Mire a Carrie con el ceño fruncido. No paraba de hablar susurrando y hacia que las presas se nos escaparan y no pudiéramos alimentarnos. Tenía tanta sed. Sentía como el sabor a metal, frio y acido, recorría mi garganta. Necesitaba algo de sangre pronto. Mi hermana de cabello corto comprendió mi gesto y dejo de parlotear mientras yo me concentraba en buscar alguna presa grande desde mi lugar, en las ramas de los arboles.
Lo vi. Un pequeño oso pardo cachorro andaba solo por el lugar. Era raro ya que siempre estaban en compañía de sus grandes madres. Nunca había probado la sangre de aquellos animales porque en la zona donde vivíamos no había de ellos pero aquel día habíamos viajado lejos para cazar porque Elina decidió hacerlo y no quería desaprovechar aquella oportunidad.
Salte de un árbol a otro haciendo el menor ruido posible y luego les hice un gesto con mi mano a Jade y Carrie, quienes estaban conmigo, para que no se movieran y que por las dudas estuvieran alertas. No quería cruzarme con la madre de aquel pequeño.
Me fui acercando cada vez más a él, sin hacer ruido y observándolo concentradamente. El oso de pelaje oscuro estaba jugando consigo mismo en la tierra y parecía divertido.
Cuando humana hubiera odiado hacer esto. Los animales eran todo para mí, además de mi familia. Me encantaban y odiaba a la gente que los hacía sufrir. Pero ahora es diferente, los necesito para alimentarme y prefiero tener que matar a un animal que a un humano.
Sacudí la cabeza, no quería recordar aquella vez en la que, siendo un nuevo vampiro, mate a una pareja por estar descontrolada y con mucha sed. Siempre me había arrepentido, pero en ese momento no pensaba, actuaba como un animal: por instinto.
Me moví mas cerca de él y supe que era el momento. Su madre no estaba cerca y tenía que hacerlo rápido antes de que lo oyera quejarse.
-No puedo creer que hayas atrapado a tu primer oso.-dijo Jade. -nunca logre hacerlo.
-no era tan grande- conteste- era un cachorro.
-de todas formas pudiste. Tuviste suerte de que no haya estado su madre cerca.
-Hay que brindar por nuestra hermana, ______- dijo Iván y yo sonreí. -
Todos levantaron sus vasos, donde teníamos sangre humana, y la bebimos. La sangre humana la conseguíamos del hospital. Elina era enfermera pero aun así no podía sacar sangre, por lo que nosotros entrabamos todos los meses en las noches y robábamos un par de sacos.
Esa sangre era nuestro postre, porque era mucho más dulce y sabrosa que la de los animales.
Al entrar a casa, luego de haber salido con Kurt, vi a todos en el salón principal, y por lo que pude notar, bastante nerviosos. Cerré la puerta y me acerque a ellos para tratar de averiguar que ocurría.
-¿Nick? ¿Qué ocurre?- pregunte cuando estuve al lado de mi hermano.
-Iván.-contesto.
Fruncí el ceño y lo mire con cara de duda. ¿Qué estaba pasando con Iván? Nick resoplo y puso sus manos en su cabello, despeinandolo un poco.
-¿Y bien?- continúe.
-No está- contesto Zac. Lo mire confundida.- No sabemos dónde está desde la mañana. Desapareció.
-¿Cómo desapareció? ¿Por qué no le siguieron el rastro? Se supone que somos vampiros y podemos hacer eso. -conteste, un poco casi gritando. No podía creer aquello.
-Lo intentamos- contesto Zac algo molesto- pero él fue más inteligente que nosotros.
-¿Cómo?
-Tapo su rastro son el de todos nosotros. -contesto Vanessa, quien se encontraba sentada junto con Jade.
-¿Por qué haría eso? No tiene sentido.
Pero yo ya sabía que en esta vida nada tenía sentido, absolutamente nada. Me senté junto con Carrie y Zac frente Vanessa, Jade y Elina y vi a Bruce caminando de un lado a otro en la habitación continua.
-¿Desde cuándo las cosas tienen sentido, _____?
"¿de verdad la vida es tan cruel o son las personas las que la hacen que sea así? No entiendo porque mi hermano hizo lo que hizo, o en realidad: ¿Qué hizo? Tal vez nosotros estemos dramatizando mucho. Tal vez solo se fue a estar solo, recorrer, quien sabe. Tal vez vuelva pronto y no tenemos que preocuparnos. No dejo ninguna carta de despedida, aunque podría haber dicho que haría.
Ojala la Luz Roja me ayudara en algo pero esto solo sirve para matar gente y mantener protegida a mi familia y a mí, no puedo encontrar gente con este collar, ni con mi don, ni con los poderes de la luz."
Cerré el cuaderno y suspire. La última vez que había escrito algo en él había sido interrumpida por Iván, la noche que me confesó porque me trataba como me trataba anteriormente.
Me tire en la cama y cerré los ojos fuertemente, tratando de poder dormirme, aunque sabía que era imposible, pero aun así lo intentaba. Alguien golpeo la puerta y luego de decir que pasara vi a Jade.
-Jade- dije parándome.
-Hola. -Dijo mientras se sentaba en mi cama - quiero hablar contigo.
-Está bien.-
-Es sobre... tu pareja determinada.
-¿Qué pasa con eso?
-¿Es Harry?
Me quede callada unos segundos pero luego respondí. No tenía ni idea de porque me preguntaba eso pero no podía mentirle luego de que Iván desapareciera así como así.
-Si.
-Entonces supongo que entiendes lo que se siente querer a alguien de esa forma.
-Si.
-No sé donde esta Iván pero no me siento bien con esto y no... no quiero perderlo. -dijo sin mirarme. -Mi vida de humana fue muy difícil. Mis padres me utilizaban, me mandaban robar, y cometer otros crímenes para que ellos pudieran comprarse drogas y alcohol y si me guardaba algo para mí para poder comer tenía que esconderlo muy bien porque si me descubrían me pegaban.-me conto.
Yo solo asentí. No sabía a qué iba todo esto pero no quería interrumpirla porque se veía muy sentimental, sensible y vulnerable de aquella forma.
-Conocí a un chico en la calle un día. El tenía una vida totalmente diferente a la mía. El tenía dinero, sus padres eran empresarios, estudiaba y no era maltratado por sus padres como yo. -Dijo- recuerdo que él era un chico muy solidario. Después de conocernos siempre me daba pan, agua y otros alimentos para que comiera cuando nos veíamos. Teníamos algo así como una relación pero lo perdí porque sus padres decidieron mudarse. Es horrible perder a alguien que quieres de una manera que no quieres a otra persona. No puedo perder a Iván.
- no lo vas a perder. Seguro se fue a algún lado y vuelve pronto.
-Tal vez.
-lo siento tanto, Jade- dije suspirando- no mereces pasar por algo así.
La abrace y así nos quedamos unos minutos, mientras ella sollozaba.
Sentí que alguien golpeaba la ventana así que me acerque a esta pero al llegar no había nadie, solo un sobre. Lo tome entre mis manos y lo abrí. Dentro había una hoja de papel doblada en dos, la cual abrí y leí.
"Te espero en el lugar de las rocas mañana por la mañana. Harry".
ESTÁS LEYENDO
Red Light™
Fiction généraleNo tenia sentido. Nada lo tenia. Desde aquel día en que mi vida había cambiado completamente, nada tenia sentido, todo podía pasar y aun así, yo seguía sorprendiéndome de la mayoría de las cosas que me pasaban. Ya había escuchado la leyenda de “la l...
