La aliada Fivi.-Capítulo 24

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La aliada Fivi.-Capítulo 24

-¿Me quieres decir que si no voy a tu casa esta noche no irías conmigo a la exposición?- le digo a la defensiva.

-Claro que iría, pero si puedo hacer que pases la noche conmigo, mejor- dice con una sonrisa pícara.

-Está bien, pero tú en tu habitación y yo en la de invitados. ¿Está claro?

-Cristalino- dice con una sonrisa- ¿Alguna vez has conducido una moto?

-No sé conducir.

-Pues hoy lo vas a hacer- dice con una sonrisa traviesa.

-¡¿Qué?! ¿Pero qué dices? ¡Estás loco!- le grito con gesto de horror.

-Vamos nena, demuéstrame que confías en mí- dice subiéndose a la moto, pero en la parte del pasajero.

-Josh...

-Confía en mí- me interrumpe.

Me acerco con mucha cautela hasta la moto, y cuando estoy indecisa entre si subir o no, Josh me agarra de la cintura y me sube de un solo movimiento.

-¿Y ahora qué?- le pregunto con voz temblorosa.

-Coloca las manos en el acelerador y el freno-me coje las manos y me las pone sobre el manillar-Aquí. Vas a conducir, pero sólo tienes que dejarte llevar- me dice desde atrás, y puedo sentir su respiración chocar contra mi cuello.

Arranca la moto y coloca sus grandes manos con sus largos dedos sobre las mías, pegando su pecho a mi espalda y apoyando su barbilla en mi hombro derecho.

Siento mis manos temblorosas y como un poco de miedo invade mi cuerpo, tensándome por completo, pero también me siento protegida, por él.

Cuando frenamos en un semáforo en rojo, parece que puedo respirar con bastante más facilidad.

-Bien hecho, nena- susurra en mi oído-. No sabes como me gusta verte conducir mi moto- dice de una forma sensual, todavía susurrando.

Empieza a dejar besos húmedos sobre mi cuello, y yo no puedo hacer otra cosa que inclinar el cuello para que lo tenga más fácil, y cerrar los ojos. Josh me sujeta fuerte y me atrae a su cuerpo, haciéndome soltar un jadeo que es callado por la bocina del coche que tenemos detrás y que está esperando a que arranquemos. Me doy cuenta de que el semáforo ya no está en rojo.

Josh vuelve a colocar las manos sobre las mías acelerando mientras comienza a reír, contagiándome a mí también. Ya no estoy tensa, simplemente disfruto de la adrenalina que esto me produce.

Frenamos justo en frente de su edificio.

-¿Te ha gustado, nena?- me pregunta sonriendo.

-Sí, me ha gustado mucho- digo con una pequeña sonrisa.

Cuando bajamos de la moto, me guía hasta el interior del elegante edificio donde se encuentra la misma mujer en el mostrador.

-Buenas noches, Heather- le saluda Josh.

-Buenas noches, señor- le responde con una sonrisa amable.

-Ya no puedes decir que no has conducido una moto- me dice Josh cuando entramos en el ascensor.

-Verdaderamente estás loco- le digo con una sonrisa.

-Así te gusto- dice arrogante-. No lo niegues.

-Tú no me gustas.

-¿Ah, no?- dice acercándose.

-No- y justo en ese momento se abren las puertas para dejarme salir antes de que él llegue a mí.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora