Capítulo 31. "Adiós síntomas. Hola nuevos sentimientos"

1.1K 51 0
                                        

Aquellos mareos había cesado, los cambios de humor habían dejado de afectarme y estaba volviendo a ser yo misma, aunque ahora me sentía más importante, tal vez porque había confesado que era la portadora de la Luz Roja a mi familia. Sara estaba orgullosa de lo que había hecho, de cómo me hice responsable. 

Si, había ido a visitar a la familia Looper luego de mi regreso. Quería verlos y contarles muchas cosas, aunque no sobre la muerte de Kim. Sentía que les dolería volver a hablar sobre eso, que el recuerdo volvería y no quería causarles más dolor. 

Sus vidas continuaron aunque yo los veía más decaídos, en Kurt se notaba mucho. Trataba de no estar en su casa, de salir todo el tiempo con sus amigos, de solamente estar allí para comer y dormir. El resto del día lo pasaba afuera de su casa. Sara comenzó con nuevos hobbies y Rafael trabajaba más de lo que normal. 

Por otro lado, he estado trabajando en mis poderes, si es que los puedo llamar así, de la Luz Roja. Zac y Vanesa me ayudaban a concentrarme, a buscar el animal que sería mi víctima, a no salirme de control. No sabía cómo sería utilizar aquellos poderes, no sabía cómo enfrentarme. La primera vez fue la peor. 

-Tienes que concentrarte. –dijo Vanessa en un susurro. Ya teníamos al ciervo en vista, estaba alimentándose cerca de donde nos encontrábamos nosotros, sobre un árbol. –concéntrate, míralo fijamente y piensa en su muerte. Sé que suena horrible pero trata de hacerlo. 

Mire fijamente al ciervo pasando tranquilo, sin molestar a nadie y de repente en mi mente aparece una imagen de un felino atacándolo, mordiéndolo, y terminando con su vida. La típica imagen que se puede ver en los canales de Discovery. Y cuando quise acordar, el ciervo estaba en el suelo gimiendo de dolor. Movía sus patas queriendo salir corriendo pero algo se lo impedía, el felino invisible.

No importaba lo que yo pensara, no era necesario que hubiera un felino cerca, porque no lo había, simplemente mis poderes actuaba con la mente y el cuerpo de mi victima causándole el dolor que yo quisiera, la muerte que yo quisiera. 

Finalmente, el ciervo dejo de moverse y con Vanessa nos acercamos a él. Mi hermana lo examino, primero la respiración y luego el pulso y llego a la conclusión de que estaba muerto. 

Seguimos trabajando en ello con otros animales: pájaros, perros, peces, ardillas. En todos lo único que ocurría era que se me cruzaba una imagen y luego ellos estaban sufriendo, agonizando. Me daba miedo. ¿Ocurriría lo mismo si pensaba en la muerte de una persona o era porque estaba concentrada? 

Con el paso de los días, lo fui controlando mas y los animales no sufrían hasta que yo decía mentalmente dos palabras: “Luz Roja”, y en ese momento comenzaban a morir tal y como yo lo imaginaba. 

-no puedo creer que esté haciendo esto- le comente a Vanessa, el día que decidimos que descansaría unos días del “entrenamiento”. 

-yo tampoco.- dijo ella y Zac nos miro.

-es necesario para mantenernos protegidos.- dijo y ambas asentimos. Lo entendíamos pero era difícil de asimilar que estábamos practicando por si teníamos que matar de verdad a una persona, sin importar cuán mala sea. 

Aquella noche algo extraño comenzó a pasar en mí. Sentía la necesidad de abrazar a alguien, de decirle que lo quería y que no quería perderlo pero no sabía a quién ni porque quería aquello. Estuve toda la noche sentada en la ventana, mirando el cielo, sintiendo lo mismo. 

A la mañana siguiente había decidido hablar con mis hermanas sobre esos sentimientos que me hacían pensar. Tenía miedo porque pensaba que eran otro efecto secundario de la Luz Roja, aunque no sabía que era porque mi familia ya lo sabía y no estaba haciendo nada malo.

-¿Por qué nos llamaste, _____?-pregunto Jade mientras entraba a mi habitación y cerraba la puerta. 

-es que tengo que decirles algo- les dije. 

Las tres se pusieron serias instantáneamente. Con todo lo que había pasado últimamente lo que yo les fuera a decir podía ser cualquier cosa y eso quería decir que podía ser grave. 

-te escuchamos- dijo Carrie.

Les comente como sentía aquellas ganas de abrazar a alguien, de decirle que lo quería, que no quería perderlo. Sentía ganas de amar y ser amada, me sentía tan extraña y les comente sobre mi miedo de que fuera otro efecto de la Luz Roja.

-para nada-dijo Carrie, quien se paró de su lugar y se sentó junto a mí. –lo que te pasa es que encontraste a tu pareja. 

Abrí los ojos. ¿Mi pareja? ¿Cómo era posible si yo no había hablado con nadie más que con ellos? No tenía sentido ninguno que ocurriera. ¿O sí?

-pero yo… yo no hable con nadie más que con ustedes.-dije, poniéndome a la defensiva. Si, a la defensiva porque no quería creer que había encontrado a quien sería mi pareja y esos sentimientos estaban haciendo efecto en mí.

-sabes mi teoría de quien es tu pareja-dijo Vanessa, quien meses atrás me había dicho que mi don apareció porque había conocido a quien sería mi pareja más adelante: Harry.- pero se supone que tienes que haber hablado con él hace poco y por lo que se ustedes no hablan desde hace bastante tiempo. 

-¿tu teoría es que Harry es la pareja de _____?-dijo Jade alarmada.- ¿Cómo es posible que pienses eso Vanessa? ¡Lo único que hizo fue tratar de lastimarla y quien sabe que está haciendo o planeando ahora!

-¡Jade!-le llamo la atención Vanessa con su tono de voz un poco más alto de lo común. –es solo una teoría y tengo mis razones para pensarlo. –Dicho esto me miro inquisitivamente y luego arqueo sus cejas. -¿hablaste con Harry últimamente?-

No podía mentirles, porque ya no podía mentirme a mí misma. A pesar de que no quería creer que mi pareja destinada era la persona que había matado a un ser querido, el destino lo quería así y eso era por alguna razón. 

-me siguió hasta Canadá y se hospedo en el mismo hotel que yo, incluso en la habitación de al lado. –Conteste y luego mire hacia otro lado.- pasamos tiempo juntos pero nos peleamos. 

-No es raro en ustedes-dijo Carrie y yo la mire seria.- ¿Qué? ¿Acaso estoy mintiendo?-dijo subiendo el tono de voz a un más agudo porque se estaba defendiendo.- Siempre están peleándose.

-Carrie tiene razón-apoyo Jade y yo suspire.

Tenían razón. El problema es que ellas no sabían lo que yo sabía, ellas no tenían que decidir si estar con su pareja o quedarte con el cariño de su mejor amigo y la familia de este que es como su familia también. No tenían que pensar en si serian capaces de perdonar lo que su pareja hizo, matar a una amiga suya, la hermana menor de su mejor amigo. Ellas no tenían que hacerlo pero yo sí. 

Red Light™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora