Capitulo 16. "¿Y ahora que?"

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No tenía sentido. Nada lo tenía. Desde aquel día en que mi vida había cambiado completamente, nada tenía sentido, todo podía pasar y aun así, yo seguía sorprendiéndome de la mayoría de las cosas que me pasaban. 
Ya había escuchado la leyenda de “la luz roja” gracias a mis hermanos y padres y aquel libro, pero nunca pensé que sería testigo de ella, y mucho menos esto. No podía ser real, no podía estar pasando. Yo no quería esto, quería seguir siendo normal, aunque no lo soy desde ese día en que ese coche me atropello y no me dejaron morir. 
Supongo que la vida no funciona como uno quiere, y ahora me doy cuenta que el destino tiene muchos secretos en la manga, ocultos, esperando para lanzárnoslos en las caras cuando se le ocurre, cuando le parece más divertido para él. 
No solo lo de la luz roja me tenia mareada, sino que también estaba el. Si, Harry. Harry y toda su familia y toda la historia de su familia con la mía, el enfrentamiento que hay entre ellos desde hace muchos años. Y ahí estábamos nosotros. 
Debería dejar todo, irme lejos, no quiero hacerle daño a nadie.

“La leyenda cuenta que existe una luz poderosa, que solo puede ser apreciada por los vampiros: la luz roja. El que la encuentre, será el vampiro más poderoso que pueda existir en el mundo entero y podrá destruir a quien se le ocurra, decidiendo también como será su destrucción”

Suspire y me deje caer al suelo luego de recordar aquellas palabras. ¿Qué haría ahora? 


Cuando abrí mis ojos, Kurt estaba sentado a mi lado. Había salido corriendo de su casa luego de que su madre me dijera que era la portadora de la luz roja. Me sentía tan abrumada y confundida que necesitaba un rato sola, corriendo, tratando de olvidarme de los problemas. ¿Sirvió de algo? No. Nada. Los problemas seguían allí, y hasta que yo no lo solucionara no terminarían. 
Lo que me comenzó a dar vueltas en la cabeza era si el haberme acercado a Harry haría que la pelea entre nuestros padres fuera aun peor. Tenía que alejarme de él lo más pronto posible, no quería terminar haciendo algo que me doliera hacer si nos llegáramos a enfrentar a ellos. 
-¿estás bien?- me pregunto Kurt mientras yo me sentaba luego de haber estado tendida en el pasto por un buen rato. Me acomode el cabello, despejando mi rostro y negué con la cabeza sin mirarlo. - ¿Qué es la luz roja? –pregunto él y en ese momento lo mire. Tenía que contarle lo que era y así lo hice. - Así que… ahora sos la más poderosa vampiro de la tierra. 
-Sí, lo soy- conteste.-pero… ¿Qué sentido tiene que lo sea? No es que vaya a pelear o algo así. No me interesan esas cosas y no quiero ni me siento capaz de matar a alguien. Es estúpido que yo sea la portadora. 
-no, no lo es. –dijo Kurt y lo mire. –mira, eso debe estar destinado a ti por alguna razón, y creo que la razón es que no la usaras contra nada, que esté en buenas manos. ¿Qué pasaría si el portador fuera otro vampiro que adora matar, que no le importa nada? El mundo estaría perdido. Pero tú eres la portadora, eres responsable. 
Mordí el interior de mi mejilla izquierda y mire hacia mis manos entretenidas con el pasto en el que me encontraba sentada. Suspire suavemente y luego mire a Kurt. Por un lado tenía razón pero… ¿Por qué yo? 
-hay tantos como yo en el mundo. ¿Por qué tenía que tocarme a mí? –dije. No era una pregunta hacia él, era como una pregunta al destino, la vida, las fuerzas mayores o lo que sea que haya interferido en esto. No quería la luz roja en mí, no quería ser la portadora, pero no había vuelta atrás, o eso era lo que yo sabía. Podría investigar si podía deshacerme de eso. –tiene que haber una forma de sacármelo de arriba. 
-¿en serio?- dijo Kurt. - ¿En serio vas a sacarte de arriba algo tan… importante y que puede protegerte? –
-¿protegerme?
-________, si sos la portadora de la Luz Roja, nadie, repito: nadie, puede hacerte daño jamás.- dijo y sonrió. Me tomo de los hombros y me sacudió un poco para que saliera de mi estúpido trance de idiotez y pensamiento. – sos la más poderosa, y nadie puede quitártelo, mini-dracula. 


-Así que te vas a alejar de él totalmente. ¿No habías tomado esa decisión ya cuando escribiste la carta y la dejaste en aquel lugar de rocas? –dijo Kurt mientras caminábamos a mi casa luego de haber estado hablando de mis poderes nuevos de la luz roja por varias horas. 
-si, ahora es definitivo.-conteste- en realidad si había tomado la decisión de alejarme de él antes pero ahora estoy segura de eso y de que va a ser por siempre y no por un par de semanas. – dije decidida. Las cosas se complicarían si volviera a intentar algo con Harry, siempre lo hacían, aunque ahora no estaba segura de lo que venía. 
-bueno… es importante que tu estés bien con eso- dijo Kurt y yo afirme con mi cabeza que estaría bien con eso.
-lo estoy. –conteste.
A decir verdad, lo estaba. Quería proteger a mi familia y luego de la última charla con todos mis hermanos me di cuenta de que me veían como una traidora por encontrarme con Harry y mucho más por besarlo. Pensaban que le había dicho cosas sobre nosotros que nos jugaría en contra y ahora tenía la posibilidad de arreglar todo lo que ellos pensaban de mí. 
Aun así, no pensaba decirles lo de la luz roja. Ese sería mi secreto, el de Kurt, el de Kim y el de Sara. Ya lo había hablado con mi mejor amigo y él me dijo que estaba de acuerdo con eso, aunque me aconsejo decírselo algún día y yo sabía que debía hacerlo, no podía ocultar algo tan grande como eso por el resto de la eternidad, ¿verdad? 
Llegamos a la parte de atrás de mi casa, a donde daba mi habitación y por allí subía. Digamos que era muy buena escalando, la mejor de mi familia. Salude a Kurt con un abrazo y me metí dentro.
Vi como Kurt se iba corriendo de allí y me quede viendo las estrellas, como lo hacía casi todas las noches. Esa era la parte que me gustaba de no tener que dormir: el poder ver las estrellas toda la noche, sin estar cansada ni dormirme. Soñar despierta con historias fantasiosas sobre mi vida con mi mejor amigo y mis hermanos. Soñar que podría volver a ver a mi hermana pequeña y mis padres nuevamente y que ellos me pudieran ver a mí y me aceptaran por ser lo que soy ahora. 
Y me acorde de Harry. ¿Habría leído la nota que le deje? ¿Cómo habrá reaccionado ante eso? ¿Se habrá enojado? ¿Se habrá puesto triste? ¿Me querrá matar? No lo sabía. 
Tome el cuaderno en el que estaba escribiendo. “Mi vida si que se complica cada vez mas….” 

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