Red Light™

Capítulo 45. "No son buenas noticias"

-Zac me llamo y me contó. No le dije nada a nadie aun pero...debería.-dijo Vanessa sin mirarme. Ambas estábamos en shock, tristes y queríamos venganza. ¿Cómo se sentiría Jade al saber aquello?

-Tenemos que decirle a Jade. -Contesté.- va a ser difícil pero... tiene que saberlo. - dije

-lo sé.

Jade estaba en su habitación según nos había dicho Bruce. Le habíamos contado sobre la llamada a él, a Elina y a Carrie. Solo nos faltaba Jade. Sabíamos que le iba a doler, sabíamos que le dolería, sabíamos que podría entrar en depresión pero tenía que saberlo y nosotras teníamos la responsabilidad de decirle.

Golpeamos la puerta de su habitación y en seguida nos abrió. No parecía estar muy triste aunque tampoco estaba alegre. Podía escuchar a Vanessa decir "esto va a ser difícil" es su mente.

Pasamos y las tres son sentamos. Jade en su cama, Vanessa a su lado y yo en el suelo, cruzada de piernas. Mire a Vanessa rápidamente y ella asintió para que comenzáramos. Era la hora.

-Jade, Zac llamo. -dijo Vanessa.

-¿Qué te dijo?

-encontraron a Iván pero...- dijo mi hermana mayor pero Jade la interrumpió. Sus ojos se abrieron como platos y una sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro. Abrazo a Vanessa, quien no sabía qué hacer así que me tocaba a mí hacer que bajara a tierra.

-Jade, no son buenas noticias. - dije

Jade soltó a Vanessa y me miro incrédula.

-¿de que estás hablando, _______? ¡Si lo son!- me reprochó

-no, no lo son. Vanessa, por favor...- dije y dándole la palabra a mi hermana. Ella era mucho más comprensiva y compañera que yo en esos casos.

Jade miro a Vanessa, quien suspiro y luego tomo las manos de mi otra hermana con fuerza y cariño.

-Jade... lo encontraron pero... muerto

Un gran, triste e incomodo silencio reino en la habitación por un par de minutos eternos. Note como a Jade se le formaban las lágrimas y algunas caían por sus mejillas silenciosamente. Yo miraba la miraba pero me partió el corazón y mire el suelo. Además, también me dolía aquello. Vanessa seguía sosteniendo las manos de Jade pero cuando esta largo el primer sollozo, la abrazo haciendo que la pelirroja largara a llorar más fuerte y desconsoladamente.

Jade no dejaba de llorar y ninguna de nosotras dos hablaba. Vanessa la abrazaba y yo dejaba que algunas lágrimas cayeran por mis mejillas en silencio y sin moverme.

-lo sentimos muchísimo Jade.- dijo Vanessa en un tono muy bajo pero que logramos escuchar de todas formas. - según Zac encontraron las cenizas bastante más lejos de donde Harry nos había dicho que se había encontrado con él y que estaban seguros que era él. Ahora están investigando quienes o quien pudo haber sido.

Que nombrara a Harry me hizo acordar a que seguía sin aparecer y después de enterarme de lo de Iván comenzaba a tener miedo. No quería perderlo, no a él y mucho menos luego de perder a uno de mis hermanos.

Seque mis lagrimas y me senté del otro lado de Jade, abrazándola mientras ella seguía llorando desconsoladamente.

Entre en mi habitación nuevamente luego de llorar la muerte de Iván con Jade y Vanessa durante varias horas. Era horrible verla de aquella manera a Jade, sabiendo que ella era de esas personas alegres y dulces.

Cerré la puerta detrás de mi espalda y allí note algo. Sobre mi cama había un sobre cerrado y una pequeña piedra. Me acerque y me senté en la cama, quedando frente a ambas cosas. Las tome y las observe por unos segundo, decidiendo luego abrir el sobre y descubrir de que se trataba.

"________. Tal vez te preocupaste por que desaparecí unos días. De verdad lamento que te hayas sentido así, no era mi intención pero tenía que irme para preparar todo.

Mira la roca, se que te hará acordar a algo especial que nosotros dos conocemos. Necesito que nos encontremos allí en cuanto leas esto, es una sorpresa y quiero que confíes en mí.

Con amor, Harry"

El alma me volvió al cuerpo cuando termine de leer aquella carta. Harry aun estaba vivo y lo vería en cualquier comento. Olfatee el aire para estar segura de que quien había dejado la carta en la cama había sido él y efectivamente lo había sido.

Apreté la carta sobre mi pecho con fuerza, feliz de que siguiera con vida y no lo haya perdido como Jade había perdido a Iván. Corrí al armario y me cambie para salir en busca de Harry.

Alguien golpeó la puerta antes de que me fuera y al abrirla vi a Carrie del otro lado.

-¿A dónde vas?-preguntó mi hermana. - ¿Estuvo Harry acá? Porque siento su aroma.

-si, pero no lo vi. Dejo esto para mí. - dije, pasándole la carta.

Carrie la leyó y al pasármela nuevamente, sonrió.

-¿A dónde tienes que ir?

-al lugar de las rocas.

-bien, ten cuidado.

-claro que si hermana.

Dicho esto, Carrie se retiro de mi habitación. Leí una vez más la carta y mire la roca. Estaba segura que era de nuestro lugar de encuentro. Deje ambas cosas sobre mi mesita de noche y me mire al espejo, quería comprobar que todo estuviera en su lugar. Me sentía tan humana haciendo aquello.

Recordaba cuanto me pasaba frente al espejo cuando iba a salir con algún chico y quería verme perfecta para él. Todo el tiempo arreglándome el cabello, chequeando mi maquillaje y mi vestimenta, al cual siempre trataba que fuera acorde a mi personalidad y gustos: no muy llamativo, delicado y elegante.

Suspire y me acerque a la ventana. Estaba lista para encontrarme con Harry, y algo en mi cuerpo me decía que había algo nuevo en mí. Un sentimiento que hacía mucho no sentía: amor. Aquella sensación de felicidad, de entusiasmo y de timidez que sentía cuando era una adolescente humana. Aquella sensación había vuelto.

Tome impulso y salte de la ventana. Pise el suelo y mire hacia mi casa. Sonreí y comencé a correr hacia el lugar de las rocas, a encontrarme con Harry, mi pareja determinada.