Vuelta a la pista.-Capítulo 2

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Vuelta a la pista.-Capítulo 2

-Ella no se va contigo a ninguna parte, ella se viene conmigo- dice una voz masculina apareciendo detrás de mí.

Al reconocer esa voz me giro dejando ver a un Dylan ¿furioso? no lo sé, no le había visto así antes, pero es lo que parece.

-Leslie ¿conoces a ese niño de papá?- Me pregunta Josh.

-Mejor que a ti seguro- le espeta Dylan.

-Vámonos- le digo a Dylan sin dejar de mirar a Josh.

-Nos vemos pronto, nena- dice Josh guiñándome un ojo.

Dylan para en frente de un espectacular Jamer. Me abre la puerta del copiloto para que entre, la vuelve a cerrar y rodea el coche para entrar en el lado del conductor.

Espero a que arranqué pero no lo hace, en vez de eso se me queda mirando y noto el silencio tan incómodo que está encerrado en el coche, pero no soy yo quien flinaliza con el silencio.

-¿De qué conoces a Gallager?- Me pregunta con una mirada impasible.

-¿A quién?- Pregunto un poco desconcertada.

-Al chico de la moto.

-Ah, Josh. Sólo he hablado un par de veces con él.

-No te acerques mucho a él, Less- dice un poco más calmado pero con una expresión seria en su rostro-. No soy quien para decirte con quien te debes juntar, pero me preocupa que te haga algo- finaliza diciendo lo último en un susurro.

-¿Tú también lo conoces? ¿Hacerme qué?- Pregunto un poco preocupada.

-He coincidido en varias fiestas con él y tenemos un conocido común. Me preocupa que te haga lo mismo que a las otras chicas.

-¿Qué les hace?- musito.

-Las enamora, no promete nada con palabras pero las chicas se piensan que sí, las utiliza, se las tira y cuando se cansa las deja, si es que llegan a durar más de una noche.

-Oh- no soy capaz de decir nada más.

-Por favor Less, ten cuidado con él ¿sí?

-No te preocupes Dyl, a parte de que ahora soy incapaz de pensar en chicos, me considero lo suficientemente lista como para no caer en su juego.

-Lo sé- me dedica una sonrisa y me lleva a casa.

Estoy en mi cama tumbada, ya he hecho todo; he recogido la casa, he acostado a mi padre, que hoy había bebido más de la cuenta, he adelantado algo de la tarea, y sigo estando con esa extraña sensación de inquietud desde que Dylan me ha contado sobre Josh. Sé que un té ahora me relajaría mucho, pero siempre voy a Irish y ahora puede que este él. Sin embargo, por otra parte mi cuerpo me incita a ir y creo querer encontrarmelo allí.

Me levanto y me doy una ducha rápida, muy rápida. Me pongo unos vaqueros, una camiseta gris básica, mis preciadas Vans grises y una chaqueta fina negra. Me pongo algo de rímel y dejo el pelo cayendo en cascada por mis hombros.

Cuando salgo de casa son las ocho y cuarto de la noche, y a las ocho y media ya estoy en la puerta de la cafetería. Desde fuera no se puede ver si está él, sólo se ven las mesas. Entro decidida y me siento en una banqueta de la barra, y como ninguno de los camareros aparece, acabo sacando de mi bolso el libro El cielo está en cualquier lugar. Me lo estoy volviendo a leer ya que se adapta la historia mucho a lo que yo estoy viviendo con la muerte de Chase. Cuando ya estoy tan sumida en la historia que casi olvido de donde estoy, alguien me habla.

-Sabía que acabarías viniendo a buscarme.

-Yo tan sólo he venido a tomar un té inglés- le digo observando esos ojos que me tienen atrapada en ese gris tan embaucador. Pero no, no no Leslie ¿qué dices? Es Josh, el chico arrogante y mujeriego, es guapo pero vale.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora