"Cariño".-Capítulo 38

564 35 1
                                    

"Cariño".-Capítulo 38

-¿En serio sólo has visitado Dublín? - pregunta sorprendido, Josh.

Tengo que empujarle fuera del ascensor, ya que está concentrado en mirarme con los ojos desmesuradamente abiertos.

-Sí, Josh. No he estado en otro sitio que no sea Mullingar o Dublín.

-Pero si yo casi me he recorrido medio mundo.

-Lo sé. No me lo recuerdes- digo arrugando la nariz- Por eso tengo tantas ganas de visitar lugares nuevos.

Suelta una pequeña carcajada mientras abre la puerta de su piso.

-Todo llega, nena- dice con aire misterioso- Anda, vamos a comer.

La pequeña mesa de la cocina ya está preparada, tan sólo falta la comida. Me siento en una de las sillas, y enseguida Josh pone dos platos de comida sobre la mesa.

-Esto es Chop Suey de verduras- dice sentándose- Lleva verduras, brotes de soja, salsa de soja, pimienta y almidón de maíz.

-Mm, está muy bueno. ¿La comida china también te gusta?

-Raro es el plato de comida que no me guste.

Terminamos de comer ese primer plato en un cómodo silencio acompañado de miradas graciosas y tontas sonrisas.

-Bueno, y esto es Harumaki, ó como se le suelen llamar, rollitos de primavera.

-¿Qué lleva?- pregunto.

-Pollo, hongos shitake, hojas de neg y de akusai, ajinomoto y salsa de soja.

-Te lo sabes al pie de la letra, eh- digo divertida.

-Me gusta saber lo que me estoy comiendo- responde, encogiéndose de hombros- ¿Puedo hacerte una pregunta un poco... incómoda?- pregunta un poco más serio?

-Sí, claro- pregunto un poco dudosa.

-¿Tu madre está... muerta?- pregunta cauteloso.

-No, pero para mí como si lo estuviese- digo de una manera cortante.

-¿Por qué?- pregunta frunciendo el ceño.

-Porque nos abandonó cunado yo tenía cuatro años y mi hermano nueve. Es el motivo por el que mi padre es alcoholico, de que mi hermano sea así de sobreprotector, y es la base de las discusiones entre mi padre y yo- respondo con todos mis músculos tensados- Lo siento, ya no tengo hambre- digo alejando el plato de mí.

-Lo siento, nena. No quería incomodarte.

Veo la culpabilidad y el arrepentimiento en sus ojos.

-No pasa nada, Josh. Tranquilo- le aseguro con una sonrisay cogiendo su mano entre las mías.

Coge mi muñeca y tira de ella para que yo acabe sentada sobre su regazo. Deja un intenso pero lento beso sobre mis labios. Se separa un poco y con la frente apoyada sobre la mía dice:

-Soy un torpe metepatas.

-Aún así, me gustas igual.

Clava su preciosa mirada en la mía, perforándome y haciendome sentir que estoy complétamente desnuda. Vuelve a besarme, pero esta vez sin piedad alguna. Sus manos presionan con ansiedad mi cintura, al igual que su lengua busca el calor de la mía. Tiro suavemente de su pelo, revolviéndoselo aún más, y eso hace que suelte un suave gemido sobre mi boca. Mete las manos bajo mi camiseta, para acariciar con sus grandes manos mi espalda. Poco después, tira con rápidez de mi camiseta para sacarla por mi cabeza. Se me queda mirando unos segundos, mientras tiene atrapado entre sus dientes su labio inferior. Cuando ve la marca que él mismo me hizo ayer en el cuello, una pequeña sonrisa se forma en sus labios. Comienza a besar mi cuello, mi clavícula y la parte de mis pechos que no está cubierta por el sujetador.

My last hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora