Conversación de hermanos. -Capítulo 40

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Conversación de hermanos. -Capítulo 40

Cuando entro en el centro comercial,  suelto un suspiro de alivio por haberme refugiado del impactante y penetrante frío que reina hoy en Mullingar. Sacudo mi gorro de lana y mi abrigo, para deshacerme de los copos de nieve que me han caído encima.

Busco con la mirada, hasta que encuentro a las que van a ser mis acompañantes esta tarde. Las hermanas de pelo ondulado. Neckane y Alison ríen como locas por cualquier tontería. Eso lo tienen en común, tienen mucha facilidad para encanarse de la risa por cualquier cosa. Cuando estoy a tan sólo tres metros de distancia de ellas, es cuando se dan cuenta de que ya me encuentro ahí.

-¡Less!-salta Ali a abrazarme.

-Hola, cuñada- me saluda Neck divertida, besando mi mejilla.

-Hola chicas.

-¿Vamos al Pizza Hut?- propone la pequeña.

-Claro.

Caminamos hasta las escaleras mecánicas y subimos hasta la planta donde están todos los restaurantes y también las diendas de comida. No tardamos en encontrar una mesa libre donde sentarnos. Pido una pizza cuatro quesos y con el borde del pan también relleno de queso.

-Bueno Ali, ¿me vas a contar cómo fue?

-¿A qué te refieres? - pregunta inocente, a pesar de que sabe perfectamente a lo que me refiero.

-¿A pasado algo más con el chico que me dijiste?- inquiere su hermana mayor.

-¡Sí! Está saliendo con mi amigo. Pero no sé exactamente cómo pasó.

-Está bien- acepta Ali, resoplando-Me llevo pronto al cine, y estuvimos comiendo ahí palomitas, chocolatinas, chuches... y como ya no teníamos hambre, dejamos la cena para más tarde, y fuimos a pasear un rato. Acabamos sentados en el banco de un parque, hablando de cualquier cosa estúpida. De repente, apareció una niña de unos siete años a nuestro lado. Me pedía que le devolviese la pelota, pero le dije que no la tenía. Entonces la niña me dijo: "Se me ha caído detrás de tu novio". Claro, yo le dije que no era mi novio, y en cuanto le devolvimos la pelota, se fue. Matt no paraba de mirar a la niña, y me dijo: "A mí nunca me ha gustado decepcionar a los niños y aún menos a las niñas, ¿sabes?" Claro, mi cara era un poema, no sabía a lo que se refería. Parecía consumido por sus propios pensamientos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos, Matt se encontraba sujetando mis dos manos, mientras me miraba de una forma extraña, hasta que dijo: "La niña quería que fuesemos novios, así que Alison, ¿quieres ser mi novia?" Y después de replicarle que en ningún momento la niña había dicho que quisiese que fuesemos novios, le dije que sí.

-¡Yo quiero conocer a ese chico! ¡Es muy tierno! -exclama Neckane.

-Cualquier día que vengas a casa, te lo presentaré- le aseguro -Ahora que lo pienso, ambas estáis con chicos de mi entorno. Creo que me utilizáis- bromeo.

-¡Por supuesto! -bromea Neck, haciéndonos reír.

Esa noche, cuando llego a casa, me encuentro a Kyle en el marco de la puerta del salón, medio escondido. Ve como Fivi y mi padre ríen por tonterías, como un par de adolescentes. En el momento en el que se dan un beso, Kyle se gira enfurecido y asqueado, para irse.

A mí también me resulta extraño encontrarlos de este modo, después de tantos años. Sin embargo, me alegro mucho, porque Jack parece otro, y veo esperanza en él. Además, a Fivi también le hacía falta tener una pareja, aunque ella me lo negase.

Kyle me ve, y frena sus pasos. Le mando callar, poniendo un dedo sobre mis labios, mientras con la otra le indico que me siga. Subo las escaleras hasta llegar a mi habitación, y sin decir nada me siento sobre la cama, esperando a que él también lo haga.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora