Capitulo 11."Luz Roja"

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““La leyenda cuenta que existe una luz poderosa, que solo puede ser apreciada por los vampiros: la luz roja. El que la encuentre, será el vampiro más poderoso que pueda existir en el mundo entero y podrá destruir a quien se le ocurra, decidiendo también como será su destrucción”
Eso leí en el libro que estoy leyendo: “Los Secretos más ocultos”. En él hay muchas cosas sobre vampiros y otros seres que yo no sabía, además de hechos, curiosidades y demás. Entre ellos “La luz roja”. Dicen que existe una luz oculta en alguna parte del mundo que es muy poderosa, pero solamente pueden verla los vampiros, solo nosotros podemos percibirla. Solo un vampiro está destinado a encontrarla y aun no ha sido descubierta. Este vampiro, al encontrarla, será el más poderoso de todos, indestructible, hasta puede decidir cómo será la muerte de su enemigo. Solo cambiara eso, porque luego el resto de las cosas típicas de vampiros se mantenían igual. 
¿Qué haría yo si encontrara esa luz? No me creo capaz de matar a alguien consiente, porque ya lo hice cuando tenía demasiada sed cuando era un “nuevo vampiro”, cosa de la cual me arrepiento, pero no estaba consciente de lo que hacía, solo quería alimentarme, estaba desesperada por sangre. 
Pienso que no sería bueno si yo la encontrara, aunque es algo casi imposible. Hay tantos vampiros en el mundo… seria mucha coincidencia que yo la encontrara y me convirtiera en la vampiro más poderosa de todos” 

Había escrito eso 3 meses atrás, cuando la leyenda de la luz roja no dejaba de sonar en mi cabeza. Lo había leído el mismo día que le dije a Bruce toda la información que le había sacado a Harry anteriormente, y así ha sido durante estos tres meses. Harry no tiene ni idea de que se su plan, de que lo estoy dando vuelta, y sigue creyendo que me estoy enamorando de él. 
Trata de mostrarse tierno y romántico conmigo cada tanto, diciéndome que soy hermosa, quitándome el pelo de la cara y sonriéndome tiernamente, pero sé que todo es actuación, y lo mío también, como cuando apoyo mi cabeza sobre su hombro, o como cuando le digo que me encanta estar con él. 
La información cada vez se hacía más grande para Bruce, todos los sábados le daba una hoja con toda la información que conseguía gracias a que Harry confiaba en mi, o por lo menos lo suficiente para decirme todo eso de su familia. Yo, por mi lado, no le revele la verdad. Le mentía en casi todo lo que me preguntaba, para que no descubriera mi plan de sacarle información y dársela a mi padre, quien era el enemigo del suyo. 
Solo Vanessa sabia de mis encuentros con él en el lugar de las rocas, ya que se lo tuve que contar. Ella me decía que tuviera cuidado, y yo siempre le decía que si, que estaría bien. De todas maneras, algunos sábados, ella y Zac se daban unas vueltas por allí sin que Harry lo note.

-¡Te volví a ganar, Kurt!- grite feliz cuando llegué al lugar donde dijimos que sería la meta de nuestra carrera. El llego segundos después de mí, cuando yo ya estaba sentada en el suelo.
-Los vampiros corren más rápido que los hombres lobo. Es obvio que siempre me vas a ganar- contesto él, luego de haber llegado y haberse transformado nuevamente en un muchacho y haberse vestido. Yo reí por lo bajo. – Basta de risitas burlonas, Canterville. Este lugar es nuevo. ¿Te gusta?- preguntó Kurt. 
Lo cierto era que él había encontrado un nuevo lugar y le pareció bueno y adecuado para que pudiésemos pasar nuestras tardes juntas allí porque era un lugar alejado y tranquilo, como a ambos nos gustaba. Hacía tiempo que quería mostrármelo pero yo nunca podía. ¿Causa? Harry. 
A Kurt no le agradaba mucho la idea de que me juntara con Harry todos los sábados en aquel lugar de rocas. Decía que no le daba buena espina el vampiro de rulos castaños, aunque ya lo había demostrado al principio. De todas formas, le explique porque mi interés en él y accedió a dejarme seguir con mi plan. 
Miré el lugar detenidamente y luego fije mis ojos en mi amigo moreno. Asentí con una sonrisa de aprobación en mi rostro mientras Kurt también sonreía pero de forma orgullosa. 
-deja de ser orgulloso, lobito- le reproche. El rió y yo le seguí el juego. Nos comenzamos a “pegar” mientras reíamos y nos divertíamos. Pero toda diversión tiene su fin. 
Comencé a sentir una extraña vibración en todo mi cuerpo. Deje de reír y mire hacia arriba. Kurt me quedo mirando confundido pero no emitió sonido. Me pare rápidamente y comencé a caminar lentamente hacia un lugar indeterminado, ni yo sabía hacia donde me dirigía. Deje de caminar y cerré mis ojos. La vibración se sentía más fuerte. Volví a abrir los ojos, y la vibración desapareció. Mire a Kurt nuevamente quien me miraba desde donde estaba. No se había movido ni un centímetro. Negué con la cabeza.
-No me siento bien, vámonos. –dije y camine hacia él.
-¿Se puede sentir mal un vampiro?-preguntó. Me encogí de hombros y cuando él estuvo listo comenzamos a correr hacia nuestras casas nuevamente.

Cuando llegué al lugar de las rocas, Harry estaba allí, ya esperándome. Era raro porque siempre la que esperaba era yo. Me senté a su lado y lo miré. 
-¿Qué ocurre?- le pregunté dulcemente. Obviamente estaba actuando. Su plan era destruirme. 
-Tengo que ser sincero contigo- dijo. Yo fruncí el ceño y me acomode.
-¿sobre qué?
-sobre todo.- finalmente me miro. Pero me miro de una forma extraña. De una forma que jamás me había mirado. ¿Con sentimientos, quizás? No, imposible. Harry quería hacerme sufrir y yo lo sabía, no podía caer en su plan tan fácilmente. No había aceptado juntarme con el tanto tiempo para sufrir de verdad. 
-no entiendo.-dije. Y el suspiro.- ¿Harry?
-es que si cambiaste. Y mucho. Pensé que… pensé que sería más fácil todo pero es más difícil porque me di cuenta de la verdad. No quiero hacerte sufrir.
-¿de que estás hablando?- pregunte. No entendía nada. Me concentre en leerle la mente y logre sacar algo: “Fui tan idiota al haber querido hacerla sufrir. El único que sufrirá soy yo.” 
-Se que te vas a enojar conmigo, y que lo más seguro es que te duela pero quiero que sepas que lo siento.- dijo él, luego oculto su rostro entre sus manos.- mi plan era que te enamoraras de mi, luego botarte y que sufrieras hasta que encontraras a tu pareja pero… -dijo y me miro – ahora hasta que yo no encuentre a mi pareja no voy a poder sacarte de mi cabeza. En realidad… siempre estuviste dentro de ella, antes de ser vampiro y ahora. – Trago saliva sonoramente y me miro a los ojos- estoy enamorado de ti. – y me beso.
Y al leer su mente me di cuenta de una cosa: lo que decía era verdad.

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