Red Light™

Capitulo 01. "Ahora sos un vampiro"

Abrí los ojos. ¿Estaba muerta? ¿Dónde estaba? ¿Qué me había pasado? Lo único que me acordaba al despertarme era haber salido de la casa de Caroline y caminar un par de cuadras. Un chirrido llego a mis oídos, mire hacia la izquierda y venia un auto a toda velocidad hacia mí. ¿Me había atropellado? ¿Qué había pasado conmigo? 

Para mi sorpresa, al moverme tenía una fuerza inexplicable. ¿Cómo se suponía que después de haber estado acostada tuviera tanta fuerza? Además, se supone que si el auto me atropello debía estar en un hospital o algo, y esa habitación no se parecía en nada a una habitación de hospital. 

Una mano toco la mía. Mire hacia esa mano y luego subí mi mirada hacia la persona que tenia a mi lado. Un hombre de tez extremadamente blanca, ojos color hazel, y pelo negro me miraba mientras acariciaba mi mano. 

-Tranquila, cariño. Este bien- dijo él con una voz muy dulce y sonrió.

-¿Dónde estoy? ¿Qué paso conmigo?- pregunte. Por más que intentara, no lograba recordar que había pasado conmigo luego de ver el auto. Lo intentaba pero no podía recordar. 

- bueno…-comenzó el- ¿no quieres ponerte mas cómoda? –dijo él. Yo lo hice y me sorprendí por mi fuerza y agilidad al hacer esto. No estaba conectada a ninguna maquina que me ayudara a vivir. ¿Qué estaba pasando? –el auto te atropello y siguió su camino. Era invierno y llovía. No había nadie en la calle así que te tome y te traje hasta aquí. Esta es mi casa. Estuviste inconsciente dos semanas, estuviste conectada a varias maquinas que te ayudaban a vivir.

-¿usted es medico?- le pregunte.

-yo no, mi esposa sí. –contesto él y luego continuo con la historia – cuando vimos que ya no ibas a vivir más, decidimos transformarte. –inmediatamente mire mis manos y mis brazos, el resto de mi cuerpo. ¿A qué se refería con “transformar”? Yo seguía siendo una humana, mi cuerpo era el mismo, aunque más blanco pero eso podía ser por estar internada. – ahora sos un vampiro.

“Ahora sos un vampiro”, “Ahora sos un vampiro”….

No podía dejar de leer eso, y esas palabras no dejaban de estar en mi cabeza. Hacia solamente 5 años que me habían transformado, había logrado contralar mi sed y mi fuerza y hasta podía entreverarme entre los humanos sin matar a alguno, aunque llamaba la atención ya que por naturaleza los vampiros son “hermosos”. Tenía 17 cuando me transformaron, si siguiera siendo humana, tendría 22 años y estaría estudiado pediatría, como siempre había soñado. Seguiría viviendo con mis padres y mi hermana o tal vez en un apartamento sola, cerca de la universidad. Seguiría saliendo con mis amigas, aunque no tanto como lo hacíamos cuando éramos adolescentes, nos embriagaríamos, nos divertiríamos, ¿Qué mas importaba? Éramos jóvenes, solteras y no teníamos obligaciones de personas mayores. A pesar de tener 22 años en ese momento.

" ¿Podría algún día volver a verlos y que ellos me vean a mí? Como todas las noches, luego de poder controlar mi sed, fui a ver a mi familia y amigos dormir. Es la única forma en la que me siento bien luego de mi transformación. A pesar de haber pasado ya un año y medio, extraño muchísimo mi vida anterior, mi vida de humana. Extraño las comidas de mis padres, jugar con mí hermana, salir con mis amigas, extraño hasta llorar por algún estúpido que me había roto el corazón. Ahora ni lo tengo, o bueno, si lo tengo pero no late, no sirve para nada solo está ahí, ocupando un lugar en mi cuerpo. 

Anoche, escuche la voz de mi hermanita otra vez. Ella tenía solo 6 años cuando yo deje de verla. Creció tanto. Ahora ya casi tenía 8 años y era tan… parecida a mí de niña. Sé que a mama le debe costar mucho verla sin que le recuerde a mí, estoy segura de eso. 

Anoche me acerque ella más de lo que me había acercado otras veces. Necesitaba tocarla. Extrañaba acunarla cuando tenía pesadillas y contarle historias de hadas. Ella las amaba y estaba segura que aun lo hacía. Desde pequeña amaba las princesas y el color rosado. Le acaricie la mejilla, esperando que no despertara. Por suerte no lo hizo, pero si dijo mi nombre en un susurro. "

Todavía no lograba olvidarme de esas cosas y mucho menos si estaban escritas en mi diario. Si, tenía un diario. Desde el día que me desperté siendo un vampiro sentí la necesidad de hacer algo en el tiempo en el que no estaba cazando o algo así, y descubrí que me encantaba escribir. Y necesitaba desahogarme de alguna manera, no tenía la suficiente confianza con nadie en esa familia como para contarles que me pasaba y decidí hacerlo en un cuaderno. 

No estoy diciendo que en mi nueva “familia” sean malos, no lo son. Aprendí a quererlos como si lo fueran, pero aun no supero a mi familia biológica y me cuesta no extrañarlos. Carrie, Vanessa y Jade debían ser las personas más dulces del mundo, siempre a la moda y sonrientes. Zac era algo más reservado pero igualmente divertido. Nick era el más serio, era el más maduro de todos, podría decirse y le encantaba la música. Y finalmente estaba Iván. Con él es con el que más peleo, el más insoportable. Siempre quiere competir con todos pero conmigo le encanta hacerlo. 

El cuaderno se había multiplicado por 5. Cada año era uno nuevo. Yo los tenía organizados por años. Sabía perfectamente que había pasado que día, que mes, que año. Lo sabía, me acordaba. Lo había escrito y leído, y leído y leído un montón de veces. No tenía ni que buscarlo. Me acuerdo de cada una, de cómo estaban escritas las letras en los cuadernos. Era normal en mí encerrarme en mi habitación y leer mis diarios, y llorar, y acostarme en la cama aunque no pudiera dormir, pero lo intentaba.

Aun tenía la esperanza de que algún día me durmiera y cuando abriera los ojos mi vida seguiría como antes. Sería la misma adolescente de 17 años que era cuando me transformaron. Que ese estúpido accidente nunca hubiera ocurrido, que ese día me levantara y le dijera a mi amiga que no podía ir a su casa o que saliera de esta un poco más tarde o más temprano. Aun tenía la esperanza de ser humana. 

Pero por más que lo intentara, nunca lograba dormirme. Era obvio, los vampiros no duermen. Por lo que en las noches salía a visitar a mis seres queridos, mientras descansaban. Podía ver como mis amigas aun conservaban fotos mías con ellas, aquellas que adorábamos sacarnos y borrábamos la mitad porque habíamos “salido mal”.

También aprovechaba para comer en las noches y para conocer otros tipos de especies. Mi mejor amigo era Kurt, un hombre lobo. Al principio a Bruce y a Elina no les agrado, pero luego lo aceptaron y pudimos seguir con nuestra amistad. Él era el único, además de mi diario, que sabia como me sentía respecto a mi nueva vida y lo más seguro que fuera el único que lo entendería. Sabía que los de mi especie estaban encantados con ser lo que éramos, y no entenderían mi forma de pensar. 

Alguien golpeo mi puerta. Carrie. Comenzaríamos el instituto este año. Por primera vez después de 5 años volvería a una institución educativa. Algo de eso me emocionaba, no sabía porque. Creo que era el hecho de tratar de ser lo más humana posible y eso me hacía sentirme una de ellos de verdad. 

-en unos minutos nos vamos- me dijo. Yo asentí con la cabeza y ella se fue. Me levante y fui hasta mi armario. Esa noche había estado eligiendo que conjunto ponerme. Londres era frio, aunque esos días no lo eran tanto ya que aun estábamos en verano. Era el final de este, ya estaba llegando el otoño. 

Me vestí con un buzo largo de hilo, el cual llegaba casi hasta mis rodillas, con franjas horizontales gruesas rosas y blancas, unas botitas grises sin taco y con cordones, unas caravanas negras con forma de moña y mi collar preferido, tres pequeños pajaritos sobre una ramita. Mi pelo lo deje suelto y me puse una vincha unos tonos más claros que el color de mi cabello. 

Tome mi bolso, en el cual tenía un par de cuadernos, una lapicera y más cosas que necesitara, y baje. Salude a todos quienes parecían estar esperándome. 

-nunca pensé que las vampiros mujeres demoraran como las humanas en cambiarse- dijo Iván, obviamente refiriéndose a mi.- pensé que ibas a adquirir algo de rapidez con tu transformación. – a decir verdad no me afectaba que lo dijera, yo trataba de hacer todo de la manera más humana posible, quería volver a ser una de ellos, e intentaba actuar como ellos. Hice como si no había escuchado su comentario y salí de la casa, saludando con la mano a Bruce y Elina, mientras me subía al auto de Zac.

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Chicas, espero que les este gustando c: Todos los creditos a su escritora Cami Massa, ella es la autentica creadora, escritora y autora de este grandísima Fan Fic :3

Cecixx