Jean.-Capítulo 44
Cuando Fivi nos contó que se iba a casar con papá, no podía creerlo. Todo me parecía muy rápido. Aunque luego me di cuenta de que ya llevaban bastante tiempo juntos sin que nosotros lo supieramos. Más precipitada me pareció la fecha de la boda, que sería el uno de marzo. Kyle se lo tomó un poco mal, que a diferencia de mí (una vez que había procesado todo) me alegre mucho por ambos. Fivi me pidió que le ayudase a preparar un poco la celebración, ya que tenía muy poco tiempo, y durante estos días he ido a mirar flores y restaurantes con ella. Va a ser algo sencillo, nada ostentoso, pero a la vez bonito.
Hoy he podido quedar con Josh, porque lleva unos cuantos días ocupado y no sé exactamente con qué. Me ha dicho que hoy me quería presentar a alguien, y que luego iríamos a cenar. En mí se ha albergado la esperanza de que pueda presentarme a alguien de su familia. Aunque lo dudo bastante, pues según él, su familia son sus amigos, y ahora yo.
A la hora acordada. Josh está esperándome en la puerta de mi casa.
-Hola, nena.
Antes de que pueda contestarle, atrapa mis labios con los suyos, devorándome en un intenso beso, al que yo no me opongo, pues también sentía esa ansiedad por poder besarle de nuevo.
-Hola, Josh- le saludo con la respiración entrecortada.
-¿Vamos?
-¿Pero dónde me llevas?- le pregunto curiosa.
-Quiero que conozcas a un viejo amigo.
Sin decir más, me subo en su moto y me dejo llevar por las calles de la ciudad. Después de unos veinte minutos, para la moto frente a uno de los mejores gimnasios de todo Mullingar.
-¿Qué hacemos aquí?- le pregunto frunciendo el ceño.
-Debe de estar a punto de salir.
Casi al minuto de que Josh me diga eso, un chico sale por las puertas del gimnasio. Es más bajo que Josh, aunque eso no es muy difícil, va con unos vaqueros y una sudadera verde. Tiene el pelo mojado, por lo que supongo que habrá estado prácticando algún deporte y luego se habrá duchado, además lleva una bolsa de deporte. Tiene la vista centrada en su móvil, pero una vez que levanta la vista y ve a Josh, abre los ojos desmesuradamente como si no supiese si lo que está viendo es real o no.
-¿Josh, eres tú?- pregunta a unos metros de distancia de nosotros.
-No he cambiado tanto, Jean- le responde riendo.
-¡Joder, cuánto tiempo, cabrón!
Se dan un abrazo que no dura mucho, como todos esos abrazos de hombres, y una risita se me escapa haciendo que se giren a mirarme. El tal Jean me mira con el ceño fruncido, intentando averiguar quién soy.
-Jean, ella es Leslie.
-Encantado- me dice con una media sonrisa.
-Igualmente.
-¿Y qué haces aquí? No te veía desde que ya no haces boxeo -le dice, dirigiéndose a Josh de nuevo.
-¿Qué pasa? ¿No puedo venir a verte?
-Sí, tío. Pero podrías haber avisado.
-Bueno, sinceramente, perdí tu número -dice riendo Josh.
-Ya te vale... ¿Y no has vuelto a hacer nada de boxeo después de eso?
-No puedo. Ni competir ni nada.
Noto en su voz y en sus gestos como anhela el boxeo y le gustaría volver a ello. Y sinceramente, y no es por ser mala, se lo merecía. Ojalá no lo hubiese hecho, y podría haber seguido en el boxeo y no se habría metido a la malditas peleas ilegales.
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My last hope
RomanceSIPNOSIS: Necesita una esperanza, la última esperanza para salir de ese infierno. Está viviendo la peor época de su vida, carga con todo tipo de problemas y cree no poder salir de ahí, necesita algo o alguien que le salve, que le saque de ese pozo...