Descubrimientos.-Capítulo 32

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Descubrimientos.-Capítulo 32

Después de lo sucedido ayer con Rachel, me he estado planteando cada una de las palabras que ella me dijo respecto a Josh. Miles de posibilidades y de inseguridades se han creado en mi cabeza.

Esa misma tarde, Josh se dió cuenta (una vez más) de lo que pasaba por mi cabeza, me pidió una vez más que confiara en él, y le aseguré mi confianza.

Disfrutando de mis vacaciones y mi tiempo libre, he decidido ir hoy también a las pistas para seguir dando "clases" a Emery. Además, me gusta pasar tiempo con esa niña y eso sin contar que adoro montar en skate.

Paso muchísimo rato prácticando con la pequeña, y ninguna nos damos cuenta de todo el tiempo que realmente ha pasado.

Decidimos sentarnos en el murete de ladrillos que rodea las pistas para descansar y recuperarnos del ejercicio realizado anteriormente.

-¿El chico que vino el lunes, es tu novio?- pregunta Emery.

-No, no- digo riendo.

-Pues tal y como te besó, eso parecía.

-Bueno Em, es que es mucho más complicado que todo eso. No siempre que dos personas que se besan son siempre novios.

-¿Y qué sois vosotros? - inquiere la pequeña.

-Lo cierto es que no lo sé. No sé si él quiere algo más, y lo peor es que tampoco sé si yo quiero algo más.

-Pues es muy guapo.

-Oye, oye ¿no estarás intentando robármelo, no?- bromeo mientras le hago cosquillas.

-No, no. Por favor, para- pide entre risas.

-De acuerdo, te dejo en paz.

-Oye, Less- dice quitándose su ancha gorra y pasando los dedos por su pelo, a la vez que se ruboriza- ¿Sabes por qué Adam se comporta siempre de esa forma conmigo?

-No lo sé. Pero si te molesta más, dímelo y lo sacaré de encima tuyo.

-No me molesta, es más, me agrada que me trate así- dice la pequeña, más roja de lo que nunca lo había visto en ninguna persona.

-¡No lo puedo creer!- digo soltando una carcajada- ¿Lo ha conseguido? ¿Ha conseguido que tú, Emery Alana Morris, la chica a la que sólo le gustan los chicos como amigos, le guste un idiota de dieciséis años?

-¡Yo no he dicho que me guste!- se defiende, todavía sonrojada.

-No hace falta que me lo niegues a mí, Em. Ten cuidado con él, te saca tres años. Intenta buscar un chico que te guste y sea de tu edad- le digo de una forma un poco seria.

Ella asiente sin decir ni una palabra más.

Al rato, decido acompañarla a su casa, pues ya es demasiado tarde para que vaya sola por las calles.

Una vez que ya la he visto entrar por la puerta de su casa, me subo a mi tabla y emprendo el camino en dirección a mi casa. Sin embargo, a tan sólo unos diez metros de distancia de la casa de Noa, donde acabo de acompañar a su hermana Emery, veo a la propia Noa.

Me sorprendo y me decepciono mucho al ver con quien y de que forma está.  Se encuentra recostada sobre el lateral del coche de Melanie, mientras mi amiga besa a Mel de una forma pasional.

Me siento decepcionada por el hecho de que me mintió, de que no me lo contó, de que no confiara lo suficiente en mí como para contarme algo tan importante como que sentía atracción hacia las chicas.

Una vez que terminan su fogoso beso, Melanie se mete en su coche y se marcha. Noa la ve irse con una boba sonrisa, sin darse cuenta de mi presencia. Mi enfado crece por segundos, conforme salgo del shock en el que había entrado. Cuando me ve, su sonrisa se borra rápidamente y palidece.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora