobre qué ropa llevaría a la capital francesa.
—Creo que exageras. Sólo un buen abrigo y ya —me miró a los ojos— de cualquier manera, te ves hermoso.
—¡Basta! No me mientas, no de esa manera —le pegué levemente en su brazo derecho.
—¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Me encanta mucho tus...tus ojos y también tus brazo inmóvil. Te hace ver más sexy —comentó, lo último con cierta mueca pícara.
Reí, intentando no poner demasiada atención a su último comentario. La maleta que había traído desde casa, por fin sería útil de nuevo, en mi viaje de última hora hacia la ciudad de los enamorados.
—Eh tío, que puedes pasar la noche con él —Josh me señaló con su pulgar— no le diré a sus padres que tuvieron sexo desenfrenado mientras yo estaba en el sofá.
Josh rió por lo alto y noté cómo se sonrojaba el chico de Grecia, pero, mi cara iba aún más allá de eso. Parecía un tomate. Le daría una buena escarmentada al castaño amante de los cómics un día de estos.
—Hasta mañana —se acercó a mí, estando los dos afuera del departamento— nos veremos a las 6 de la tarde en la estación de trenes internacionales, ¿vale?
—V-vale, hasta mañana entonces.
Sin siquiera esperarlo, el de ojos grises de nuevo se abalanzó sobre mí y me arrancó un beso que duró casi medio minuto. Me sonrió, me tomó de la mano y se acercó a mi oído izquierdo.
—¿Seguro que quieres venir conmigo?
—Claro, me encantaría —ahora fui yo quién le regresó el beso pero a diferencia de él, fue en la mejilla.
Entré de nuevo al apartamento donde Josh fingía estar dormido con el televisión encendido. Lo único que respondí a su acción fue exhalar y respirar hondo. Tenía que descansar porque mañana me esperaba un día un poco agotador. De nuevo en la cama, y dejando a un lado toda mi ropa, encendí el móvil, tomé los audífonos y escuché 'YOUTH' de Troye Sivan.
El reloj que tenía en la pequeña repisa a un lado de la cama, no sonó pues cuando parpadeé siquiera dos veces, supe que eran más de las 11 de la mañana. En seguida, salí de la habitación para preparar el almuerzo, cuando observé que Josh estaba comiendo pancakes.
—Hice para ti también —se expresó, mientras lo veía con duda.
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Perdido en sus ojos [Gay] (TERMINADA)
Romance¿Imaginas tu vida viviendo en un país que no es el tuyo, a miles de kilómetros de distancia y que además estés tu sola/o? Esa es la historia de Noel. Un chico de un país de América Latina que gana una beca en una universidad de la inmensa Lon...