Dublín.-Capítulo 33

501 33 1
                                    

Dublín.-Capítulo 33

Cuando me despierto, el sentimiento que me invade principalmente es el cansancio. Me siento abatida y derrotada, me siento enferma y sin ganas de levantarme de la cama. A lo largo de la noche, la rabia y la furia que tenía contra Josh, se ha ido disipando para dejar paso a la decepción y la tristeza.

Algo dentro de mí quiere que Josh se disculpe y me pida perdón, y todo se solucione. Sin embargo, también estoy muy segura de que lo mejor para mí es no volver a verle.

Hasta que conseguí conciliar el sueño la noche anterior, pasé mucho rato derramando lágrimas por la persona que creía que era mi última esperanza para poder salir de esta mala época en la que estoy viviendo, para mí.

Recuerdo que hoy es Noche Buena, y que no me puedo permitir pasarme todo el día en la cama, así que decido levantarme. Agradezco que al entrar en la cocina me encuentro con Fivi preparando el desayuno.

-Buenos días, cariño- me saluda alegremente.

-Buenos días.

-¿Te pasa algo? No tienes muy buena cara.

-No, estoy bien. Sólo he dormido mal y estoy cansada- miento- ¿Dónde está Kyle?

-Se ha ido a casa de Neckane, pero vendrá para la cena y me ha dicho que luego saldrá un rato con sus amigos.

Realmente, mi hermano ha cambiado por esa chica. Es diferente, pero en el buen sentido. Sigue siendo el mismo chico fiestero y divertido, pero ahora se dedica únicamente a una sola mujer.

-Me voy a llevar al carca de tu padre a dar una vuelta para ver la ciudad decorada- me anuncia divertida- No estaré aquí muy tarde, para que preparemos juntas la cena.

-Está bien. Divertiros.

Cuando oigo el sonido de la puerta que me indica que ya me he quedado sola en casa, me concentro en mi desayuno para evitar pensar en lo sucedido la noche anterior.

En el momento en el que decido recoger mi taza y mi plato que he utilizado para el desayuno, el sonido del timbre seguido de unos golpes en la puerta principal me sobresaltan y me interrumpen en mi acción. Los golpes persisten de una forma brusca, así que primero observo por la pequeña mirilla para ver de quién se trata. El poco desayuno que he tomado parece volver a querer salir cuando veo que se trata de Josh.

-¡Leslie! Ábreme- grita a través de la puerta.

Decido esperar a que se marche sin necesidad de tener que hablar con él.

-¡Vamos, Leslie! Sé que estás ahí- vuelve a gritar.

-Lárgate, Josh. No quiero verte.

-Por favor, escúchame.

-No quiero oirte más, ni verte más. Quiero olvidarte. ¡Déjame en paz!- le grito fuertemente.

No espero su respuesta, sino que subo corriendo a mi habitación oyendo como todavía golpea la puerta y grita algo que no entiendo. Subo el volumen del aparato de música que acabo de encender, para que la voz de Bruno Mars cubra el sonido de la puerta. Me concentro en eso, la música. Retengo cada lágrima que intenta derramarse. No quiero llorar más, no quiero sufrir más, y para ello debo superar a Josh. Pero para nada es algo fácil. Esto sea posiblemente lo que haya provocado mi derrumbamiento final.

Cuando entra Fivi en mi habitación para anunciarme su llegada, pongo mi mejor falsa sonrisa.

Me cuenta que a pesar de las quejas por parte de Jack, se lo ha pasado realmente bien, y mi padre, en el fondo, también parecía agradarle el paseo.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora