My last hope

Mis demonios internos.-Capítulo 6.

Mis demonios internos.-Capítulo 6.

Y un día más de vuelta a las clases. No me he podido sacar de la cabeza el beso con Josh de ayer en toda la noche. No sé porque me dejé llevar en ese momento, no quiero ser otra tonta que caiga en sus brazos, pero en ese momento estando tan cerca de él era lo único que deseaba, besarle. Pero reaccioné y me asusté no pude hacer otra cosa que irme corriendo.

Inconscientemente me empiezo a tocar el labio inferior que ayer mismo probó sus labios. Aún puedo sentir el escalofrío.

Bajo del coche de Noa todavía sumida en mis pensamientos.

-¿Less?¿Me estás escuchando?

-¿Qué? Perdona, no me he enterado.

-Estás en las nubes desde que te he recogido- todavía no le he contado lo del beso.

-¿Qué decías?

-Que vengas un momento. Quiero presentarte a alguien.

Nos acercamos hasta donde está una chica, creo que la misma de la fiesta con la que estaba Noa.

-Ella es Melanie, una chica de mi clase, Mel ella es Leslie mi mejor amiga.

-Hola- digo sonriendo.

-Hola -me dice de la misma forma.

Ahora que me fijo en ella es una chica bastante guapa, de pelo muy oscuro, con ojos color azul pálido al igual que su piel y tiene una sonrisa bonita. La verdad es que se parece mucho al chico con el que se acostó Noa en la fiesta- por lo que ella me contó de él- tal vez sean hermanos. Luego le preguntaré.

-Bueno me tengo que ir, luego os veo. Encantada de conocerte Melanie.

-Adiós- se despiden de mí.

Me voy con Dyl y con Matt a las clases dejándolas a ellas caminar hasta su facultad.

-Hey Less, ¿ya has hablado con Noa?- pregunta Matt.

-¡Sí! Todo solucionado te dije que yo tenía razón- digo con una sonrisa victoriosa.

-¿Algún día me contaréis que es lo qué pasó con Noa?- inteviene el rubio.

-No- decimos a la vez y comenzamos a reír.

Entramos a clase y nos sentamos en nuestro sitio cuando entra el profesor Phillip.

-Jóvenes, hoy les dejaré hasta el descanso, libre para que trabajen por grupos en sus cortos.

Dicho esto la mitad de los alumnos empezaron a gritar eufóricos por no tener que dar teoría. Cogimos nuestras videocámaras y al salir del edificio toda la clase se empezó a dispersar por la calle.

-¿Bueno, y qué queréis grabar?- Pregunta Matt.

-Tengo una idea. Dyl, vamos a tu coche.

-Mmm.. vale.

Y tras varias indicaciones al rubio, llegamos a un colegio de mi barrio. Aquí trabaja mi prima de treinta años con los niños de siete años. Entramos al edificio y los chicos me siguen un poco desconcertados.

-¡Judith!- digo en cuanto la veo por un pasillo.

-¿Less?

-Hola prima. Te vengo a pedir un favor.

-Así que ¿sólo vienes para eso a verme?- dice bromeando.

-¿Para qué más sino?- contesto de la misma forma- Mira, estos son mis amigos Dylan y Matt y tenemos que hacer un corto para la universidad y había pensado en si nos dejarías grabar a los niños jugando.