-Ya basta de jueguitos, ______.- dijo Steven bastante molesto. Era claro que me había reconocido.- estas apareciendo en muchos lados y sé que es real. Sé que sos vos, no puede existir alguien tan igual a otro.
Tal vez ya no tenía escapatoria. Ya no podía decirle que no. Steven me conocía como yo lo conocía a él. Estaba segura que con solo ver la mano del otro sabíamos quién era. Me había descubierto y ya no podía decirle que no era quien creía que era.
-yo...-atine a decir. La verdad era que yo tenía mucha más fuerza que el.
-Ya esta- dijo él- solo necesitaba escuchar tu voz para asegurarme. ¿Dónde estuviste? Sé que no soy la persona indicada para preguntarte esto, pero cuando me entere del accidente se me vino el mundo abajo. Yo... tengo tantas preguntas. No entiendo que... ¿Por qué estas viva? ¿Cómo?
-creo que mejor es hablarlo más tranquilos. - dije.
-si, es mejor. ¡Vamos!- dijo y quiso llevarme con el pero me mantuve firme por lo que no pudo moverme.
-ahora no. Nos encontramos en otro lado más tarde. -dije.
Tome un papel y allí escribí la dirección de un lugar alejado de mi casa y se lo di. Él lo tomo y lo miro por unos segundos.
-nos vemos en tres horas y media allí.
Dicho esto me dirigí nuevamente a la sala de cine para terminar de ver la película con mis hermanas. Para mi suerte ninguna pregunto porque había demorado, y tampoco quería contarles.
Salí de mi casa. No podía tomar un auto porque escucharían el motor y no quería, en lo posible, que supieran que no estuve allí en la noche. Aunque si me preguntaran, diría que estaba buscando a Harry.
La dirección que le había dado correspondía a un pequeño establecimiento que estaba lleno de autos rotos o partes de ellos. El lugar estaba desierto en ese momento y la oscuridad de la noche dificultaba la vista, para un humano obviamente.
Vi a Steven apoyado sobre uno de los autos que estaba en mejores condiciones con sus manos dentro de los bolsillos de su campera y mirando hacia todos lados. Me acerque lentamente y sin hacer ruido, pero aun así me vio llegar ya que en un momento miro hacia el lado por donde yo venía.
-no te escuche llegar. -dijo y en su mente pude ver que pensaba y se preguntaba muchas cosas por ejemplo el porqué de mi elección del lugar de encuentro. -que lugar tan... peculiar. -dijo.
-es más tranquilo que otros.-comente encogiéndome de hombros.
-nunca lo hubiera asociado contigo. Es... diferente a lo que se espera de vos.-
No dije nada porque tenía razón. Al ser humana detestaba esos lugares, y eso era lo que él pensaba en ese momento. Odiaba estar en lugares desorganizados, sucios, donde no sabías que podía aparecer y mucho menos a estas horas de la noche.
-bien. Pregúntame, yo contesto- dije.
El asintió y comenzó a pensar por dónde empezar. Mientras, yo había decidido decirle la verdad porque no se me había ocurrido ninguna escusa. Además, físicamente había cambiado, especialmente por mi color de ojos, mi color de piel y mis facciones mucho más perfectas.
-¿Realmente te atropello el auto o solo fue algo que inventaron para que te escaparas? Osea... ¿te escapaste realmente? -preguntó.
Me sorprendió esa pregunta porque la sabía como era yo y mi vida, ¿Por qué querría escaparme de mi casa? Negué con la cabeza antes de contestar.
-el auto si me atropello y siguió su camino. Llovía y no había nadie en la calle... excepto Bruce y Elina. Ellos fueron quienes me salvaron.- dije.
-¿Tienes memorias de tu vida antes del accidente?
-como si no hubiera pasado absolutamente nada.
- entonces, ¿Por qué no volviste?
-no podía. Elina es médica y en su casa, la cual es enorme y es donde vivo ahora, tienen un cuarto de hospital, digamos. -Explique.- estuve allí un par de semanas pero mis signos vitales no eran buenos, me iba a morir. -continué. - y tuvieron que hacer algo para salvarme pero eso hacía que no volviera a ser la misma y que no pudiera a mi vida normal.
-¿de que estás hablando? El auto de atropello y estos dos individuos te llevaron a su casa donde tienen un hospital improvisado allí porque no había nadie más en la calle y te morirías allí, pero en ese lugar casi mueres después de dos semanas y... ¿sobreviviste?-
-no soy humana. -contesté.
-_______, recuerdo que tenias una gran imaginación antes del accidente pero eso ya es exagerado. ¿Cómo que no sos humana?
Le tendí mi mano y él se la quedo mirando pero no hizo nada más. Con un gesto de mi mirada le indique de que tocara mi mano y así lo hizo, pero al sentir la temperatura de esta dejo de tocarme y me miro sorprendido. Se froto una mano con otra para calentar la que había sido tocada por mí.
-estas... muy fría. Pareces...
-¿muerta?- pregunté terminando sus frase. El solo asintió con su cabeza. -bueno, en si... es un estado muy extraño. Mi temperatura corporal es muy baja, no tengo necesidad de respirar, ni de pestañar, mi corazón ya no late, no tengo sangre en las venas, mis ojos cambian de color dependiendo de mi sed, no envejezco y me alimento de... sangre.
-¿me estás diciendo que sos...un vampiro? ______, esto ya es una locura. ¿Cómo es posible que...?- dijo pero lo interrumpí.
-tal vez no lo creas, pero es verdad y te lo estoy diciendo porque siempre estas apareciendo en todos lado y no quiero que termines un loquero porque empieces a decir que me ves, además... confió en ti y que no le vas a decir esto a nadie- dije remarcando la última palabra. - Porque eso tiene consecuencias.- dije.
-no le voy a decir a nadie. -dijo.
-tengo que irme- dije. Tenía que volver. No era seguro estar allí especialmente si sabía que los Tomlinson estaban buscándome a mí y a mi collar y debía cuidarme.
Segundos después el comenzó a caminar y cuando estaba a unos metros lejos de mi comencé a correr hacia el lado contrario, hacia mi casa.
ESTÁS LEYENDO
Red Light™
Ficção GeralNo tenia sentido. Nada lo tenia. Desde aquel día en que mi vida había cambiado completamente, nada tenia sentido, todo podía pasar y aun así, yo seguía sorprendiéndome de la mayoría de las cosas que me pasaban. Ya había escuchado la leyenda de “la l...