Red Light™

Capítulo 24. "¿Qué estás haciendo acá?"

Kurt no hablaba, y así había estado todas las veces que nos juntábamos desde que Kim murió. Estábamos en el mismo claro, sentados en el pasto, mirando el cielo, los arboles, los animales pero sin hablar. El prefería el silencio en aquel momento así que yo lo respetaba. Si leía su mente me daba cuenta de que extrañaba mucho a su hermana menor, algo lógico. 
Lo había afectado mucho. No solo a él, sino también a su familia entera. 
-No puedo creer que tuve a un vampiro estúpido dentro de mi casa que no fueras tu o alguien de tu familia- dijo de repente Kurt.- y mas que mato a mi hermana. 
Se acostó en el pasto y se tapo la cara con las manos. Estaba tan rencoroso, sabía que si encontraba al culpable lo mataría o por lo menos lo intentaría. 
-Kurt, vamos a encontrar al culpable. De verdad. –le conteste tratando de tranquilizarlo un poco. 
El simplemente asintió con un movimiento de cabeza y miro hacia otro lado. Le dolía pensar en su hermana pero era lo único en lo que pensaba, por más que no quisiera que fuera así. 
Entre a mi casa luego de haber estado con Kurt por un par de horas. Los demás estaban cazando, así que la casa estaba vacía. O eso era lo que yo pensaba. Al entrar me encontré con toda la casa dada vuelta. Alguien había entrado. Cerré la puerta a mi espalda y olfateé el aire buscando un indicio de aroma extraño. Y lo sentí. Era el aroma de los Tomlinson. Habían estado allí. Todos o alguno de ellos, y estaba casi segura que Harry había sido uno. 
Recorrí la casa de a poco, viendo como la habían destrozado por dentro. Estaban buscando algo que mi padre tenía, eso era seguro. La sala tenía todos los sofás dados vueltas, vidrios rotos, los cuadros en el suelo. El invernadero de Jade estaba destrozado, todas las plantas pisoteadas. En la planta de arriba, todas las habitaciones estaban igual que el resto de la casa, incluido la oficina/biblioteca de Bruce, que fue lo que más me dolió ver destrozado. Todos los libros tirados, algunos de ellos rotos, con sus hojas por doquier, los cuadros tirados en el suelo con sus vidrios protectores rotos, hechos añicos. Luego fui a mi habitación, la cual había dejado para el final. Abrí la puerta y me lleve una sorpresa.
-¿Qué estás haciendo acá?-dije en cuanto lo vi. Harry. 
Mi habitación estaba en perfecto estado, solo que él se encontraba sentado muy cómodamente en mi cama. Fruncí el ceño al ver su sonrisita victoriosa, esa sonrisa tan estúpida que deteste desde la primera vez que lo vi y que a la vez me encantaba. 
Él se levanto y dio unos pasos hacia mí, divertido, como siempre, aunque a mí no me resultaba nada graciosa aquella situación. 
-Es bueno volver a verte. –dijo.
-sabias que nadie estaba en casa.- dije molesta y el soltó una tonta carcajada.
-sé todos tus movimientos. –dijo 
Abrí mis ojos. ¿Todos mis movimientos? ¿De qué estaba hablando? ¿Me seguía? 
-¿me seguís?- pregunte incrédula, caminando un poco hacia el interior de mi habitación mientras el asentía contestándome con una sonrisa idiota. 
-es mi hobbie favorito.- dijo para luego encogerse de hombros, como si fuera lo más normal del mundo. Psicópata. 
-¿Qué estás haciendo acá?-volví a preguntarle, esta vez mas inquisitivamente esperando una respuesta de parte de él.
-viene a hablar contigo, porque me entere de muchas cosas últimamente. – dijo pero esta vez serio. Fruncí el ceño demostrándole con mi gesto que tenía dudas sobre que quería hablar. Suspiro.- Sé lo que tu familia significa para la mía. Sé todo sobre Canterville vs Tomlinson. Y estoy seguro que lo sabías cuando nos veíamos porque sé que era esa la razón por la que te alejaste de mí. ¿Por qué no me lo dijiste? No habría informado nunca a nadie de mi familia de ustedes porque solo me importaba mantenerte a salvo. Pero no, la señorita prefirió guardárselo y hacer todo al revés.
-Tenía que defender y cuidar de mi familia – le dije molesta. No podía estar reprochándome algo así.- No estaba segura de nada y no quería arriesgar algo tan importante para mí por algo de lo que no estaba segura aun. ¿En serio pretendías que yo te lo dijera? ¡Eras y eres uno de ellos!
-tuvieron suerte de que no les dije tu apellido antes.- dijo el molesto y mirando hacia otro lado. 
-no tenemos suerte de todas maneras porque yo me acerque demasiado a ti.- conteste. Harry me miro unos segundos y luego desvió su mirada hacia otro lado.
-tu plan. Sacarme información sobre mi familia, sé que lo hacías, _______. ¿Porque otra razón hablarías conmigo sino? 
-¿Tal vez porque me seguías a todos lados? No me dejabas en paz.- conteste, aunque sabía que era mentira. Mi plan había sido sacarle información al principio, y eso era lo que hacía, pero las cosas fueron cambiando con el tiempo. 
-sabes que no es verdad lo que estás diciendo. 
-Bien, es verdad lo de mi plan, pero ¿Qué hay con el tuyo? “Enamorarme, botarme y hacerme sufrir”. Yo lo sabía desde un principio, Harry y sabía a que me estaba enfrentando y luego cuando me dijiste que….- iba a seguir hablando pero me interrumpió.
-¡Cuando dije que ya no podía seguir con eso, que estaba enamorado de ti y que no te podría sacar de mi cabeza, lo dije en serio! No estaba mintiendo, de verdad te…- dijo pero se cayó antes de terminar. 
-Bien, ambos estuvimos mal. ¿Qué vas a hacer ahora? 
-alegarte del lobo. – murmuro pero llegue a escucharlo.
-¿Qué? ¿Qué tiene que ver Kurt con todo esto? ¡Es solo mi amigo!- dije ya histérica.
-Sí, un amigo al cual lo ves prácticamente todos los días, ¿eh? Y a su familia también. –dijo el irónico. De verdad que estaba colmando mi paciencia. 
-Es mi amigo- dije entre dientes, ya cansada de tanto histeriqueo.- de todas formas, no tengo porque darte explicaciones pero llegas a hacerle algo a Kurt o alguno de su familia y te juro que yo misma me encargo de terminar contigo.
-tranquila Miller/Canterville o lo que seas. –dijo él con un tono un poco divertido.-no les voy a hacer nada. 
-¿algo más que quieras decirme?-le pregunte.
-no, ya fue todo. – dijo y luego se acerco a mí, demasiado. –ten cuidado, ______. No vine solo.- susurro. 
Lo tenía muy cerca, sentía su respiración y como su nariz rosaba la mía. Sus ojos estaban clavados en mis labios y los míos en aquellos ojos color hazel. Nunca lo había visto con los ojos tan claros antes. 
Comencé a sentirme mal, mareada, como la vez anterior en la que me pare y todo me dio vueltas. Sentía como mi cuerpo se desvanecía, cosa extrañísima. ¿Los vampiros se pueden desmayar? Mi respiración se acelero, pero ya no era por Harry, sino que era por otra cosa. Sentía la necesidad de respirar, aunque los vampiros no necesitamos hacerlo para vivir. Cerré mis ojos y me agarre del brazo de Harry porque sentía que me caería al suelo en cualquier momento. 
-¿_________? – lo escuche decir pero su voz sonaba muy lejana.- ¿________?