Retos de medianoche.-Capítulo 41

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Retos de medianoche.-Capítulo 41

Cuando leo el mensaje, lo primero que pienso es en lo poco que le gustaba la idea a Josh de que quesase con él. Pero no puede coaccionarme de esa manera, es un amigo y si quiero puedo quedar con él.

Josh tiene turno de tarde en la cafetería, así que no puede acompañarme como quería y ¿para qué decirselo? En realidad, sólo conseguiría tenerle toda la tarde molesto y enfurecido. Antes de arrepentirme por decidir que sí voy a quedar con él y ocultarselo a Josh, tecleo una respuesta.

"Me parece bien, pero tengo que ir a las pistas. Quedamos ahí a las cinco, y de paso ves a los chicos."

Decido caminar hasta mi casa, pero a mitad de camino, debido a que no siento mis extremidades por el helado frío que golpea mi cuerpo, decido coger el autobús.

Cuando llego a casa, me preparo un plato con algo de fruta picada, y subo a mi habitación. Me pongo a hacer los deberes que tengo, y a estudiar. Por muchas cosas que me pasen en mi vida no voy a dejar la carrera de lado, le ha costado mucho a mi hermano pagarlo, más el poco dinero que quedaba en la cuenta de mi padre y que poco a poco se ha ido agotando.

Sin darme cuenta, ya son las cuatro y media. Me cambio la ropa que me había puesto esta mañana por algo más cómodo, cojo mi skate y voy a las pistas. Cuando llego, todavía quedan cinco minutos para la hora caordada con Mark, Emery, y también mis amigos. Pero éstos últimos ya se encontraban ahí.

-Hola preciosa- me saluda Adam, y después me saludan mis otros dos amigos.

-Tengo una sorpresa para vosotros-les anuncio con una sonrisa.

-¿Qué es, pequeña? - pregunta Blake.

-Ahora lo vais a ver.

Veo como Mark se acerca a nosotros, mientras mis amigos están de espaldas a él. Mark me pide que no diga nada, posando su dedo índice en sus labios. Corre un par de zancadas, hasta que llega a nosotros, y salta a la espalda de Blake.

-¿Qué cojones...- comienza a gritar éste, pero en cuanto ve de quien se trata, frena los posibles insultos-¿Mark?

-¡Claro que sí, hermano! - dice Mark con una sonrisa volviéndose a poner de pie sobre el suelo.

-¡Cuánto tiempo!

De inmediato se dan un típico abrazo de hombres.

-¿Adam?-pregunta mi ex novio, fijando la mirada en el chico de ojos preciosos- ¡Vaya! Has crecido.

-A ver si pensabas que iba a ser un niño toda mi vida - dice con falsa indignación el pequeño.

-¡Joder, Luke! A este paso te haces jugador de baloncesto- exagera Mark sobre la altura del aludido- Y Blake, tío, que no eres una pared para que te pintes tanto el cuerpo- dice, haciéndonos reír a todos.

Justo a las cinco aparece Emery en las pistas, pero no viene sola. Hoy su acompañante es rubio y de ojos azules. Dylan.

-¡Muñequita!- enseguida Adam la alza en sus brazos.

-¿Emery? ¿Eres tú?- pregunta Mark- ¡Sí! Claro que eres tú. Como has crecido pequeñaja, pero aún así eres muy pequeña para Adam- eso hace que Em se ruborice intensamente.

-¡Gracias! Alguien que me apoya en esto- veo que Dylan me pregunta impaciente con la mirada quién es el chico que no conoce-Dyl, él es Mark, un viejo amigo.

Se saludan estrechándose la mano, y después nos ponemos a entrenar con Emery para el concurso que tiene dentro de una semana.

Mark me pide la tabla, e intenta hacer algún truco. Pero nunca se le dió bien y ahora mucho menos. Me cuenta que desde que se mudó, no había vuelto a coger un skate.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora