Viviendo en casa de Josh.-Capítulo 42
Josh se separa inmediatamente de mí, y clava su profunda y penetrante mirada en mí. Su gesto es totalmente preocupado.
-¿Qué ha pasado? ¿Qué he hecho mal?
En sus ojos veo el miedo y la preocupación, pero todavía reside un toque de deseo, un toque muy intenso.
-No podemos. Estoy...- empiezo a titubear por la vergüenza- en mi semana.
-¿En tu semana?- pregunta haciendo una mueca.
-Sí, ya sabes, la semana especial que tenemos las mujeres.
-Nena, no sé a lo que te refieres.
-Josh, que estoy- digo resoplando, muerta de la vergüenza- estoy con mi período.
-¡Joder! Me había asustado- dice destensando sus músculos- No pasa nada, cariño- dice dándome un corto beso.
Veo como en sus pantalones ya ha crecido su amiguito, y sé que él sí se ha quedado con las ganas. Me siento culpable por haber seguido, provocándole de esa manera. Siempre se tiene que apañar el solo. Hace mención de levantarse e irse -seguramente- al baño para "relajarse". Sin embargo, yo le paro incluso antes que que se levante.
-¿Adónde vas?- le pregunto de forma coqueta al oído.
-Al baño.
Su voz es ronca y ajetreada, mientras deslizo suavemente mi mano por su abdomen, sus pectorales, y juego con sus pezones entre mis dedos.
-Estás con el período- me recuerda.
-Sí, pero tú no, y hoy voy a ser yo la que haga algo por ti.
El alcohol saca mi lado más atrevido, y después de pronunciar esas palabras con tono pervertido, Josh abre desmesuradamente los ojos por la sorpresa, y seguidamente se muerde su labio inferior. Le empujo sobre sus hombros, hasta que queda tumbado sobre el sofá, pero él se eleva apoyándose sobre sus codos. Comienzo a besar y lamer su piel desde la clavícula, hasta sus oblicuos. Ahí me detengo repasando con la punta de mi lengua los pequeños puñales con una serpiente, tatuados en su piel.
Con mi dedo índice, acaricio lentamente, sobre los pantalones, su miembro ya erecto. Oígo como suelta un gruñido de desesperación, y reprimiendo una risita comienzo a desabrochar el botón y bajar la cremallera de sus vaqueros. Beso y juego con mi lengua en la cinturilla de sus boxers grises, mientras mi mano toca su erección sobre la tela, y casi parece que va por si sola.
-Por favor, nena. No me tortures más.
Su voz vuelve a ser ronca, y esta vez también jadeante. No sé cómo, pero eso consigue excitarme, el saber que yo puedo provocar todo esto en él.
Termino de quitarle los vaqueros con su ayuda, y seguidamente los boxers. ¡Dios! La tengo a centímetros de mi boca, y casi me asusto por su tamaño, a pesar de que ya la he visto y sentido.
Subo la mirada, hasta encontrarme con la de Josh. Me mira antentamente, y en sus preciosos ojos grises, lo que predomina es el deseo y la lujuria. Sin apartar la mirada, comienzo a deslizar su parte más íntima entre mi mano. No sé si lo hago bien, simplemente continúo deslizando mi mano arriba y abajo repetidas veces. Josh coloca su gran mano derecha sobre la mía y comienza a aumentar la velocidad. Cuando quita la suya, mantengo el mismo ritmo.
Comienzo a disminuir la velocidad, hasta dejar mi mano en la parte baja de su miembro. Sin pensarlo dos veces, comienzo a jugar con mi lengua en la punta de éste. Es una sensación extraña y nueva para mí, pero tampoco es tan desagradable como esperaba. Sin parar, levanto la mirada, para ver que Josh me mira con los ojos bastante abiertos y con la boca entreabierta mientras jadeos salen de ella. Me basta ver sus facciones, sus ojos, su rostro para disfrutar de esto también. Verlo así me excita de una forma que nunca hubiera imaginado.
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My last hope
RomanceSIPNOSIS: Necesita una esperanza, la última esperanza para salir de ese infierno. Está viviendo la peor época de su vida, carga con todo tipo de problemas y cree no poder salir de ahí, necesita algo o alguien que le salve, que le saque de ese pozo...